Vicente BELLO/TREN PARLAMENTARIO
Ciudad de México.– La pesada sombra de Donald Trump se recortó ayer sobre los territorios del Congreso de la Unión como ave de mal fario.
A tiro de piedra de que asuma el poder presidencial de los Estados Unidos, Trump fue colocado ayer, durante el sesionar de la Comisión Permanente, en el centro de una discusión trasminada por el coraje. Pero también por el miedo.
El Pvem volvía a asumir su ya conocida actitud timorata, acomodaticia, justificatoria de un presidente electo, al que no deja de lanzarle incienso. “Lo que nos ocupa hoy”, decía Emilio Enrique Salazar, diputado del Pvem, “es la toma de protesta de un presidente que además fue democráticamente elegido”.
Esta vez el PRI daba la impresión de que se enfadaba, y hasta habló –en voz de Víctor Manuel Giorgana- de que “es momento de mostrar liderazgo”. ¿A quién se lo dijo? ¿Al Congreso mexicano, al que arengó a unirse con parlamentos y congresos del mundo para armar un frente contra Trump? ¿O al presidente Enrique Peña Nieto? Pues no era a Peña Nieto. Y Giorgana se regodeaba, diciendo: “A eso los exhortamos, legisladores, a hacer de la diplomacia parlamentaria una importante arma para defender los intereses de México”.
El PAN demostró ayer que sigue siendo muy bueno para el discurso, para las formas. En voz de la diputada Martha Jiménez, sentenció: “Se lo decimos a trump y también al aprendiz… (inobjetable alusión a Luis Videgaray, el nuevo canciller mexicano): cualquier negociación con Estados Unidos se tiene que conducir sobre los intereses de México y los mexicanos, con energía, con firmeza y respeto total a nuestra soberanía”.
¡Qué descaro el del PAN para hablar de los intereses de México y de respeto total a nuestra soberanía!, cuando ellos han sido pieza fundamental para que México haya perdido soberanía sobre dos asuntos fundamentales: Uno: junto con el PRI privatizaron los energéticos y retorcieron de tal modo el presupuesto que evitaron innovar tecnológicamente a las refinerías existentes y frenaron la construcción de una nueva. Dos: junto con el PRI permitieron que extranjeros hayan comprado ya casi todas las costas y playas del país. Y si alguien no lo cree, que vaya a Baja Califonria Sur y a la otra Baja California.
Entre todos los oradores se distinguió el diputado perredista Luis Fernández, a cuya argumentación la presentaba con peso de gran calado:
He aquí:
“Trump no está solo en esta lucha, pero no serán los aliados tradicionales de Estados Unidos como sería México quienes lo acompañen, hoy parece más cómodo con Putin que con Europa, y los organismos internacionales, les tiene un profundo desprecio y no le representan utilidad.
“La designación de su equipo cercano como Steve Bannon o Priebus, muestran un contenido ideológico ultraconservador, racista, antisemita, islamofóbico y mexicanofóbico; pero sin embargo me preocupa más lo que pasa en México, y es la suma de tres fuerzas desestabilizadoras que nos van a llevar a una condición delicada, la debilidad y falta de credibilidad de las instituciones, en particular del gobierno, la fragilidad de la economía que ya ha sido abordada, y el elemento que tendrá Trump.
“Pero frente a esta tormenta y lo que nos preocupa es que tenemos un gobierno que mantiene un optimismo tan peligroso como absurdo. En este escenario coincidimos, no hay espacio para la ocurrencia ni la estridencia ni la sentencia ni el epigrama, pero tampoco para la tibieza o la omisión. En esta delicada hora de la nación, el gobierno no ha tenido más que un papel de víctima, sin propuesta ni acción, salvo la humillante y torpe visita del señor (Trump).
“Más allá de esto ha decidido seguir una política errónea, un grave error, apostar a la simpatía y a la cercanía de quien nos desprecia. El credo de Trump es la fuerza y la ventaja, y con eso seguimos esperando su benevolencia.
“La muestra de esto es el nombramiento del señor Videgaray, quien no tiene más credencial ni experiencia que la amistad con la familia Trump.
“No ubicamos en su expediente capacidad negociadora o diplomática, él mismo reconoce su carácter de novicio. ¿Cómo va a negociar sin autoridad moral o patriotismo? ¿Cuándo ha negociado él en condiciones de desventaja? ¿Cómo va estar negociando él el futuro del país y lo más probable es que esté pensando en que él acaba en unos meses y que se va a ir a trabajar a una empresa norteamericana? ¿A quién va a representar? ¿A México o a la familia de sus amigos?
“Sus declaraciones lo acreditan, ya que mientras Trump amenaza a las empresas que invierten en México él ve en él un hombre amable y negociador. Creo que es una evidencia que no ve la realidad o no la quiere ver.
“Y, lo digo con claridad, no hay firmeza ni la habrá del canciller, sólo hay silencio vacío y condescendencia. Lo sensato es construir una posición de negociación sólida, basada en principios y diplomacia. Pero eso no, eso no lo hemos visto.
“Es el momento de pasar a la acción con dignidad, sentido de oportunidad y patriotismo; mostrar que México busca la prosperidad compartida, que no responde ni se amedrenta frente a amenazas, que creé en la igualdad de los Estados y los principios de la política exterior”.
Y remachaba el perredista a un silenciado Pleno camaral: “México debe iniciar la acción. Por qué no pensamos en los espacios del derecho internacional donde se deben litigar las decisiones que nos afecten, teniendo una posición clara”.