- Apretar el cinturón
Malecón del Paseo
Luis Velázquez
Veracruz.- EMBARCADERO: Es la hora de la austeridad tanto en la vida pública como en la privada… AMLO, el virtual presidente de la república, ha convertido el ahorro en el erario como eje central en el próximo sexenio… Todos los políticos y burócratas, alistándose para llevar una vida austera, casi casi monástica, viviendo como decía Benito Juárez, “con la justa medianía del salario”… Nada de excesos ni abusos con el dinero público… Nada de comelitonas con alcohol y en abundancia… Nada de viajes superfluos por el mundo… Nada de transportarse en un súper avión oficial… Nada de escoltas ni de choferes ni de camionetas para el funcionario público, la esposa, los hijos y las amantes… Nada de cochecitos deportivos para los hijos en el día de cumpleaños… Nada de segundo y tercero y cuarto frente… Nada de casitas de campo para el fin de semana… Y si AMLO, el presidente asceta que será, trae el ahorro como obsesiva obsesión, entonces, ni modo que la población quede fuera del ahorro familiar… Todos, pues, “en un solo haz de voluntad” como se cacareaba en el tiempo socialista del mundo, a conjugar en tiempo pasado, presente y futuro el verbo ahorrar y ahorrar y ahorrar…
ROMPEOLAS: Lástima si los políticos desoyen la nueva filosofía de vida sexenal en puerta… Por ejemplo, el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, se creyó elegido por Dios para la candidatura presidencial y durante los años 2016 y 2017 gastó un promedio de un millón de pesos diarios con cargo al erario para promoverse y ganar la elección interna de su partido, el PAN… Y, bueno, tal acción será inviable en el sexenio de AMLO, y más, porque los políticos suelen ordeñar las participaciones federales como quedó demostrado con Javier Duarte y los duartistas en Veracruz… El ojo vigilante, desconfiado, terco y obstinado de AMLO estará pendiente… Es el mismo caso de Carlos Romero Deschamps, el eterno líder del sindicato petrolero, a quien Pemex le otorgó mil 400 millones de pesos en el sexenio de Enrique Peña Nieto y cuyo destino social nadie conoce… Y si se trata de ahorrar, entonces, con Andrés Manuel López Obrador será imperdonable que tales “metidas de mano al cajón” pudieran proceder… Víctor Flores Morales, el dueño del sindicato ferrocarrilero, ha de poner “las barbas a remojar”…
ASTILLEROS: Ha sonado la hora de la austeridad y del ahorro… “Nadie, escribió Salvador Díaz Mirón, tiene derecho a lo superfluo mientras otros carezcan de lo necesario”… La llave, entonces, ha de cerrarse a la vida superflua… Nada, por ejemplo, de comprarse ropa de marca ni relojes de marca ni restaurantes VIP ni viajes por el mundo… Nada de andar trepando en las redes sociales las fotos de los periplos turísticos en los cinco continentes como, digamos, la esposa de Pape Mancha, el presidente del CDE del PAN, y a quien de regalito le obsequiara la diputación local por la vía pluri, es decir, sin hacer campaña, sin gastar un solo centavo y sin exponerse a una derrota en las urnas… Nada, pues, de ranchitos como “El faunito” y “Las mesas” en el Valle de Bravo… Y menos, residencias en Texas y lanchas italianas de 9 millones de pesos, con cargo al erario, para navegar en el Golfo de México y desembarcar en Tlacotalpan…
ARRECIFES: AMLO anunció que en los próximos 6 años nunca vivirá en Los Pinos ni tampoco tendrá su “Casita Blanca” tipo Enrique Peña Nieto y ‘La gaviota’… Ni menos su familia, como ‘La gaviota’ y sus hijas, la pasarán en periplos turísticos en el mundo… La austeridad republicana, tipo Benito Juárez, llegará a tanto que, por ejemplo, la esposa de AMLO dejará, por decreto incluso, de ser llamada ‘la primera dama’, y ella, por el contrario, seguirá como investigadora, académica y escritora… Para acabar pronto, el DIF dejará de existir y sus funciones y burocracia pasarán a la secretaría de Salud… Simplemente, desaparecerá el Estado Mayor Presidencial y la seguridad del presidente de la república, su esposa y sus cuatro hijos estará en manos de las llamadas “Gacelas”, el grupo de mujeres que durante seis años cuidaron a AMLO como jefe de Gobierno en la Ciudad de México… La hora del ahorro…
PLAZOLETA: AMLO lleva una vida austera, de asceta… Nada de lujos ni derroches… Nunca, por ejemplo, suele comer en restaurantes VIP, y en todo caso, solo acepta, y a veces, cuando lo invitan… Vive en una delegación de la Ciudad de México en un departamento donde, y por cierto, es vecino del escritor y cronista, Fabrizio Mejía Madrid, y quien ha contado los días de AMLO en la relación vecinal… Ahora, y de cara a su toma de posesión, ha anunciado que Los Pinos, la sede oficial del presidente de la república, se convertirá en un museo… Y él alquilará (en ningún momento, comprará) una caita lo más cerca posible del Palacio Federal… Es decir, si por un lado ha lanzado el tiempo de la austeridad republicana está predicando con el ejemplo, y tal cual, habrán de reproducir los funcionarios que con el sello de MORENA asuman el poder federal y en las entidades federativas…
PALMERAS: Hay un banco que suele regalar trípticos al cliente convocando al ahorro… Describe, por ejemplo, lo que una persona cafetómana gasta cada día si se toma un lechero o un capuchino… Y si toma uno o dos refrescos… Y si desayuna, come o cena una o dos veces a la semana en un restaurante… Y si se toma unas cervecitas o copitas el fin de semana con los amigos… Entonces, suma, y refiere que esa cantidad bien puede ahorrarse, porque sin tales, digamos, satisfactores, la vida sigue y necesita ahorrarse para el futuro imprevisible… Digamos, el tiempo bíblico de las vacas gordas y las vacas flacas… Y, bueno, si cada seis años el país se reinventa, entonces, la austeridad en el diario vivir y el ahorro significan la cantaleta sexenal…