- Pero ¿difícil para quiénes?
•“Llevar la torta a casa”
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Igual que Charles Dickens (Historia de dos ciudades), Pepe Yunes Zorrilla habló en Martínez de la Torre de los tiempos. “Son tiempos difíciles para todos. Tiempos difíciles que hay que sortear. Tiempos que necesitan la pasión que distingue a la gente buena” dijo.
Por eso mismo, en estos tiempos “el gran desafío de Veracruz es el de volver a levantarnos”.
Y aun cuando el senador omitió detalles, los tiempos malos, cierto, son muchos y caminan en varios carriles, carriles encontrados, incluso.
Tiempo difícil, por ejemplo, para el PRI que del año pasado a la fecha lleva tres derrotas, todas, catastróficas, como son la gubernatura, la mayoría en el Congreso y la mayoría de las presidencias municipales.
Tiempo difícil, por ejemplo, para el partido tricolor, cuando según la encuesta de Los Pinos, el PRI en Veracruz se ubica en tercer lugar, luego del PAN y MORENA, de cara a la elección de los diputados locales y federales, los senadores, el gobernador de 6 años y la presidencia de la república.
Tiempo difícil, porque las elites rojas están viendo la tempestad y ninguna se hinca, seguras y convencidas de que cada una “es la octava maravilla del mundo”.
Tiempo difícil para Javier Duarte y los suyos, incluidos Karime Macías, sus padres y 8 familiares por el espantoso saqueo de las arcas oficiales.
Tiempo difícil para la población de Veracruz que sigue padeciendo desapariciones, secuestros, asesinatos y fosas clandestinas con una cadena trágica heredada desde el sexenio anterior.
Tiempo difícil para un Veracruz que fue el paraíso al mejor estilo de “Suave patria” de Ramón López Velarde y ha mudado, como el Gregorio Samsa de Kakfa, como el dinosaurio de Tito Monterroso, en un infierno.
Cierto, como dice el senador, “el gran desafío para (los 8 millones de habitantes de Veracruz) es volver a levantarnos”.
Y más cuando el CONEVAL documenta la realidad atroz y cruel: 6 de cada 10 habitantes están atrapados y sin salida en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre, la migración a Estados Unidos y el trabajo sexual para llevar el itacate a casa.
Así se resumen los 85 años de hegemonía priista en el palacio principal de gobierno de Xalapa y la yunicidad azul va corriendo.
En todo caso, ¿para quién el tiempo difícil?
¿Para el PRI que sueña con recuperar la gubernatura y la mayoría en el Congreso local?
¿O para el PAN que proyecta quedarse con tales posiciones?
PASAMANOS: El senador dice que “la gente buena tiene que salir a hacer su parte y hacer valer lo que queremos ver y heredar en el futuro”.
Okey.
Veracruz está, como premisa, lleno “de gente buena”, salvo, claro, pruebas en contrario.
Pero si vamos a la estadística se recordaría que hay un millón de indígenas y dos millones de campesinos y tres millones de obreros, todos, viviendo a la quinta pregunta, intentando hacer milagros con la quincena, y en el caso de los indígenas, con los miserables 70 pesos diarios que les pagan de jornal chambeando en el surco desde antes de que sale el sol hasta cuando la luna lo alumbra.
Además, hay 800 mil adultos mayores, la mayoría sin seguridad social.
Y ni se diga la población discapacitada.
Y cuando un ser humano apenas, apenitas y percibe unos centavos para irla pasando…
Y cuando como en Veracruz y en el resto del país la población suele tener varios hijos y cada uno con sus necesidades básicas…
Y cuando la mayor parte de las familias se truena los dedos para terminar la quincena, obligada a salir corriendo a la casa de empeño para pignorar su único patrimonio (si lo tiene) como es el anillo de matrimonio…
Entonces, nadie, absolutamente nadie piensa, como dice el senador, en “el esfuerzo que todos juntos tenemos que emprender, porque la gente buena tiene que tomar las decisiones que le vuelvan a dar viabilidad económica y tranquilidad”.
La tarea, sin embargo, es de las elites gobernantes. Desde el ramo federal hasta el estatal y municipal.
Ellos apostaron a dirigir a su pueblo a un camino de dignidad humana.
Ellos han fracasado.
Y si la llamada “sociedad civil” se ha expresado con todo con los temblores y rebasado por completo al gobierno, se trata de una tragedia, y más, cuando se dan casos como en Morelos, con la esposa del gobernador Graco Ramírez, quien decidió quedarse con las despensas y en las redes sociales le llamaron “Lady Gandalla”.
Además, en ningún momento es que “la gente buena… se quede sentada o con los brazos cruzados” para exigir, digamos, un cambio democrático o un cambio total del sistema político que sólo ha empobrecido a todos ellos.
Primero, después y al último, la prioridad es “llevar la torta a casa”.
CASCAJO: Cierto, “a lo largo de los últimos cinco años”, el senador, amigo estudiantil de José Antonio Meade y Luis Videgaray Caso, “ha caminado de la mano de los sectores que generan la riqueza de Veracruz”.
Más aún: ha cabildeado recursos federales para los productores y los presidentes municipales, más de tres mil millones de pesos, depositados en forma directa a cada sector con lo que enfrentó, incluso, a Javier Duarte, quien siempre deseó que pasaran por su secretaría de Finanzas y Planeación y sus empresas fantasmas y su “Operación licuadora” y su jineteo bursátil, todo en el paquete conocido como el peor saqueo del erario en la historia local y nacional.
Pero al mismo tiempo, las necesidades sociales son mucho mayores. Lo dice él mismo de la siguiente manera:
“Tiempos difíciles y complicados para los productores. El abandono social y la crisis económica severa. La angustia de la inseguridad. El temor que los delincuentes generan. El trabajo inequitativo”.
Una tarea todavía pendiente. Y que con los años se agrava, porque la población sigue creciendo.
Y si los políticos son, como Moisés, los conductores de sus pueblos, entonces, el gran desencanto social por todos lados.
