Es posible que nadie lo perciba, pero, ¡qué importa! Mientras que tu sí distingas el olor que despide tu vagina, es suficiente, para sentirte mortificada e insegura en cada movimiento que realizas.
Sin embargo, es normal que la vagina huela.
Porque al igual que el intestino, esta zona del cuerpo tiene su propio microbioma; un universo lleno de bacterias y levaduras, que al contacto con otros elementos químicos (comida, jabón…) puede tener como reacción la emanación de algunos olores”, describe Mary Jane Minkin, profesora clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
El culpable, frecuente, de este aroma suele ser la vaginosis bacteriana; una infección común entre las mujeres de 15 años a 44 años, de acuerdo al Centro para Control y Prevención de Enfermedades.
En la mayoría de las ocasiones es suficiente, como tratamiento, el uso de gel de ph, sin embargo, si el olor a pescado persiste después de la aplicación de éste, es importante que acudas al médico para que este recete un antibiótico.
Tiene dos posibles causas: infección por hongos o diabetes (la levadura causante de este olor suele alimentarse de azúcar). La presencia de esta fragancia suele ir acompañada de irritación y comezón en la zona.
Es frecuente que este aroma aparezca después de realizar algún deporte, ya que es producto del sudor. Para evitarlo, utiliza prendas de algodón.
Aunque no lo creas, es producto de un tampón olvidado, en el cual se produce un crecimiento excesivo de bacterias. Y puede pasar con frecuencia, por lo que resulta importante que visites al médico en cuanto lo notes.
Sí, sangre. El período puede cambiar el ph de la vagina. Evita el uso de jabones perfumado, pueden inducir a un problema (infección) donde no lo hay.
Recuerda, tu vagina es sabia, todo depende de que aprendas a interpretarla.
Con información de salud180.com