Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz, 13 de enero de 2017.-PASAMANOS: El PRI, como el resto de los partidos políticos, ha iniciado la selección de los candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores.
Y en el tricolor el jefe máximo de la Comisión de Procesos Internos es Carlos Brito Gómez, a quien contemplan mil años de mañas zorrunas.
Pero además, la fama pública de su compañía constructora a través de su prestanombre.
Y aun cuando también posee 50 taxis, tal cual está a la altura del presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien tiene el mismo número de taxis en la Ciudad de México, y por añadidura, uno y otro bien podrían ser ungidos líderes de taxistas.
Desde Rafael Hernández Ochoa, 1974/1980, Brito ha sobrevivido en política, y aun cuando “el tiempo se le fue” y nunca pudo gobernar Veracruz, debería estar jugando con sus bisnietos.
Con Javier Duarte fue asesor político, en igualdad de circunstancias que José Murat Casab y Enrique Jackson Ramírez, el trío a quien las elites priistas apodaban “Los vi-vis”, que en el idioma español significa viejos vividores.
Y más, porque quedó claro que Duarte a nadie escuchaba, y como dice Flavino Ríos Alvarado, el góber interino de 48 días, “a todos nos engañó”.
Icono de la sobrevivencia, Brito está listo para dar su penúltima pelea, sin otorgar concesiones, ni siquiera, vaya, a quien sea elegido el nuevo presidente luego de Felipe Amadeo Flores Espinoza, quien renunciara después de 5 meses de fuego amigo y fuego enemigo, que lo hartaron.
Y más ahora, cuando el partidazo fue lanzado del palacio principal de gobierno de Xalapa y cuando perdiera la mayoría en el Congreso local.
En el imaginario colectivo la apuesta es lacónica:
Si bien le va al PRI ganaría unas cien presidencias municipales…, pero de localidades indígenas y rurales donde aún predomina el voto clientelar dada la pobreza, la miseria y la jodidez.
Y si peor le va ganarías unas treinta alcaldías.
BALAUSTRADAS: La fama pública registra que los alcaldes, diputados locales y federales y caciques regionales hacen todo para imponer, una vez más, a los suyos.
Lo peor: los alcaldes han caído en la tentación imperial y faraónica de tratar de imponer a sus esposas, a sus hijos, a sus hermanos y a sus amantes en la silla embrujada del palacio municipal.
Y en tal juego y rejuego, la Comisión de Procesos Internos del PRI bien puede escuchar “el canto de las sirenas” si de por medio se atraviesa el billete fácil, nada más por la candidatura… que ya cada parte se encargará de ganar en las urnas, así sea, como siempre, comprando el voto, a través de las despensas y las láminas, y/o además, con un billetito de por medio.
Por desgracia, es la fama pública que mucho tiene de veracidad.
Y es que sólo así se concebiría que los ediles lancen a sus mujeres y/o al revés las alcaldesas a sus esposos, caso la de Paso de Ovejas, para heredar el cargo.
Y como los ediles y diputados locales y federales están obsesionados con su vocación caciquil, entonces, Caros Brito Gómez y los suyos bien se dejarían querer.
Y más, porque si los diputados Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Alberto Silva Ramos imponen al cuerpo directivo en el CDE del PRI, entonces, en una decisión salomónica con Brito se repartirían las tajadas del pastel.
Brito, con su costal de mañas encima, viejo zorro de la política, parece inmortal, y a los 82 años anda tan lúcido que ni modo se deje apantallar.
A menos que la delegada del CEN del PRI pudiera, digamos, asestar un manotazo y antes de que el tiempo siga corriendo, cambiarlo.
Juan Carlos Molina Palacios, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias, ha dicho que el PRI es rehén de Érick Lagos, Jorge Carvallo y Juan Nicolás Callejas Arroyo.
También es rehén de Brito Gómez, “El taca-tataca” de 82 años.
ESCALERAS: La desbandada tricolor está en su momento estelar:
Uno. El desempleo de las elites y los mandos medios y bajos, pues la alianza PAN y PRD, más PAN que PRD, es la nueva huésped del palacio de Xalapa, y por añadidura, la secretaría de Finanzas y Planeación ha sido cerrada para el tricolor en los próximos dos años.
Además, de “la cacería de brujas” en contra de todo lo que huela a Fidel Herrera y Javier Duarte.
Dos. Los priistas buscando chamba por todos lados, pues por delante tienen dos años de sequía laboral, de los cuales han transcurrido un mes y trece días.
Tres. Hay una desbandada priista. Unos, se afirma, al PAN, y otros, la mayoría, a MORENA de Andrés Manuel López Obrador, a quien miran como el único partido que enfrentaría con una gran competitividad al PAN.
Más aún, si se considera que la competencia real en las urnas será entre PAN y MORENA.
Cuatro. La mayoría de las elites priistas está segura de una realidad avasallante: la candidatura del PRI significa una derrota anunciada.
Cinco. La locura inescrupulosa de Fidel Herrera de adueñarse una vez más del PRI, además de que ha cercenado al PVEM. Por eso lanzó a sus operadores Érick Lagos y Jorge Carvallo, los principales, para la zancadilla fatídica a Felipe Amadeo Flores Espinoza.
Pero Carlos Brito tiene demasiadas rayas en la piel y dará la pelea, porque en el imaginario colectivo predomina la sensación de que al mejor estilo fidelista todas las candidaturas tienen precio.
Hacia el final del día predominará el concepto filosófico de la democracia que la reduce a una máxima universal: Eto pa’ti y eto pa’mi. Y todos felices.
Los fidelistas, sin embargo, sueñan con adueñarse de las candidaturas al Senado y a la gubernatura en el año 2018.
El góber fogoso, desde Barcelona, continúa soñando con su Maximato, descarrilado por completo por su hijo putativo y mejor discípulo, el prófugo de la justicia desde el 17 de octubre, 2016, hace 89 días.