Redacción El Piñero | Corresponsalía
La trata de personas en nuestro país es el flagelo ignorado por los tres niveles de gobierno. Ejemplo de esto es el estado de Tlaxcala, donde la explotación sexual de mujeres ocupa el primer lugar, de acuerdo con datos del Secretario Ejecutivo Nacional.
El corredor de explotación sexual comprende cuatro municipios de Tlaxcala, entre ellos Tenancingo, precisó en entrevista Casandra Ramírez, periodista independiente de Puebla.
Este sitio es muy transitado por trabajadores y choferes que se trasladan del Estado de Tlaxcala a Puebla, quienes son consumidores de los servicios sexuales.
El delito de la explotación sexual cobra mayor relevancia cuando las víctimas en su mayoría son mujeres menores de edad, que son engañadas y vendidas como un objeto tras ser enamoradas y después terminan esclavizadas.
Destaca la periodista que la ruta de la trata de personas suele estar relacionada con la misma ruta que comprende la venta de drogas en el país.
Esta red de trata nacional rompe fronteras ya que se expande la explotación al extranjero, con mujeres que incluso son marcadas con chips para su traslado a ciudades de Estados Unidos como Nueva York. Este movimiento de sur a norte de México y Latinoamérica se da con el fin de que las víctimas no sean identificadas y permanezca cautivas en este gran negocio ilegal.
Las mujeres víctimas de trata son generalmente quienes presentan situación vulnerable, abusos, o viven bajo precariedad económica, siendo blancos fáciles para los “padrotes”.
Esta despiadada práctica de explotación de mujeres solo es posible gracias a la complicidad de autoridades, grupos delictivos, y la red de familias enteras que conservan su negocio con total impunidad, y donde otros sectores sociales también normalizan dicha actividad ilegal e inhumana.