➡️Esta es la crónica de Antonio Mundaca sobre la lucha espiritual de Kipper contra el cáncer
➡️ Su mamá, originaria de Jalapa de Díaz, también murió de cáncer
Redacción El Piñero
Ciudad de México, 14 de febrero de 2023 – En el Hospital General Dr. Manuel Gea González, Kipper recibió la noticia más devastadora de su vida: tenía cáncer de estómago. La noticia lo golpeó solo, hundiéndolo en una espiral de desesperación que lo llevó a perderse en las calles, entre drogas y alcohol. Abandonó su música y su deseo de vivir, sumido en un infierno personal del que parecía no haber escape.
En una crónica escrita por Antonio Mundaca y publicada en Gato Pardo — una revista mexicana de periodismo narrativo, cultural, opinión e identificada como la revista sobre actualidad latinoamericana más influyente de la región–se retrata la vida de José Antonio Andrés Bolaños Kipper Ntájxo, un rapero indígena que rinde homenaje a sus raíces mazatecas a través del rap, pero cuya vida ahora pende de un hilo.
José Antonio insiste en hablar y cantar sobre Jalapa de Díaz como si fuera un paraíso, aunque también es un estero en medio de la nada, un lugar poco conocido más allá de las balaceras. Nació el 9 de agosto de 1994 en la Ciudad de México, hijo de Mariana Andrés, una indígena mazateca que fue víctima de la trata de personas en los barrios rojos del centro de la capital. Su nacimiento, según él, fue un accidente milagroso y trágico, reflejo de la migración constante de indígenas y mestizos a las grandes ciudades donde nadie les ofrece amor ni salvación.
Mariana huyó de la violencia de la Ciudad de México cuando Kipper era apenas un bebé, regresando a Jalapa de Díaz. Kipper creció en Loma del Naranjo, una ciénaga en Oaxaca, a la orilla de la carretera estatal 182, en una región asolada por guerrillas y el narcotráfico. Desde pequeño, la música fue su refugio. A los 12 años, escuchaba a Control Machete en una cantina donde trabajaba su madre, y a los 13, descubrió el break dance gracias a su hermano Tomás.
El panteón municipal de Jalapa de Díaz, donde Kipper honró a su madre fallecida de cáncer, es un lugar sagrado para él. En el Día de Muertos, entre velas y rezos, canta en mazateco y español, recordando a Mariana y su dura vida.
Ciudad de México, 14 de febrero de 2023 – Kipper recibe la noticia de su cáncer. La desesperación lo llevó a un cuarto en Tlalpan, donde enfrentó solo su dolor y miedo. Oraciones a la Santa Muerte y una conexión con sus raíces mazatecas, a través del hermano Bernardino y los hongos sagrados, le dieron la fuerza para seguir adelante.
Desde hace 15 meses, Kipper reza y peregrina a Tepito, buscando la sanación espiritual que necesita. Su pequeño cuarto en Tlalpan se ha convertido en un templo, lleno de imágenes y amuletos. La música, para él, es una forma de activismo, una manera de conectar a las diversas naciones indígenas de México.
Ciudad de México, 7 de julio de 2024 – La salud de Kipper se ha deteriorado, pero él se mantiene optimista. A pesar del cáncer en etapa 2, sigue luchando. Ha dejado su trabajo como repartidor para dedicarse a su música y vender mapas sonoros. Tiene proyectos en marcha, como el Proyecto Conexión Originaria y un disco en proceso. Su música busca enseñar a los niños de su pueblo que el rap puede ser una herramienta para hablar de la naturaleza y la vida comunitaria.
En el Parque de la Ciudadela, bajo una llovizna ligera, Kipper se prepara para cantar. Su sueño es regresar a Jalapa de Díaz y sembrar, creando un futuro donde su voz no sea silenciada por el cáncer. “Estoy haciendo un rap especial”, me dice con determinación. “Uno donde el cáncer no me silenciará”.
Para apoyar a Kipper de forma directa está es su cuenta
Nombre: José Antonio Andrés Bolaños
Cuenta: 012180015725236340
Banco: BBVA
Lee la crónica completa que fue publicada originalmente en https://gatopardo.com/