Arturo Avendaño | EL PIÑERO
Oaxaca, Oax.- El Río Atoyac, uno de los más importantes de Oaxaca, así como su principal afluente, el Río Salado, agonizan y han perdido su capacidad de regeneración, por factores contaminantes, principalmente humanos, a su paso y el de otros afluentes por unos 80 municipios de los distritos Etla, Oaxaca, Zimatlán, Ocotlán y Tlacolula, en la región de los Valles Centrales, en su ruta hacia el Pacífico.
Sus primeras corrientes se forman de escurrimientos y manantiales ubicados en la comunidad de San Sebastián Las Sedas, del municipio de San Francisco Telixtlahuaca, al noroeste de la ciudad de Oaxaca, para unirse en la Sierra Sur al Río Verde que desemboca al mar en el Distrito de Jamiltepec.
La contaminación más grave se presenta en el municipio Oaxaca de Juárez, ya que la carga contaminante del río se infiltró hasta el acuífero que abastece de agua potable a la capital oaxaqueña y municipios conurbados, por lo que las aguas subterráneas que se extraen en las proximidades del río rebasan los niveles de contaminantes permisibles en aguas para consumo humano, de acuerdo al estudio Problemas de Contaminación y Afectación Ambiental de los Valles Centrales.
Esta investigación realizada por los ingenieros Francisco Marini, Enrique Martínez, Oscar Soriano y Guillermo Mejía Torres, del Comité Técnico de Aguas Subterráneas de Valles Centrales de Oaxaca para el Instituto Estatal de Ecología de Oaxaca en el 2016, es una evidencia del grave estado de contaminación de este río y sus efectos en los ecosistemas de la región.
CAUSAS DE LA CONTAMINACIÓN
Son cuatro los factores que dañan al Río Atoyac, según el estudio de referencia, el primero es la descarga de aguas negras municipales, conducidas hacia el afluente por los sistemas de drenaje sanitario sin el tratamiento adecuado, ante la falta del funcionamiento adecuado de las plantas tratadoras; seguido de las descargan de aguas residuales que realizan empresas, las cuales tampoco efectúan un tratamiento previo.
Otro factor es la extracción de materiales pétreos (grava y arena) del lecho del río por empresas particulares, quienes lo hacen de manera desmedida ante la omisión de las autoridades en la supervisión de sus operaciones; el último factor, son los desechos materiales sólidos que son arrastrados por las aguas pluviales que llevan consigo animales muertos, llantas, basura inorgánica, entre otras sustancias tóxicas.
La historia de la contaminación al Río Atoyac inició en los años 30 del Siglo XX, en la época en que inició la construcción del sistema de agua potable en la ciudad de Oaxaca, el cual se generalizó 30 años más tarde, así como la introducción de drenajes sanitarios y el uso del WC, pero el destino de esas aguas residuales no fue otro, más que el Río Atoyac.
Los investigadores documentaron que a partir de los años setentas, ya se notaba cierto grado de contaminación en el color de las aguas, así como la disminución de su caudal, tomando en consideración que se caracterizaba por ser un río caudaloso durante todo el año; para la década de los ochentas la contaminación fue aumentando, al grado que durante algunas épocas del año el río se quedaba prácticamente sin agua.
En estos años que se inició la extracción ilegal de materiales pétreos, dejando al descubierto las descargas de aguas residuales provenientes de los sistemas de drenaje de los municipios que se ubica a las márgenes del río, también se pudo constatar las aguas contaminantes provenientes de las empresas.
Durante los últimos 30 años, el Río Atoyac ha colapsado al agrado de desaparecer, actualmente las aguas que corren por su cauce son en un 90 por ciento negras, producto de actividades humanas, de empresas y demás factores contaminantes, lo que ha generado un desastre ecológico.
El río recorre los municipios de San Francisco Telixtlahuaca, San Pablo Huitzo, Santiago Suchilquitongo, Magdalena Apasco, Nazareno Etla, Soledad Etla, San Pablo Etla, San Lorenzo Cacaotepec, Santa María Atzompa, Oaxaca de Juárez, Santa Cruz Xoxocotlán, San Antonio de la Cal, San Agustín de las Juntas y Ánimas Trujano.
Así como Santa María Coyotepec, San Bartolo Coyotepec, San Raymundo Jalpan, Villa de Zaachila, La Ciénega Zimatlán, Zimatlán de Álvarez, San Pablo Huixtepec, Santa Ana Zegache, Santa Inés Yatzeche, Santa Gertrudis, Santa Ana Tlapacoyan, Ayoquezco de Aldama, San Martin Lachilá, San Andrés Zabache y La Compañía.
Pero la contaminación es arrastrada por los afluentes que pasan por otros cincuenta municipios de los distritos que conforman la región de Valles Centrales.
TOXICIDAD
La organización ambientalista Greenpeace catalogó al Río Atoyac como “río tóxico”, siendo las actividades industrial y comercial las cuales más contribuyen a los altos niveles de toxicidad por los químicos que utilizan, entre ellos metales pesados como el aluminio, plomo, hierro y magnesio, violando la norma NOM-001 para el manejo de metales pesados en el agua, lo que se traduce en altas concentraciones de microorganismos dañinos.
A este problema se suma la utilización de agroquímicos, como insecticidas, rodenticidas, herbicidas y fungicidas, los cuales se integran a sustancias orgánicas y así se produce no sólo una mezcla letal para la calidad del agua y mantos freáticos, sino para toda la cadena de la vida animal y vegetal ligada a ella.
DAÑOS
De las cuatro microcuencas que forman el acuífero de Valles Centrales, dos se encuentran en el Río Atoyac, ubicadas en los municipios de Coyotepec y Oaxaca de Juárez.
El Comité Técnico de Aguas Subterráneas de Valles Centrales de Oaxaca, indica que de este acuífero se extraen 193.1 mil millones de litros de agua al año para atender las demandas de los servicios públicos urbanos, agrícola e industrial.
Con este grado de contaminación, se daña la vida silvestre y las especies de flora propias de las riberas del río, entre ellas el sauce blanco, encinos, carrizo, chamizo, algas, musgos, pasto, guduchi, mezquite, cactáceas, acacias, agaves, pastizales, jarilla, nopal, yuca pata de elefante, cazahuates, copal, sabinos, huizache, pino, eucalipto, jacaranda y casuarina.
La fauna afectada, varias de ellas ya extintas, son el tlacuache, coyote, zorra gris, zorrillo espalda blanca, el cacomixtle, conejo castellano, rata de campo, sapo blanco, sapo crestado, serpiente coralillo, culebra ratonera, culebra mazacuata de tierra fría, serpiente cascabel de cola negra, el gavilán pechirrufo, gorrión oaxaqueño árido, colibrí tijereta, codorniz silbadora, halcón cernícalo, halcón peregrino, cenzontles, tortugas, charales, cangrejos, nutrias, larvas, caracoles, mojarras, rana, patos, gallineta, armadillo, nutria y peces en general.
También son afectados los cultivos de maíz, calabaza, frijol, tomate, alfalfa y hortalizas, a causa de las aguas que contiene el río, ya que los suelos están empobreciendo por la gran cantidad de químicos, situación que genera preocupación y angustia en los campesinos y las personas que se dedican a la agricultura, últimamente han presentado pérdidas en sus cosechas, el producto sale dañado, está contaminado y las aguas producen plagas que se comen la siembra.
En cuanto a la salud, los pobladores que habitan en las riberas del río se han visto seriamente afectados por el alto índice de contaminación del agua, familias completas, principalmente infantes, enfrentan infecciones de la piel, estomacales y respiratorias. También se ha detectado un aumento de moscos e insectos que provocan alergias y enfermedades que pueden acabar con la vida de una persona.
Entra las enfermedades más frecuentes está la disentería que produce inflamación del intestino grueso, la fiebre tifoidea que se contagia al comer o beber alimentos y agua contaminada, el cólera que se manifiesta con vómitos y diarreas, infecciones estomacales, renales, de la piel y los tejidos conjuntivos, originados por las altas concentraciones de bacterias coliformes fecales en el agua del afluente.
INTERVENCIÓN DE AUTORIDADES
El Director de Administración del Agua del Organismo Cuneca Pacífico Sur, dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Nobel Espinoza Hernández, explicó que en cuanto a la descarga de aguas residuales al Río Atoyac, este organismo tienen dos vertientes, una que consiste en la inspección, vigilancia y sanciones, y otra que consiste en programas de rehabilitación y construcción de plantas de tratamiento.
En cuanto a la inspección, vigilancia y sanciones, se trata de inicio de procedimientos administrativos en contra de los municipios que descargan aguas residuales a los cuerpos de propiedad nacional como lo es el Río Atoyac.
Son 29 municipios, en la región de Valles Centrales, los que descargan directamente al Río Atoyac, de los cuales 23 tienen plantas tratadoras de aguas residuales, pero solo dos de estas están funcionando al 100 por ciento, las demás están catalogadas como “inoperantes”, dio a conocer Espinoza Hernández.
La Conagua, en uso de sus facultades, a impuesto sanciones a estos municipios, en algunos casos, hay municipios que se han sancionado una o dos veces, no obstante las sanciones, tienen que corregir su situación.
En materia de saneamiento, la Conagua cuenta con programas para la rehabilitación y construcción de plantas de tratamiento.
Estos programas se aplican a través de mezclas de recursos que se hacen con los municipios, el estado y la federación, detallando que los que están facultados para tratar las aguas residuales antes de descargarlas a los ríos son los municipios en términos del artículo 115 constitucional, siendo los municipios quienes tienen que presentar ante la Comisión Estatal del Agua (CEA) y la Conagua sus proyectos sobre las rehabilitaciones o las construcciones de plantas de tratamiento.
Espinoza Hernández, dijo que la Conagua ha destinado 45 millones de pesos para la rehabilitación y construcción de plantas de tratamiento, pero tristemente estos recursos no han surtido sus efectos, porque no se ha logrado sanear al cien por ciento el Río Atoyac.
Respecto a las multas por verter aguas negras sin tratamiento previo al Atoyac, señaló que oscilan entre los 119 mil hasta los 150 mil pesos, siendo los municipios reincidentes San Francisco Telixtlahuaca, que cuenta con 3 multas por descargas de aguas residuales, San Bartolo Coyotepec y la Villa de Etla, los cuales descargan 18 litros de aguas residuales por segundo al Río Atoyac, sin tratamiento previo.
Las multas que impone la Conagua se turnan al Sistema de Administración Tributaria (SAT), dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), instancia encargada de cobrarlas.
Además, dijo el servidor público federal que la Conagua ha efectuado trabajos de la limpieza a través de desazolves que se realizan antes de la temporada de lluvias, así como tequios de reforestación.
En el tema de extracción de materiales pétreos e invasión de zonas federales, refirió que la Conagua también lucha contra estas irregularidades, actualmente tienen detectados a los extractores de arena y grava, la mayoría son particulares, autoridades municipales, autoridades de bienes comunales y sindicatos, a quienes les han realizado visitas de inspección y sanciones.
Referente a la contaminación de mantos freáticos dijo que la Conagua no tiene monitoreos sobre las afectaciones a los pozos de agua potable para especificar que contaminantes los afectan, lo único que mantiene es un monitoreo de los ríos, siendo los principales contaminantes los coliformes fecales y sólidos suspendidos totales.
Reconoció, que según estudios realizados por la institución, en un 98 por ciento los ríos están contaminados por aguas de los drenajes municipales, ya que en Oaxaca son pocas industrias que descargan aguas al Río Atoyac.
En cuanto a la invasión de zonas federales en el Río Atoyac indicó que se está trabajando sobre ello a pesar de que no es una infracción a las aguas nacionales, pero es un problema porque son zonas de alto riesgo y pueden sufrir daños, sea pérdidas humanas o patrimoniales con las avenidas de los ríos.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se negaron a dar información sobre las acciones emprendidas a favor del Río Atoyac, la primera argumentó que se encuentra acéfala en su dirección estatal y la segunda que el delegado no brinda entrevistas.
Por su parte, las autoridades estatales, entre ellas, la Comisión Estatal de Agua (CEA) cuya responsabilidad es la protección, fomento y aprovechamiento de los cauces del agua, sus depósitos, márgenes y zonas de amortiguamiento, solicitó a la Conagua 10 millones de pesos para elaborar un estudio que incluya un diagnóstico sobre la ubicación de los puntos críticos y el nivel de contaminación que prevalecen los ríos Atoyac y Salado.
Se incluirán proyectos técnicos que establezcan las soluciones para efectuar el rescate de ambos afluentes, informó el director de la dependencia, Benjamín Hernández, refirió que abordó el tema con la directora nacional de Conagua, Blanca Jiménez Cisneros, durante una reunión en la que le requirió el monto señalado, con el objetivo de que el proyecto de saneamiento se inicie durante el último trimestre del 2019 o comienzos del 2020.
Aclaró que el presupuesto solicitado únicamente incluye el diagnóstico y la propuesta de solución al fenómeno de contaminación, no obras de infraestructura. Entre los principales puntos a tratar en el estudio están las descargas de aguas residuales, para ello se buscará la colaboración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Politécnico Nacional, la Universidad de la Mixteca, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), apostando a las mejores propuestas para que pueda salir este año el estudio.
Mientras que la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable de Oaxaca (Semaedeso), a través del entonces secretario, José Luis calvo Ziga, quien fue removido el pasado 10 de junio después de estar al frente de esta dependencia durante más de 2 años, señaló que para el rescate del Río Atoyac se han realizado varias acciones, como reforestación y limpieza en sus márgenes.
Esta dependencia iniciará estudios para el saneamiento del Río Atoyac, haciendo las gestiones de recursos, a través del titular del Poder Ejecutivo Estatal, con la finalidad de que el saneamiento se realice lo antes posible, sin embargo, no supo especificar a cuánto asciende el monto del recurso para el estudio y sobre qué puntos versará.
MOVIMIENTO DE ORGANIZACIONES CIVILES
Las organizaciones sociales juegan un papel importante en la lucha por el rescate del Río Atoyac, en este sentido, el Coordinador del Colectivo Organizaciones Ambientales de Oaxaca (COAO), Nazario García Ramírez, explicó que una de las acciones que ha venido deteriorando más el Río Atoyac es el saqueo de material pétreo.
Recordó que la organización que coordina ha realizado acciones de protesta como la toma de las oficinas de la Conagua para que esta dependencia federal emprenda acciones para evitar el saqueo del material pétreo, pero las autoridades de este organismo les han manifestado que encuentran una gran resistencia dentro de la institución, porque los problemas de corrupción los vuelven rehenes a los titulares y muy poco o nada pueden hacer por las labores que tienen encomendadas.
En este sentido, dijo que el saqueo de material pétreo ha sido de manera recurrente desde hace muchas décadas, pero antes era de una manera rudimentaria con barreta y pala, en la actualidad se hace de manera industrial y las consecuencias es que han socavado el Río Atoyac hasta convertirlo en un cañón que lo único que transporta son heces fecales y aguas residuales o aguas negras.
TÍO DE ULISES RUIZ ORTIZ INVOLUCRADO EN EL SAQUEO
Apuntó que en este saqueo están coludidos los infractores con las autoridades de la Conagua y la Profepa, las cuales deberían de velar para que esto no se siga haciendo.
Identificó a dos personas, como las principales saqueadoras de arena y grava: a una le apodan “El Popeye”, tío del ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, así como el empresario Enrique Candiani.
García Ramírez, comentó que las autoridades municipales son los primeras que deben detener el saqueo de material, pero por el temor o compromisos políticos se niegan a hacerlo.
Mencionó que el municipio de San Lorenzo Cacaotepec, Etla, es la zona más crítica del saqueo de material pétreo, así como en la comunidad de San Sebastián Xochimilco perteneciente a Magdalena Apasco, Soledad Etla y Ayoquezco de Aldama, donde se saca material pétreo de manera indiscriminada.
En cuanto a las afectaciones que deja el saqueo de material pétreo detalló que la arena y la grava sirven para purificar el río, porque el río cuenta con un proceso natural para depurarse pero esta capacidad la ha perdido el Atoyac, además de que el material pétreo es muy importante porque son como esponjas que absorben la humedad y el agua y con esto recargan los mantos freáticos, también se encargan de retener materia orgánica que después se convierte en abono.
También se ha identificado que en San Lorenzo Cacaotepec hay un daño colateral a los pozos de agua, ya que perdieron su capacidad de producir agua derivado del saqueo de arena y grava, en este contexto, reprochó que ni la misma Conagua tenga un estudio sobre la cantidad exacta de cuánto material pétreo se saca en una semana un mes o inclusive en un año, sin embargo, dijo que son cientos de carros los que se extraen de manera diaria del Río Atoyac.
ANTE LA OMISIÓN, VÍAS ALTERNATIVAS
Durante años ha prevalecido el olvido y la falta de aplicación de la ley para la protección y preservación del #RioAtoyac.
— Efraín Aragón Ibáñez (@EfrainAragon_) June 19, 2018
Los municipios han sido omisos en el tratamiento de aguas sanitarias y en el manejo de sus residuos sólidos, lo que acarrea problemas de salud pública. pic.twitter.com/LXttF06rcb
Por otra parte, Efraín Aragón Ibáñez, representante de la organización Grupo Atoyac, conformada por siete organizaciones ambientalistas, despachos consultores y organizaciones de productores, relató que en el mes de octubre del año 2016 presentaron una denuncia ante el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) durante su novena audiencia pública en México.
Las personas que integran el tribunal escucharon de su propia voz y analizaron los argumentos dados para emitir una serie de recomendaciones, las cuales no tuvieron un carácter obligatorio para las autoridades, pero tenían fe que en algunos casos pudieran tomar medidas para detener la contaminación, pero nadie lo hizo.
El TLA responsabilizó a las autoridades federales, estatales y municipales, por su omisión ante la problemática de la contaminación del Río Atoyac y les recomendó implementar cuatro medidas urgentes, la primera era para que las autoridades pertinentes de los tres niveles de gobierno establezcan urgentemente medidas de mitigación en el Río Atoyac.
Asimismo, pidieron al gobierno del estado de Oaxaca promover una evaluación interdisciplinaria independiente sobre la contaminación actual del Río Atoyac, así como su impacto en los ecosistemas y en los derechos al agua, salud y alimentación de las comunidades afectadas; les recomendaron implementar un programa integral de saneamiento y de restauración del Río Atoyac garantizando en todo el proceso la participación de la ciudadanía.
Por último, recomendaron al Estado Mexicano que promueva un programa de educación ambiental para concientizar a la sociedad y procurar que esta situación no se vuelva a repetir; el tribunal envió la resolución a cada uno de las autoridades que se demandaron como responsables, quienes tuvieron la recomendación en sus manos pero ninguno de ellos respondió.
TRIBUNAL FEDERAL OBLIGA AL RESCATE DEL RÍO ATOYAC
Es lamentable ver que la omisión de los gobiernos estatal y federal ha ocasionado una perdida irreparable en el #RioAtoyac.
— Efraín Aragón Ibáñez (@EfrainAragon_) June 18, 2018
Urgen cambios a través de representantes municipales y legisladores con un un enfoque ambientalista.@DanielGtz_Oax @HoracioSosaOax @2018JoseAlfredo pic.twitter.com/cDsNX4urud
Se ha considerado un hecho histórico, sin precedentes e inédito, por primera vez en México, se utilizó al juicio de amparo como un instrumento de protección al medio ambiente, la Asociación Civil Ligio Estratégico Indígena, logró que el pasado 23 de mayo, el Tribunal Colegiado del Centro Auxiliar de la Séptima Región de Acapulco, Guerrero, concediera un amparo mediante el cual “obliga” a las autoridades de los tres niveles de gobierno a emprender acciones coordinadas para sanear los ríos Atoyac y Salado.
Al respecto, la abogada y vicepresidenta de Litigio Estratégico Indígena, Mariana Yáñez Unda, indicó que desde el año 2016 emprendieron una lucha histórica por la justiciabilización de los derechos ambientales, mediante el juicio de amparo indirecto número 621/2016, en auxilio de un indígena mazateco que vive cerca del Río Salado.
Demanda que fue turnada al Juzgado Primero de Distrito en el Estado de Oaxaca, pero éste, mediante acuerdo de cuatro de abril de 2016 desechó la demanda de amparo, fundamentando que el quejoso no tenía interés jurídico, es decir, que no se demostraba que la contaminación del río le afectaba directamente, interponiéndose un recurso de queja, solicitando que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ejerciera su facultad de atracción.
La Segunda Sala de la SCJN atrajo el asunto, el Ministro José Fernando Franco González Salas hizo suya la solicitud y formó el expediente de queja número 1/2017, mediante resolución de 26 de abril de 2017, la Segunda Sala de la SCJN revocó el acuerdo de desechamiento y ordenó al Juez Primero de Distrito en el Estado de Oaxaca que admitiera la demanda, porque se demostró que el indígena mazateco si tenía interés jurídico legítimo.
Después de darle trámite al juicio de amparo, una vez recabados los informes justificados de las autoridades responsables y de la celebración de la audiencia constitucional, el 26 de marzo de 2018, la licenciada Elizabeth Franco Cervantes, Jueza Primero de Distrito en el Estado de Oaxaca, concedió el amparo y protección de la justicia federal al derecho humano al medio ambiente.
AUTORIDADES ALEGARON ANTE EL JUEZ QUE EL RÍO NO ESTÁ CONTAMINADO
Sin embargo, cinco autoridades responsables se negaron a cumplir la sentencia e interpusieron el recurso de revisión, que fueron la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el Gobierno del Estado de Oaxaca, el Municipio de Oaxaca de Juárez y el Municipio de Santa Cruz Xoxocotlán.
Las autoridades argumentaron en el recurso de revisión que no se probó que los ríos están contaminados, a pesar que la Juez Primero de Distrito manifestó que esto es un hecho notorio, también argumentaron que el quejoso no tenía interés jurídico, que no está demostrado que la contaminación de los ríos le afecte, asimismo, dijeron que sí han hecho lo posible por realizar acciones para sanear a los ríos.
En consecuencia, el asunto fue turnado al Tribunal Colegiado del Centro Auxiliar de la Séptima Región con sede en Acapulco, Guerrero, donde se formó el expediente de Amparo en revisión 1022/2018, junto al expediente auxiliar 429/2018, resolviendo el 23 de mayo de 2019, que las autoridades quedan obligadas a sanear los ríos Atoyac y Salado, es decir, los gobiernos municipales, estatal y federal, deberán idear un plan integral para el saneamiento de los ríos, cada uno dentro de las atribuciones que les corresponde.
Las autoridades que por mandato judicial tendrán que intervenir en el saneamiento de estos afluentes son la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Así como el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa; además los presidentes municipales de Oaxaca de Juárez, San Miguel Amatlán y Díaz Ordaz, Oswaldo García Jarquín, Pablo Martínez García y Everardo Cruz Juan, respectivamente.
El tribunal federal también mandó que la resolución fuera acatada por los presidentes municipales de Tlacolula de Matamoros, San Pablo Villa de Mitla, San Agustín de las Juntas, Santa Cruz Xoxocotlán, Carlos Manuel León Monterrubio, Abelardo Ruíz Acevedo, Tomás Pérez López y Emmanuel Alejandro López Jarquín.
En cuanto a la ejecución de la sentencia, la abogada Mariana Yáñez Unda, precisó que aún no hay plazos fijados para el cumplimiento de la sentencia de los ríos, esto quedará en manos de la Jueza Primero de Distrito de Oaxaca, fijar los plazos, términos y condiciones en las que se deberá cumplir la sentencia de amparo.
El Tribunal Colegiado de Oaxaca está en tiempo de recibir la sentencia del Tribunal Colegiado del Centro Auxiliar de la Séptima Región de Acapulco, siendo a partir de la fecha de la recepción cuándo comenzarán a correr los plazos legales para que la Jueza Primero de Distrito empiece a girar las indicciones a las autoridades responsables, quienes también, en tiempo y forma, deben ser notificadas del resolutivo del amparo.
EL TRIBUNAL ORDENÓ QUE PRIMERO SE TIENE QUE DISEÑAR UN PLAN INTEGRAL DE RESCATE
Se trata de una ejecución de sentencia sui géneris, ya que no es una ejecución que se realice como todas las sentencias del juicio de amparo, siendo una situación diferente, porque primeros debe construirse el plan de rescate integral de los ríos Atoyac y Salado.
Dentro de este plan se tendrá que hacer el cronograma de las actividades y las acciones para el rescate de los ríos, el cual deberá ser aprobado por la Jueza Primero de Distrito, en caso de que las autoridades se nieguen a cumplir el resolutivo, la Ley de Amparo establece que las autoridades responsables serán acreedoras a la destitución de sus cargos y puestos a disposición del Ministerio Público Federal.
Quienes integran la organización civil Ligio Estratégico Indígena hicieron un llamado a la ciudadanía para que participe en el rescate, vigilando la actuación de las autoridades responsables, también hicieron una invitación a otras asociaciones civiles ambientalistas como Greenpeace y World Wildlife Fund, para que vigilen el cumplimiento de la sentencia de amparo.
RESCATE
El Colectivo Organizaciones Ambientales de Oaxaca (COAO) propone un decálogo para el rescate del Río Atoyac: rehabilitación de plantas tratadoras de aguas residuales; delimitación del derecho del río a franja federal; retiro de los basureros a cielo abierto cercanos al río; limpieza del afluente principal; reforestación con especies nativas y endémicas en el margen del afluente.
Así como prohibir de manera determinante la extracción de materiales pétreos de lecho del río; construcción de gaviones donde las paredes del río amenaza con colapsarse; construcción de bordos donde el cauce les permita para en su entorno crear los bosque; llevar a cabo campañas de concientización mediante la creación de una escuela itinerante de educación ambiental; así como desarrollar talleres para el buen manejo de los residuos sólidos y el manejo del agua.
PROPUESTAS DE SANEAMIENTO DESDE LA SOCIEDAD CIVIL
El ingeniero Eduardo Guillermo Mejía Torres, representante de la organización social Siembra en el Mar y en la Tierra por Oaxaca, quien lleva 15 años realizando investigaciones sobre las afectaciones al Río Atoyac y las formas de efectuar un verdadero saneamiento, plantea que se debe involucrar la sociedad civil organizada, estar unidos y tener propuestas conjuntas a problemas tan graves como el caso de la contaminación del Río Atoyac.
Pidió al artista gráfico, Francisco Toledo, reconocido ambientalista y a la organización ambiental internacional Greenpeace, que tienen un poder de convocatoria amplio, sean ellos, quienes hagan el llamado a las organizaciones civiles ambientalistas, a los tres niveles de gobierno, a las instituciones de enseñanza e investigación, que también han hecho trabajo sumamente importantes sobre las condiciones que guarda el río, a las autoridades de bienes comunales y a los comisariados ejidales de las diversas localidades por donde transita el río, para que se unan al rescate.
Mejía Torres, recomienda que que cada organización presente propuestas de soluciones integrales, que pueden venir desde los trabajos de reforestación en las parte alta de la Cuenca, la reducción de la velocidad escorrentía de las aguas de lluvia a través de presas filtrantes, establecimiento de gaviones, la limpieza del río, además de trabajos de concientización con la sociedad.
Dijo que se deben contemplar la construcción de pozos de recarga, fosas de absorción de agua de lluvia, baños ecológicos en comunidades menores de cuatro mil habitantes y activación de plantas tratadoras de aguas residuales.
En el caso del aprovechamiento de materiales pétreos señaló que hay una enorme omisión de parte de la Conagua, órgano que el gobierno federal que tiene bajo su responsabilidad todos los cuerpos de agua, que si bien mucha gente cuenta con su concesión de aprovechamiento de materiales pétreos, pero no hay quien vigile el correcto cumplimiento del manejo y aprovechamiento de materiales.
Asimismo, tienen que coadyuvar la Profepa, Conagua, Semarnat y la Comisión Estatal del Agua, para que quienes tienen estos permisos de aprovechamiento de materiales pétreos lo hagan conforme al plan de trabajo que presentaron y que les fue aprobado.
En el problema de aguas negras plantea la reactivación de las plantas de tratamientos de aguas que ya existen en las localidades de más de 10 mil habitantes.
Para las pequeñas localidades señaló que la mejor alternativa para el manejo de las aguas residuales son los baños ecológicos a través de biodigestores, ya que no se puede seguir pensando en redes de drenaje amplias en las comunidades y en plantas de tratamiento que al final son obsoletas y no funcionan, como es el caso de las plantas que hay actualmente.
Argumentó que las plantas que se construyeron en diversos municipios si contaron con la inversión inicial para el establecimiento de la estructura, con lo que no contaron fue con el mantenimiento y manejo de las plantas año con año, para lo cual los municipios no consideran un presupuesto, solamente en el consumo de energía eléctrica y motores trifásicos de continuo trabajo. Los municipios no tienen los recursos económicos para poder pagar ese mantenimiento.
En muchos de los casos, las personas usuarias, arrojan al drenaje todo lo que se le ocurre, “puede uno encontrar en las plantas tratadoras zapatos, pañales y no hay personal capacitado para poder manejar esas plantas en su mantenimiento preventivo; una planta de una comunidad pequeña debe de tener alrededor de 3 millones 500 mil de pesos al año para poderla mantenerse en operación”.