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Tragedia y farsa

El Piñero

Lo que hace meses inició como tragedia hoy se devela como farsa.

OPINIÓN INVITADA / Juan Jesús Garza Onofre

El proceso que Jaime “El Bronco” Rodríguez ha seguido para contender por la Presidencia de la República, antes que catalogarse como exitoso o satisfactorio, es posible enunciarlo como un rotundo y escandaloso fracaso para nuestra impredecible justicia electoral y nuestra siempre incipiente democracia.

La sorprendente y controversial decisión del Tribunal Electoral federal que anoche dispuso la inclusión de Rodríguez en la boleta presidencial de las elecciones del 1 de julio resulta otra oportunidad perdida para intentar enmendar el trabajo de un órgano bastante cuestionado desde su nueva integración. Un órgano que, antes que abonar certeza jurídica al enturbiado contexto en el que funge como árbitro, se ha encargado de subsanar inconsistencias a discreción y sembrar dudas en torno a su verdadera independencia y autonomía.

Lo que decidió el Tribunal Electoral respecto a “El Bronco” no es una “decisión garantista”, como afirmó uno de los magistrados que votó a favor: es simple y sencillamente un criterio espurio, un criterio político disfrazado de jurídico. Una decisión formalista que entrevé que lo único que hace falta para estar en una boleta presidencial es una fotocopiadora y ser un descarado.

Aquí no se trata de argumentos jurídicos, tampoco de estrategias en el litigio electoral, si bien el equipo de Rodríguez Calderón se empeñó en defender lo indefendible, al grado de transformar sus ocurrencias en meras descalificaciones y discursos absolutamente disparatados, lo cierto es que los razonamientos que primaron se descubren como un compendio de apologías de errores que al final no importan tanto. O como un manual de irresponsabilidades morales sin consecuencia alguna.

Parece que la justicia abierta que tanto proclama el Tribunal Electoral lo es tanto que permite que los candidatos hagan trampa para estar en la boleta. En pocas palabras, se puede afirmar respecto al caso de “El Bronco” que lo que se decidió fue corromper la figura de las candidaturas independientes, pues aunque se conozcan irregularidades es posible presumir que se cuenta con el número mínimo de firmas exigidas.

El razonamiento en cuestión evoca a “Layín”, aquel despistado y campechano Alcalde de San Blas, Nayarit, que dijo que sí robó, pero poquito. Pues con “El Bronco” es casi lo mismo, con la diferencia que sí hizo mucha trampa.

Aquellos aires de grandeza que clamaban por propagar la nueva independencia de un Estado hacia todo el País, por construir nacionalmente un Gobierno Bronco y sin miedo, se han desnaturalizado por completo, transformando el proyecto de Rodríguez en un chiste malo.

No todo se vale, no todo tiene que encontrar solución a partir de turbios acuerdos políticos. Se supone que para eso están las instituciones, para resguardar y evitar atropellos a la democracia.

En ese sentido, ¿por qué insistir en los procesos de designación de los integrantes de las altas Cortes? ¿Por qué se llamó tanto la atención sobre la ampliaciones de los mandatos de los magistrados electorales? Simplemente, por cómo está resolviendo sus casos el Tribunal Electoral, porque designaciones se pagan con decisiones.

Con trampas no se puede ganar una elección. Con un proceso viciado de origen difícilmente alguien puede aspirar a gobernar de forma honesta.

Si el Tribunal Electoral federal permitió la inclusión de Rodríguez en la boleta, estoy seguro que la ciudadanía no será cómplice.

La sarta de irregularidades y cuestionamientos de su proyecto político aquí en Nuevo León deslegitima por completo cualquiera de sus futuras pretensiones políticas.

En definitiva, la forma en cómo llegó “El Bronco” a la elección presidencial resulta una tragedia. Sin embargo, su farsa -esperemos- no se volverá a repetir.

El autor es director del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho.

https://www.elnorte.com/aplicacioneslibre/editoriales/editorial.aspx?id=132589&md5=9dbccdbbeb6525efdd81d2d71dcaf3f2&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe&lcmd5=a2b4143fca9f86450a360c9e382c4e64

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