CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- El cuerpo de Abbey Conner, de 20 años, fue sacado de una piscina en el lujoso resort Iberostar Paraiso del Mar, en Playa del Carmen, Cancún, en enero de este año. La causa: tomar bebidas adulteradas.
El servir tragos adulterados en bares y antros del país no es una novedad. Las autoridades tienen claro y han advertido que alrededor del 40% al 60% de las botellas en este tipo de establecimientos, son apócrifas.
Sin embargo, este tipo de bebidas alcohólicas ha llegado a los resorts de lujo en las playas más visitadas por extranjeros en México y ya ha cobrado vidas de turistas, en este caso una joven estadounidense.
En un reportaje publicado por USA Today, el pasado 20 de julio cuentan la historia de Abbey Conner y otras víctimas de este tipo de delito que cada vez es más frecuente.
La joven llegó a Playa del Carmen en enero acompañada de su hermano Austin, su madre Ginny y su padrastro John, pero tan sólo unas horas después flotaría en la piscina-bar del lugar, con su hermano inconsciente a un lado de ella.
La familia, como la mayoría de los extranjeros de tierras frías, huyó de las bajas temperaturas de Pewaukee, Wisconsin, estado separado de Canadá sólo por las aguas del lago Michigan.
Una vez instalados en las cálidas tierras de Quintan Roo, en el complejo Iberostar Hotels & Resort Paraiso del Mar, los hermanos bajaron a la alberca con bar incluido.