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Trastupijes en educación; ,maestría de Arturo Bermúdez

Staff El Piñero

Barandal

Luis Velázquez

Veracruz.- PASAMANOS: Nunca Javier Duarte ni Arturo Bermúdez serán perdonados por el río de sangre y el valle de la muerte en que convirtieron a Veracruz con tantos secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas.

Y más, porque por vez primera en su historia, Veracruz se convirtió en una referencia nacional de las fosas.

Pero al mismo tiempo, resulta imperdonable la corrupción a que fue sometido el sistema educativo.

Por ejemplo, y entre otros, el hecho de que en el Colegio Veracruz, COLVER (¡oh ilustre Colegio de México, fundado por el historiador Daniel Cosío Villegas, la institución más prestigiada de la nación!), se haya prestado a regalar títulos de maestría a duartistas.

Entre ellos, a Bermúdez y a un hermano del diputado federal, Edgar Spinoso Carrera, quienes dueños de la riqueza, quisieron, como en la Edad Media, títulos de nobleza.

Y los compraron, quizá, digamos, en una especie de tráfico de influencias, como si el COLVER fuera, digamos, un colegio privado… para hacer y deshacer según el capricho de quienes mandaban.

Y más, porque está probado que la UPAV, Universidad Popular Autónoma de Veracruz, el gran orgullo educativo de Duarte, también expedía títulos de posgrado como volantes en una kermesse, según la denuncia de la mismita secretaría de Educación Pública a cargo de Aurelio Nuño Mayer.

Peor tantito: el académico del COLVER, Jorge Rebolledo Flores lo documentó el martes 7 de febrero.

Y entre otras cositas dijo lo siguiente:

Uno: la orden provenía, háganos favor, del rector del COLVER, Eugenio Vázquez Muñoz, por cierto, íntimo amigo del diputado federal, Adolfo Mota Hernández, y quien alardeaba su relación.

Dos: el investigador Jorge Rebolledo reveló que “el título se los regalaron, yo les di clases a los dos, los reprobé, yo solicité su baja pero continuaron en el COLVER” (La Jornada Veracruz, 8 de febrero, 2017).

Tres: a partir de que el académico formuló tal denuncia ha sido amenazado de muerte por la vía telefónica.

Y aun cuando Miguel Alemán Velazco decía que “todos en la vida hemos sido amenazados alguna vez”, en los días y noches turbulentas que se viven y padecen, y más con Arturo Bermúdez en el penal de Pacho Viejo, y más porque los mandos medios y bajos y los policías de Bermúdez siguen todavía en el pandero, nadie puede descartar las intimidaciones en contra de Jorge Rebolledo.

Nadie quisiera así que al maestro le sorprendiera un ataque de caspa, porque entonces el culpable estaría fuera de duda.

 

BALAUSTRADAS: Todavía más:

Los académicos del COLVER, a quienes adeudan cuatro quincenas, se fueron a la calle en este tiempo de indignación crónica social.

Y entre otras cositas dieron nombres de “los aviadores”:

Uno: Eduardo Andrade Sánchez, con doble plaza de profesor investigador. Magistrado fast track duartiana en el Tribunal Superior de Justicia, ex diputado local y federal, ex procurador de Justicia, ex jefe jurídico de Javier Duarte, autor de libros y ex maestro en la UNAM, ex cuñado de Gloria Trevi.

Dos: Petra Armenta. Directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana.

Y tres: Arturo Gutiérrez Góngora, subdelegado del Issste, allí donde estaba de titular Renato Alarcón, ungido presidente del CDE del PRI, y quien el primer día de su “liderazgo” dijo que en el ex partidazo mandaba él y solamente él.

Cierto, la Yunicidad ha convertido el tema de “los aviadores” en un asunto de seguridad nacional, pues entre todos significaban una carga demasiada pesada para un erario saqueado y exprimido a lo máximo por el gobierno anterior.

Pero en el caso, la denuncia toma validez porque viene de los mismos académicos del Colegio de Veracruz, cuyo nombre y prestigio, si alguna vez lo tuvo, ha sido enlodado.

Arturo Bermúdez, imponiendo su ley… hasta en la vida académica en un Veracruz con 600 mil personas de 14 años de edad que no saben leer ni escribir y en donde hay más de dos millones y medio de paisanos con la educación primaria, secundaria y bachillerato incompleta.

Sólo faltó que la LXIII Legislatura del cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, le entregara las medallas Adolfo Ruiz Cortines por su política humanitaria y Enrique Rébsamen por su política educativa y Enrique Laubscher por estudiar una maestría en edad mayor.

Injustos que fueron…

 

ESCALERAS: El cochinero duartiano fue insólito. Cada semana el lodazal se multiplica. Y el ciudadano recobra la capacidad de asombro… cuando ya creíamos haber visto todo, como el caso de la telenovela “La candidata”, de Televisa, que documenta las más bajas pasiones a la que los políticos suelen llegar en la rebatinga por el poder.

Uno de ellos, imponer su ley en casas de estudios superiores como la UPAV y el COLVER para usufructuar y alardear una vida académica que sólo con oírlos hablar se duda, como por ejemplo, la frase de Arturo Bermúdez de “¡pinches medios!”.

Incluso, habría de referir que hasta la dichosita Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, CEAPP, vecina del COLVER en su edificio, se “tiró al piso” de Bermúdez cuando Namiko Matzumoto era la titular, ungida presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos por dedazo de su tío político, Érick Alejandro Lagos Hernández.

En el duartazgo, todo indica, la tarea de gobernar y el ejercicio del poder y la política se pudrió. Mejor dicho, desde adentro la pudrieron.

Y lo peor, las elites callaron, y de acuerdo con la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos se volvieron cómplices.

Calló el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior.

Calló la Comisión de Vigilancia del Congreso.

Callaron los tres Contralores.

Callaron los seis secretarios de Finanzas y Planeación.

Callaron los auditores internos y externos.

Callaron los tres secretarios Generales de Gobierno.

“Yo le decía que estaba mal desviar recursos, pero no me hacía caso” dijo Antonio Gómez Pelegrín, el último titular de la SEFIPLAN.

Pero con todo, ahí siguió, convalidando con su nombre y prestigio los trastupijes de Javier Duarte, quien hoy cumple 117 días “a salto de mata”, huyendo de la PGR, que lo inculpa de enriquecimiento ilícito, peculado, delincuencia organizada y lavado de dinero.

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