- “Yo era gorda y obesa” decía
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Siguen padeciéndose en Veracruz días infelices. “Más días y días de torbellino, intranquilidad, inestabilidad social, desastres económicos” (Eric Nepocumeno). Pero con todo, y por hora, resultan insuperables los días negros y sórdidos de Karime Macías y Javier Duarte.
Ella tiene ya su lugar, cierto, en la historia local, pero más aún, nacional. “Simboliza, dice la escritora Isabel Arive, la corrupción y la impunidad de las que gozan las esposas de los gobernantes”.
Un laberinto oscuro, pues. Un largo y extenso túnel social, sin que ninguna lucecita alumbre el camino.
Por eso, el libro que escribiera con su colega Claudia Guerrero, “Sí merezco abundancia”, sorprende.
Y sorprende porque contra los miles de kilos de papel periódico y de litros de tinta que se han ocupado en la historia de Karime, el libro, editorial Planeta, aporta nuevas luces, nuevos hechos, nuevos datos.
Y en todo caso, y aun cuando existieran lectores (ciudadanos todos) que conocieran tales entramados, quizá los habrían olvidado. Y el libro permite recordar y avivar la indignación crónica que la pareja gubernamental sembró y heredó como su único legado, la noche más sombría de Veracruz y que, claro, lógico, hace olvidar “la noche tibia y callada de Veracruz”, oh Agustín Lara cantando en los burdeles de la Ciudad de México.
El subtítulo del libro engloba el mundo sorprendente: “Crónicas de cinismo e impunidad sobre Karime y otras ‘primeras damas’ de México.
Cierto, están incluídas historias de las esposas de otros políticos, varias de las cuales (las de Graco Ramírez, Morelos, y Arturo Nuñez, Tabasco, por ejemplo) sueñan con que el marido les herede el trono imperial y faraónico de sus estados.
Pero al mismo tiempo, la mayor parte de las 187 páginas son ocupadas por Karime, aquella que “en la plenitud del pinche poder” decía:
“Dios está en todos lados, pero en Veracruz duerme”.
Se ignora si así fue, pero todo indica que Karime confundió a Dios con Luzbel.
PASAMANOS: El libro, como dice el estudiante de la facultad de Letras, se lee… de una sentada. De pronto, pareciera un callejón sin salida, esperando más sorpresas. Godzila reencarnando el sexenio atroz. Una elite priista encaramada en el poder creando y creando un cuadro gris y feo, y de ñapa, en medio de la impunidad que les duró mientras estaban en la cumbre. Ahora, el infierno.
Sorprende, por ejemplo, la experiencia esotérica de Karime con Irma Azomosa y Ponce, con todo y su yerno, Mario Rincón, y que se adueñara de la voluntad de la esposa de Javier Duarte y que pronto originara “excesos administrativos y enriquecimientos personales”.
Sorprenden los traumas de Karime cuando decía a sus compañeros de cursos. “Así como me ven, yo era gorda, pues de joven era obesa” y que, se entiende, se deriva de la lectura minuciosa, con lupa, que Claudia Guerrero habría tenido del diario de Karime descubierto en la famosa bodeguita de Córdoba, a tal grado que, por ejemplo (y sorprende más), Karime confesaba como una decepción haberse casado “con un gordito”.
Sorprende que “Karime controlaba todo lo referente a Duarte: desde la corbata que usaba hasta los amigos y las personas que visitaban la casa, para evitar las malas vibras y la alteración de los chakras”, la mala vibra, el mal karma, decía en aquel tiempo Édgar Spinoso Carrera.
Sorprende el premio “Rising Star” otorgado a Duarte (y que guardaba en la famosa bodeguita) con la leyenda “Soy honesto”.
Sorprende que Karime se llamaba a sí mismo “La primera lady”.
Y sorprende que la fortuna de Juan Manuel del Castillo, ex secretario particular y tesorero de SEFIPLAN (ahora diputado local) se calcula en más de ochocientos millones de pesos.
CASCAJO: Sorprende el diario de Karime obtenido en exclusiva por Claudia Guerrero. El siguiente detalle, confesión, denuncia, desliz, cinismo:
“Relación c/todos los secretarios para ver qué obras hay y seguimientos para reporteros… relación con empresarios que le reporten… relaciones económicas con otros actores políticos y mandos de comunicación… administración de aviones y helicópteros… nosotros… buscar negocios”.
Más aún:
“Moy (Moisés Mansur Cisneyros) una cuenta por negocio… Javier ¿hay comisión por la colocación? ¿Cuánto es, a dónde va”?
Bien lo decía Karime en otra página de su diario: “Al DIF… hay que exprimirlo” Al gobierno de Veracruz, también, claro.
El rancho “Las mesas” en el Valle de Bravo fue la plenitud del poder. Y en el rancho, caballos finos de carrera y una alberca y un hospital para los animales.
“Ahí estaban sus caballos, algunos con valor superior a los cinco millones de pesos. Por dos caballos (Apollo G y Beyahcinthye) se pagaron seiscientos mil dólares. Y estuvieron registrados a nombre de Karime en la Federación Ecuestre Mexicana”.
Sorprende también otro dato, el siguiente:
“La falta de tiempo hizo que Javier Duarte y Karime olvidaran 23 millones de pesos que tenían guardados en cajas de cartón en una casa ubicada en la Colonia del Valle, en la Ciudad de México”.
Sorprende, por ejemplo, que “Astrid Elías Mansur, como directora del DIF, rápidamente tomó el control de los negocios familiares de Karime y permitió que Antonio Tarek Abdalá Saad se convirtiera, bajo prestanombres, en proveedor del DIF”.
El libro “Sí merezco abundancia” es una mina de información fresca para que el ciudadano siga llenándose de indignación y que sus neuronas y el corazón jamás encuentren sosiego social, si se considera la primera enseñanza que ha de tener un reportero en el kínder. Nueve de cada diez políticos… son mentirosos, pillos, ladrones y corruptos, con todo y Sistema Nacional Anticorrupción, pues bastaría recordar que hay diecisiete ex gobernadores en el banquillo, unos presos, otros prófugos y otros indiciados.
Y en el paquete, las esposas y los hijos y los tíos y los primos y los amigos y los socios, etcétera, etcétera.