VICENTE BELLO
México.- Cuando Mario Delgado, senador del PRD, exigió a José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda, que confirmara si –como aparece en el Diario Oficial de la Federación del pasado 27 de diciembre de 2016- habrá nuevos aumentos a las gasolinas y el diesel, los próximos 4, 11 y 18 de febrero, y de cuánto serán, el hacendario mayor del gobierno de Enrique Peña Nieto respondió, pero no directo, como se lo pedían, sino andándose por las ramas:
“Esta publicada (ese día, en el DOF) la metodología, (que) depende de un conjunto de factores que se siguen todavía moviendo y que, por tanto, no conocemos” …
Ya estaban en el tercer tercio de una reunión de trabajo, que no era comparecencia. La diferencia: en una reunión no están obligados los visitantes a hablar con la verdad. Meade Kuribreña siguió: “La metodología refleja, la metodología prevé el costo de las gasolinas, que primero se ajustaron mensualmente, luego semanalmente y eventualmente diario”.
Y remachaba José Antonio Meade siempre bordando sobre la misma tela, el mismo argumento. La misma argucia gubernamental: la causa del aumento en las gasolinas no es la reforma energética, sino el alza del precio internacional del crudo…
El hacendario mayor continuó: “Tendría que reconocer el costo internacional de la misma, el costo de logística, el margen y los impuestos. De estos sabemos a ciencia cierta que el costo y el margen no hablan de moverse, con independencia de que los gasolineros escojan por la razón que fuera en su estrategia comercial, ofrecer disminuciones”.
Y entonces, advertiente, ominoso, Meade dijo: “El impuesto se disminuyó desde el 31 de diciembre y lo que suceda, no solamente en esas tres fechas que usted comenta sino en adelante, dependerá crucialmente en la evolución del tipo de cambio y del precio de la molécula, respecto de los cuales habremos de estar atentos”.
Tan fácil la respuesta: era sí o no. Pero había que echar una retahíla típica sobre economía para marear.
Estaban en el punto climático del encuentro. Hacía un instante, Candelaria Ochoa, de Movimiento Ciudadano, había tocado un tema sensible e incomprensible para el país: ¿por qué tanta disparidad de precios de las gasolinas en el país?
Candelaria Ochoa exigió al otro visitante, Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, por qué en Zapopan, donde existe el mayor depósito de gasolinas, los combustibles tendrán el mayor precio del país. Y entonces Pedro Joaquín respondió: “Pues sí, respecto a Zapopan, lamentablemente los precios de las gasolinas regionales son más altos que en otras partes del país, fundamentalmente, por la logística”.
Pedro Joaquín agregó: “Es zona metropolitana de Guadalajara, hay una Norma Oficial Mexicana que establece una calidad especial para esa Norma, y eso lleva que ese costo viene de la logística de trasladarlo desde el Puerto de Tuxpan, hasta el occidente del País”.
Coldwell continuó con su respuesta a Candelaria Ochoa: “Como aquí se ha mencionado por el Secretario de Hacienda, lo que influye sobre los precios de la gasolina es el costo internacional del crudo, la paridad cambiaria, y hay una tercera variable, que es la logística, particularmente, el transporte”.
A decir del secretario de Energía, “ahí es donde la reforma energética va a incidir atrayendo inversiones que nos permitan ya no estar usando con tanta capacidad los autotanques, que es el medio de transporte más caro, e incentivar el transporte por ferrocarril y la construcción de poliductos que nos llevaran a precios y a costos más racionales”.
Turno a la tribuna de Vidal Llerenas Morales, del Morena. “Nosotros creemos que es posible un precio (de las gasolinas) único en el país; el PRI cree que no; creen ustedes que las comunidades más pobres tienen que pagar la gasolina más cara”.
Conversación entre economistas. Vidal Llerenas restregó: “Por supuesto que cuando se aprobó la Ley de Ingresos y que se estimó un impuesto a las gasolinas, una recaudación de 433 mil millones de pesos y el mismo día que se aprobó la Ley de Ingresos se estimó a la alza el precio del dólar, se sabía que se iba a incrementar el precio de las gasolinas, no había manera de que no”.
Entonces Vidal soltó un buscapié al PAN cuando propuso que la Comisión de Hacienda, que preside una panista, convoque la semana próxima para revisar con fines de dictaminación “las iniciativas que varios hemos presentado en materia de IEPS, de hidrocarburos, de Ley de Ingresos, y que ahí se tomen las decisiones”.
Y también Vidal arrojó una jiribilla al Pleno: “Habrá muchos priistas que los van a apoyar. Ya, por ejemplo, hay una diputada que ya se manifestó a favor de esto, la diputada Ivonne Ortega, el gobernador de Jalisco, el gobernador de Sonora. Construyamos una mayoría para revertir lo que está pasando”.
Y remachaba el legislador: “Sería muy sencillo: la semana que entra que se convoque a la Comisión de Hacienda y ahí discutimos cada una de nuestras propuestas y ahí se va a ver quién está a favor y quién está en contra, y qué mecanismos podemos encontrar para hacer caso a lo que los mexicanos quieren, que es evitar un fenómeno como el que estamos viendo, en donde no hay certidumbre en torno a este precio que se va a seguir incrementando”.
Al final, los opositores coincidían al pedir el recorte al IEPS ante un Meade Kuribreña que se hacía el sordo como su jefe, el presidente. “No es una opción”, reviraba, al tiempo que admitía que en febrero las gasolinas aumentarán todavía más.