Luis Velázquez | El Piñero
18 de agosto de 2021
EMBARCADERO: El síndrome de Hernán Cortes, y que es el síndrome del conquistador, el mesías del nuevo mundo, el predestinado enviado por un Ser Superior para salvar la tierra, pegó duro y tupido a un número incalculable de las tribus marrón y guinda de la 4T… Por ejemplo, si en el siglo pasado, con más de setenta años de hegemonía y dictadura priista, los priistas se volvieron mesiánicos, soberbios, perdona-vidas, ahora, con MORENA se las elites en el poder se recrudecieron…
ROMPEOLAS: Entre los políticos de cada nueva generación y cada partido político existe un vaso comunicante, un eje rector, una constante que los empalma y yuxtapone y los hace iguales… Es la soberbia… Por eso, más vigente que nunca la frase célebre de Eufemio Zapata, el hermano menor de Emiliano, el Caudillo del Sur, cuando aseguraba que la silla presidencial (y por añadidura, de los hombres en el poder) era una silla embrujada porque a todos, sin excepción, los enloquecía de poder… Nada peor en la vida como sentirse superior a los demás… Y creer, por añadidura, que si tienes el poder eres el dueño del día y de la noche y del destino humano, digamos, como los emperadores romanos y los hacendados porfiristas…
ARRECIFES: Un mediodía, Héctor Fuentes Valdés tomaba café con un amigo en La Parroquia, 207 años, de la avenida Ruiz Cortines, en Boca del Río… Entonces, entró por la puerta principal un hombre de estatura diminuta, más diminuta que Napoleón Bonaparte… Gordito, gordito, casi casi Rotoplas… Pantalón beis y camisa blanca, con un chaleco color café que en la parte trasera tenía la siguiente leyenda… “Soy un Siervo de la Nación”…
ESCOLLERAS: Moreno morenito, a tono con su partido, MORENA, cara redonda, de plato completo, solo y solitario, ingresó al café mirando al mundo, a los demás, a los clientes, a los comensales, de arriba para abajo, como por ejemplo, miraba a los súbditos Calígula, aquel Cesar que “a veces, decía, me siento Dios”… Aquel Siervo de la Nación giró la mirada de norte a sur y de este a oeste del café buscando, digamos, una mesa vacía… Pero en realidad, exhibiendo su grandeza humana, donaire y abolengo, estatura gigantesca, como de seguro Hernán Cortés desembarcó en las playas de Chalchihuecan…
PLAZOLETA: Luego, llamó a un mesero con un chasquido de los dedos… Y antes, mucho antes de pedir el café y una canilla, le dio tremendo, insólito, discurso, mejor dicho, homilía sobre la 4T según revelara después el mesero… Incluso, el mesero debió interrumpir su perorata porque el capitán lo estaba mirando con reproche por tanto tiempo estacionario con el cliente… En realidad, aquel Siervo de la Nación manifestaba con su actitud la soberbia con que los feligreses de la capilla de la 4T llegaron al poder, dueños del chirrión y del látigo, puros entre los puros, honestidad valiente…
PALMERAS: La grandeza de la 4T (los programas sociales, la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles, las giras semanales de López Obrador en el interior de la república, incluso ‘Las mañaneras’ con todo, el combate a la corrupción política) son derrumbados por la soberbia megalómana con que las tribus de MORENA están ejerciendo el poder… Más, mucho más, en el trato con la población gobernada… Y más, hacia el interior de las oficinas públicas en el trato de los jefes a los burócratas… La mayoría, actuando como unos perdona-vidas sabiondos… Ni en los peores tiempos de la soberbia priista y panista…