*En sesión de cabildo el Presidente de Tuxtepec no se echó para atrás, añadió incluso que gracias a su acción impidió que el Regidor de Seguridad Pública “hiciera negocio” con proveedores.
Redacción del Piñero/Corresponsalía
Tuxtepec, Oaxaca.- En maratónicas 5 sesiones de cabildo que empezaron 2 de la tarde y concluyeron casi 8:30 de la noche, el Presidente de Tuxtepec Fernando Bautista Dávila reiteró sus acusaciones contra los Regidores que solicitaron públicamente una disculpa por haberlos acusado de pedir “moches” de 5 millones de pesos por aprobar el primer paquete de obras, algo que finalmente ya ocurrió.
La primera en solicitar una disculpa pública fue la Regidora de Ecología Anilú Delfín Pacheco, pero Dávila se mantuvo firme y agregó detalles como el hecho de que en un convivio ella le pidió 5 minutos para exigir la cantidad ya mencionada a cambio de “levantar la mano”.
Luego Paco Niño Regidor de Bienes Municipales solicitó al Presidente que al tratarse de dinero público, revelara detalles de la petición de los Concejales, a lo que el Edil replicó ¡Ya contesté esa pregunta y sostengo mi palabra, yo no miento y no daré un peso del dinero del pueblo de Tuxtepec a nadie!.
La que pareció echarse para atrás fue Lupita Santos Regidora de Servicios Públicos, quien solicitó al Presidente que ya no diera más detalles de su encuentro ni su petición, además le pidió no mencionar más su nombre ante el cabildo por esta bochornosa situación y finalmente la Regidora que parecía muy enojada el fin de semana pasado, todavía “le echó bronca” a Paco Niño a quien solicitó no defenderla, es decir que en pocas palabras fue la única que ¡SE ECHÓ PARA ATRÁS!.
Marissa Obrajero reiteró que ella es una persona honorable, al igual que Marie Claire Chávez Zavaleta habló en el mismo sentido.
Álvaro Baselis agregó un ingrediente “picante” pues habló de un convivio el pasado 10 de mayo en la palapa de la compañía cervecera del trópico, lugar donde al extenderse la fiesta habrían sucedido algunas peticiones al Primer Concejal de Tuxtepec, aunque él también negó las acusaciones de Dávila.
El que si se puso como Hulk fue el Regidor de Seguridad Pública Julián Cruz Olivera, quien pegó en la mesa, manoteó, se enardeció y enfureció para exigir una disculpa pública, sin embargo Fernando Bautista Dávila confirmó su dicho y reviró otros presuntos actos de corrupción que fueron detectados a tiempo por el Edil en contra del también empresario restaurantero.
Bautista Dávila aseguró que el Regidor Julián pretendía “hacer negocios” con los proveedores del Ayuntamiento en el área de su competencia y que por tal situación el edil le quitó el programa FORTASEG.