Luis Velázquez / Expediente 2019
30 de agosto de 2019
La masacre de Coatzacoalcos el martes 27 de agosto a las 10:30 pm en Coatzacoalcos (29 muertos por lo pronto, doce mujeres y 17 hombres y un montón de huérfanos) significa el Waterloo, el Talón de Aquiles del gobierno de Veracruz.
Salma Hayek lo dice así: “Es hora de que acabe tanto sufrimiento”.
Y muy quitados de la pena, Cuitláhuac, Éric Cisneros y Hugo Gutiérrez Maldonado posan como niños escolares en un pasillo del Palacio Nacional, creyendo que han convertido a Veracruz en un paraíso electoral de MORENA.
Pero el señor Cuitláhuac ha quedado como nunca entre la espada y la espada. Y como por ahora resulta inverosímil su renuncia pues habría de convocarse a una nueva elección, entonces, para salvar el poco prestigio, nombre y crédito que le resta, una cabeza importante de su gabinete legal ha de rodar.
Y más, cuando sin que el músculo y el puño le tiemble, AMLO, el presidente de la república, ya cortó la cabeza de los secretarios del Medio Ambiente y de Hacienda y Crédito Público, más el director del IMSS, más el súper delegado federal de Jalisco por andar en cosas ilícitas y que llegaron, incluso, a Veracruz.
A primera vista, la cabeza que rodaría sería la del secretario General de Gobierno, el operador político y social del gobierno estatal, con todo y su poderosa madrina que dicen tiene y que habría inclinado la balanza a su favor.
Y luego enseguida, el secretario de Seguridad Pública quien en vez de garantizar la certidumbre en el diario vivir ha optado (se ignora si con pistola al cincho) por sembrar florecitas en el Santuario de las Garzas, de Xalapa, la capital).
Y es que el oleaje de la violencia y la zozobra alcanza niveles insospechados, nunca antes visto… en tan poco tiempo.
Y en tanto el señor Cuitláhuac, quien ganara en las urnas porque AMLO iba en la boleta, continúa soñando con su mundo fifí, sabadaba y salsero, Veracruz está desbocado.
Bastaría referir un par de circunstancias históricas:
Una, Miguel Ángel Yunes Linares perdió la gubernatura para su primogénito por tanta violencia en su bienio.
Y dos, Javier Duarte perdió la gubernatura para Héctor Yunes Landa porque hundió a Veracruz en una violencia sin precedente donde llegaron hasta a la desaparición forzada y que significa la
alianza sórdida y siniestra de políticos, jefes policíacos, policías y narcos para desaparecer personas.
Ahora, en los últimos 9 meses van más de mil 350 asesinatos y MORENA está en el filo de la navaja de cara a la elección de alcaldes, síndicos y regidores y diputados locales y federales en el año 2021.
De seguir así, Cuitláhuac asesta el manotazo y corta de tajo una cabeza de un secretario del gabinete legal o seguirá hundiéndose ante AMLO, y ni modo AMLO permita el derrumbe de su legítimo sueño de llegar al poder sexenal y conservarlo y multiplicarlo varios sexenios.
Por lo pronto, todo parece indicar que AMLO ya soltó a Cuitláhuac para calibrarlo más. Y si el presidente en ningún momento se tocó el corazón para despedir al secretario de Hacienda, con quien venía trabajando desde hace veinte años y eran amigos entre los amigos, ya podrá visualizarse el destino de Cuitláhuac.
Y más, porque la presidencia imperial y faraónica del político fuerte está vigente.
Muchos, muchísimos años ha luchado AMLO desde La Chontalpa y las caminatas con indígenas y campesinos de Villahermosa a la Ciudad de México para dejar que un gobernador le tumbe su utopía.
Cuitláhuac ha decepcionado a AMLO y desencantado a la población.
¡Vaya arrepentida de AMLO con lanzarlo como su candidato a gobernador en dos ocasiones y levantarle la mano y vitorearlo!
AMLO interviene con firmeza o Veracruz se le volverá una pesadilla electoral.
Cuitláhuac, el peor enemigo de MORENA en el Golfo de México.
SIGNIFICADO POLÍTICO DE LA MASACRE
La masacre de Coatzacoalcos con la matanza de Minatitlán (abril de este año, catorce muertos, entre ellos, un bebé de un año en brazos de su madre) tienen, podría tener, una connotación política.
Por ejemplo:
¿Por qué ocurrió en el sur de Veracruz donde las figuras estelares en política son la secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña?
¿Por qué sucedió en el sur de Veracruz donde la familia periodística de José Pablo Robles Martínez se ha metido a la política?
¿Por qué ocurrió en Coatzacoalcos donde otra figura clave es el diputado local, Amado de Jesús Cruz Malpica, el político de la izquierda con más formación social y trayectoria pública?
¿Por qué el delegado federal, Manuel Huerta, está callado y ni una declaración ni siquiera en un boletín ha expresado?
¿Por qué la matanza no sucedió en el puerto de Veracruz, donde gobierna un hijo de Miguel Ángel Yunes Linares, la pesadilla política de Cuitláhuac, además de constituir el feudo del Fiscal, la otra pesadilla del “sabadaba”?
Quizá las preguntas anteriores sean como asegura el diputado local de MORENA, “El Wences”, “puras burradas”, pero, bueno, el politólogo Carlos Ronzón Verónica siempre dice “piensa mal y acertarás”.
ES VERACRUZ, MORENA, CUITLÁHUAC O AMLO
El colmo para el góber fifí:
Se llama Ricardo Romero y le apodan “La loca”. Está señalado como miembro del Cartel Jalisco Nueva Generación y según la fama pública de que fue comisionado para acabar con los otros carteles en Coatzacoalcos, quizá en el sur de Veracruz.
Este año, en un par de ocasiones fue detenido por los marinos y entregado a la Fiscalía General de la República, FGR.
Y en la FGR lo dejaron en libertad.
Entonces, a una cuantas horas de la masacre de Coatzacoalcos, el góber se lanzó, no como “El Borolas” de Felipe Calderón, sino como “El borras” y aseguró que “La loca” era el jefe del comando asesino del bar “El caballo blanco”, y segundo, que el Fiscal Jorge Wínckler es el culpable de la masacre porque lo había liberado.
¡Vaya resbalón del gobernador!
El primero en lanzar un twitter, facebook, en las redes sociales fue el reportero Ciro Gómez Leyva precisando los hechos sobre “La loca”.
Luego, el Fiscal en un boletín.
Y después, el mismito Ricardo Romero trepó un video en las redes sociales expresando lo siguiente:
Uno: en ningún momento participó en la matanza de Coatzacoalcos.
Dos: en efecto, fue detenido, dijo, en un par de ocasiones por los marinos y liberado por la FGR. Y como entonces fuera amenazado sacó a su familia de Coatzacoalcos y se fueron a vivir en otro lado.
El góber, evidenciado por él mismo. Su rencor y odio y sed de venganza en contra del Fiscal resulta patológico.
Es como aquel niño a quien sus padres le piden que deje de pelear en la escuela porque siempre sale madreado. Y el niño sigue y sigue y sigue.
Al momento, van 9 meses del rafagueo diario de Cuitláhuac a Wínckler, y Veracruz está atrapado en el peor infierno de la vida.
La vida diaria plagada de secuestros, desaparecidos, ultrajados, asesinados, cercenados, decapitados, embolsados y tirados en la vía pública y cadáveres arrastrando las corrientes de los ríos y tirados a orilla del camino y arrojados a pozos artesianos de agua dados de baja.
Más la extorsión desbocada. 5 mil comercios, por ejemplo, han cerrado en Coatzacoalcos, incapaces de soportar tantas extorsiones.
Cuitláhuac solito se está arrastrando al fango. Y arrastra a MORENA. Y de paso, a AMLO, porque simple y llanamente, lo nombró su candidato preferido a la gubernatura en un par de ocasiones.
Cuitláhuac está echando a perder a MORENA en Veracruz.
Y es MORENA o Cuitláhuac. Es AMLO o es Cuitláhuac. Es Veracruz o es Cuitláhuac.