Luis Velázquez/ Malecón del Paseo
Veracruz.- EMBARCADERO: Era una mujer sencilla, humilde, modesta, cortadora de limones en la región de Martínez de la Torre…
Originaria de un pueblito en San Rafael, se llamaba Zuleidy Hernández Silva y tenía 24 años de edad…
Era ama de casa…
Madre de dos niños…
Los vecinos la describen así: nunca tuvo problemas con ellos ni con otros…
Tampoco sabían si tenía pareja, porque en su casa siempre estaba sola con sus hijos…
Y el jueves 7 de junio, cuando en el Veracruz de Cuitláhuac iban127 mujeres asesinadas, ella fue acribillada…
Y en el interior de su casa…
Y delante de los hijos…
Un solo tiro, casquillo percutido de calibre 9 milímetros fue descubierto en su domicilio…
Y, como sucede con frecuencia en la vida común, ningún vecino escuchó el disparo… Habría sido atacada temprano de la noche…
Apareció muerta el día cuando el calendario Galván conmemoraba a Sansón…
ROMPEOLAS: El mes de junio ha sido más atroz, sórdido y siniestro, que otros meses desde el primero de diciembre del año 2018…
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, veintidós mujeres asesinadas…
Todas, se entendería en la impunidad…
Ningún detenido, ningún indiciado, ningún sospechoso en la mira, caray, que habrían volado al cielo como Remedios, la bella, en la novelística de Gabriel García Márquez…
Veracruz, primero lugar nacional en homicidios dolosos contra mujeres y feminicidios y que en todo caso feminicidio es el crimen de una mujer…
Primer lugar nacional en secuestro de mujeres…
Este año, 52 que van…
ASTILLEROS: Habría, sin embargo, de detenerse en una circunstancia…
Zuleidy Hernández, de 24 años de edad, era una modesta, modestísima ama de casa que para llevar el itacate y la torta a casa trabajaba cortando limones en los campos citrícolas…
Una jornada laboral de más diez ahora, sin Seguro Social ni INFONAVIT…
Un día tras otro, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, quizá el sábado, cortando limones, de espaldas al sol…
Todos los días iguales, planos, repetitivos, sin ningún aliciente extra para un relax, un reposo, una distracción…
Y más porque a su cargo dos hijos menores…
Por eso resulta insólito, inverosímil, su asesinato…
Sólo falta, claro, que la autoridad se apresure y asegure que fue violencia intrafamiliar, digamos, de una pareja, un amante furtivo, celoso, rencoroso y vengativo…
ESCOLLERAS: Simple y llanamente está canijo…
Primero, nada, absolutamente nada justifica el asesinato de una mujer, tampoco, claro, de un ser humano, y más considerando que toda vida humana es invaluable…
Segundo, Zuleidy era una mujer de limitados, limitadísimos recursos económicos para que significara, digamos, una tentación económica para los secuestradores, y lo peor, como en el caso, para los asesinos…
Tercero, una mujer sola con un par de hijos, expuesta a la peor ola de violencia, mejor dicho, del tsunami de inseguridad y zozobra vivido y padecido en Veracruz…
PLAZOLETA: Hay en la población una serie de interrogantes, dudas, sobresaltos, preguntas, muchas veces sin una explicación sobre el asesinato de mujeres…
Aquella versión de la violencia intrafamiliar ya resulta vieja como para encaramarse en una posible justificación…
Más verosímil sería, por ejemplo, que los carteles y cartelitos se han recrudecido y por eso siembran y multiplican el terror y el horror…
Nadie, claro, dudaría de que en el ejército de los malandros haya sicarios con maltrato a sus mujeres y que suelen llegar al crimen…
Quizá los celos fermentados con el alcohol, más si se considera que todo hombre celoso termina mirando visiones infernales…
PALMERAS: Cada parte con su versión, el gobierno de Veracruz ha resultado ineficaz e ineficiente para garantizar el llamado Estado de Derecho y que consiste, entre otras cositas, en garantizar la seguridad en la vida y en los bienes…
Más, mucho más, y con están las circunstancias, en la vida, pues los bienes van y vienen, si regresan…
Pero con todo, aterra, enerva, perturba, encorajina, desencanta, irrita, desencanta, decepciona que estemos llegando a niveles insospechados de la inseguridad y la impunidad y de pronto, asesinen a una mujer como Zuleidy que se ganaba el ingreso familiar cortando limones en los campos citrícolas de Martínez de la Torre…