El Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (CDC), el responsable de la vigilancia epidemiológica de EE UU, publicó el jueves en su Informe semanal sobre morbilidad y mortalidad el caso de una mujer septuagenaria fallecida en Reno (Nevada) a primeros de septiembre del año pasado cuyos análisis habían detectado que tenía una infección por una bacteria “resistente a todos los antibióticos conocidos”.
La mujer había residido en India durante dos años, en los que había ingresado varias veces en hospitales. De hecho, la bacteria causante del ingreso y posterior fallecimiento es una Klebsiella pneumoniae caracterizada por tener la mutación Nueva Delhi dentro del grupo de las bacterias resistentes a los carbapenemos, que es la última familia de antibióticos. En total, según el informe, se probaron en la mujer 26 fármacos, sin conseguir parar la infección. Normalmente, estas bacterias se adquieren en centros sanitarios y no están en el entorno exterior, lo que limita su impacto.
Sin embargo, el análisis posterior muestra que todavía el patógeno no tenía resistencia total a todos los medicamentos, sino solo parcial en algunos casos. Eso habría permitido algún tratamiento que habría frenado la progresión de la enfermedad, aunque no se sabe si habría salvado a la mujer. El artículo explica que la paciente fue aislada en cuanto se supo que tenía una klebsiella resistente a carbapenemos.
El caso es un nuevo aldabonazo para que se tomen medidas en el control de las bacterias y en el uso de los antibióticos. Los microorganismos adquieren las resistencias (totales o parciales) cuando se exponen al medicamento, pero no el tiempo suficiente y con la intensidad necesaria para que el fármaco acabe con ella sin darle tiempo a mutar y adaptarse. Por eso las autoridades sanitarias insisten tanto en que los tratamientos con antibióticos deben completarse aunque el enfermo ya no experimente los síntomas de la enfermedad.
Los antibióticos han sido, junto a las vacunas y medidas de sanidad básica, como el acceso a agua potable, las claves en el aumento de la supervivencia mundial en el último siglo. pero su efectividad está en entredicho, con un agravante: no se esperan nuevas familias de estos medicamentos a corto plazo. Por eso el mensaje en la última semana sobre el uso responsable de los antibióticos, en noviembre del año pasado se insistió en que hay que cuidar los que aún quedan.
con información de internacional.elpais.com