En 7 de cada 10 envases de agua procedente de negocios rellenadores se ha encontrado la presencia de algún tipo de bacteria, de acuerdo con estudios de instituciones como el IPN
En nuestro país alrededor de 40 millones de personas consumen agua embotellada procedente de al menos 24 mil rellenadoras locales, las cuales en su gran mayoría no cuentan con la licencia de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y tampoco cumplen con las normas de salubridad, por lo que unos 30 millones de ciudadanos podrían estar consumiendo agua contaminada, explicó el maestro Juan Francisco Bustamante Ruisanchez, presidente de Agua en México.
De acuerdo con estudios recientes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma de México (UAM), así como de la propia asociación Agua en México, en 7 de cada 10 envases rellenados de agua procedente de este tipo de negocios se ha encontrado la presencia de algún tipo de bacteria.
El maestro Bustamante Ruisanchez señaló que el agua para consumo humano debe contar con un balance adecuado de sales y minerales para una correcta hidratación, sin embargo, buena parte de la población está consumiendo agua de mala calidad.
“Ellos no controlan el envasado y la gran mayoría no da mantenimiento a los equipos, nada más rellenan con agua que no está correctamente purificada”, dijo Bustamante, quien precisó que la mayoría de estos locales no son purificadoras y en realidad solo rellenan los botellones y en muchos casos falsifican las de empresas conocidas.
Aunque una parte de la sociedad se ha habituado a consumir este tipo de líquido desbalanceado, el especialista en temas hídricos lamentó que en México se presente esta situación, pues en países como Estados Unidos y Europa el agua que llega hasta los hogares es apta para beber.
Por esa razón, Bustamante exhortó a los consumidores a exigir su derecho al agua de calidad y denunciar a estos negocios rellenadores para que sean verificados por la autoridad y así cumplan con las normas de filtrado y purificado, además de las buenas prácticas para así evitar riesgos a la salud.
Los clientes que acuden por agua embotellada deben tomar en cuenta tres requisitos fundamentales. El primero de ellos es el aviso de funcionamiento expedido por la Cofepris, con el que se les otorga el permiso de vender agua para consumo humano.
En segundo lugar los estudios bacteriológicos con los que se compruebe que el establecimiento en cuestión acudió a un laboratorio con muestras del agua que produce y comprobar que cumplen con la norma sanitaria que marca la Cofepris.
Y el tercero es que cumplan con buenas prácticas, las cuales son visibles al público y que consisten en la portación de una indumentaria adecuada, además del uso de cofias, cubrebocas, pues hay que recordar que se trata del manejo de alimento para consumo humano.
En caso de fallar en alguna parte del proceso es posible que el producto se contamine y el consumidor pague las consecuencias.
“Si en el proceso del lavado de los envases, del lavado de los filtros, del purificado y el sellado no cumplen completamente con las buenas prácticas, seguramente en alguna parte del proceso van a contaminar el producto”, indicó el especialista.
Qué debe hacer el público si detecta irregularidades
En caso de que este tipo de establecimientos no exhiban al público su documentación y se perciban algunas irregularidades en el producto ofrecido, los ciudadanos deben exigir el cumplimiento de la normativa y denunciar ante las autoridades correspondientes.
El maestro Bustamante señaló que este cambio se puede generar desde la ciudadanía y destacó los casos de éxito en algunas zonas del país, donde se aplica la ley para corregir las malas prácticas.
“En casos como en Torreón y en Colima, donde el organismo estatal clausura estos negocios que no cumplen con lo establecido con la ley”, puntualizó.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), más del 60% de las tomas a nivel nacional presentan algún tipo de bacteria coliforme o presentan concentraciones de elementos que ponen en riesgo la salud.
El maestro Bustamante explicó que casi el 80% del agua que se consume en México proviene de pozos. En buena medida, los equipos de extracción no cuentan con filtros adecuados debido a que esto eleva los costos de operación y mantenimiento, por ello es usual que únicamente se aplique una cloración, sin embargo, estas acciones no son totalmente efectivas contra otro tipo de partículas.
Detalló que al no haber recargas en las capas freáticas, los niveles de agua en los pozos de extracción disminuye y esto genera una mayor concentración de partículas pesadas como el plomo u otros minerales, así como de bacterias coliformes.
Los riesgos de consumir agua contaminada
Para una hidratación adecuada, el ser humano requiere consumir dos a tres litros de agua purificada al día, la cual debe contener un balance de sales y minerales necesarios para el funcionamiento del organismo.
Beber agua en malas condiciones genera infecciones intestinales y deshidratación. Otros de los riesgos son la pérdida de memoria, falta de control en las funciones corporales como el movimiento, pensamiento y el habla.
En cuanto al líquido contaminado, se pueden enfrentar enfermedades como piedras en los riñones, exceso de minerales en la sangre, exceso de potasio en la orina. En casos de mayor peligro, consumir agua con bacterias podría provocar la muerte.
Por esta razón es muy importante que la población haga conciencia que las purificadoras que se establecen en las colonias en realidad son rellenadoras y ponga especial énfasis en exigirles mayores controles de calidad a estos negocios y en caso de irregularidades, interpongan la denuncia ante las autoridades.
Con información de: https://www.infobae.com/mexico/2023/04/25/alertan-riesgo-para-30-millones-de-mexicanos-por-consumo-de-agua-de-mala-calidad/