Seguro has escuchado hablar del árnica y su poder medicinal. Esta planta, originaria de Europa, tiene un peculiar tono amarillo y tiene grandes beneficios para la salud que vale la pena tener en el radar.
– Mejora la circulación sanguínea
– Alivia el dolor por fracturas, traumatismos o lesiones
– Combate la inflamación
– Previene y reduce estrías y várices
– Sirve para tratar la tos y la gripe
– Cura moretones
– Frena irritaciones y favorece la cicatrización de heridas de la piel
– Elimina el acné
– Evita los mareos
– Ayuda a controlar los ataques epilépticos
-Cura aftas y problemas de las encías
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– Su uso debe ser de manera cutánea, pues la planta es tóxica al ingerirse, sin importar si es la planta en sí o en infusión. Su uso es en pomada, gel o aceite. Sin embargo, hay ciertas fórmulas homeopáticas, creadas con cuidado riguroso que si pueden ser ingeridas, claro está, de manera controlada.
– Puede generar reacciones adversas como irritación, ampollas y dermatitis.
– No debe usarse en el embarazo ni al lactar.
Sácale provecho a los usos del árnica, sin dejar de tomar en cuenta las contraindicaciones. Recuerda, “todo con medida, nada con exceso”.
Con información de salud180.com