Redacción El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.– El primer informe de Gobierno de Irineo Molina terminó como en los viejos tiempos del PRI: con una “comilona” para agradecer a su fuerza laboral y a diversas personas que llegaron a escucharlo.
Toda la comida fue destinada para las personas que acompañaron al edil, quien presumió obras y acciones en favor del pueblo Tuxtepecano.
Aunque no se sabe en cuánto salió el dispendio, ese que prometió no llevar a cabo, Irineo plasma la etiqueta del PRI, ese que no escatimaba en recursos para celebrar a lo grande sus eventos y mantener a su militancia contenta, aunque de manera efímera.