- Mi hermano le decía Karime
- Es Wínckler o es Tarek
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Por tercera ocasión, el PAN y PRD, con sus bancadas de diputados federales, va por el desafuero de Tarek Abdalá, a quien Karime Macías llamaba “Mi hermano”, él mismito que con un poder incalculable en la tesorería de la secretaría de Finanzas y Planeación en el sexenio anterior.
Héroe de mil batallas basquetbolistas en Estados Unidos, con una estatura descomunal que inducía a los alcaldes a treparse en una silla para alcanzar, más o menos, la altura, en un par de ocasiones ha librado el desafuero, acusado como está de un desvío de dos mil millones de pesos del erario.
Pero más aún, cobijado y protegido de Karime, a quien los duartistas reconocían como el poder atrás del trono, dulce y tierna en público, pero con el puño afilado en la vida interior del duartazgo.
“La mera jefa” le llamaban, compartiendo quizá honores (y en otro plano, claro) con María Georgina Domínguez Colio, la primera vocera, presa en el penal de Pacho Viejo.
El tercer intento del desafuero de Tarek se entendería (en ningún momento, se justifica) a partir de que en el Congreso de la Unión hay más de setecientas solicitudes de juicio político, todas, archivadas, porque la mayoría de los 500 legisladores están ocupados en otros pendientes.
Y si hay tantas solicitudes de juicio político fallido, en la misma lógica andan las peticiones de desafuero.
Tan es así que, por ejemplo, la Fiscalía jarocha también ha cabildeado el desafuero de Alberto Silva Ramos, “El cisne tuxpeño”, y por ahora sigue en el limbo, aun cuando la expectativa en la cancha azul es que para el mes de diciembre estaría durmiendo en una mazmorra de Pacho Viejo.
El 25 de enero del año que corre, el Fiscal interpuso la solicitud de declaración de procedencia o desafuero de Tarek, y luego de que las bancadas del PAN y PRD la hicieran suya, continúan a la espera.
El caso se ha vuelto rudo, pues en la cancha están midiendo fuerza tanto el gobernador como el CEN del PRI y que en lenguaje polisémico significa también Los Pinos, pues de proceder multiplicaría el descrédito de las elites tricolores en Veracruz y en el país, trascendidos como una bola de corruptos.
PASAMANOS: Tarek es sinónimo de Karime. Y Karime es igual a Duarte.
Por eso, resulta extraño y raro que ocho meses después de la solicitud en el Congreso federal para desaforar a Tarek y enfrente la acción de la justicia, ni un dedo le hayan tocado.
Todo indica, mejor dicho, parece, mejor dicho, es, que a Tarek como a Silva Ramos y otros más (Érick Lagos, Jorge Carvallo, Édgar Spinoso y Adolfo Mota) los están blindando desde el altiplano.
La mitad de la población de Veracruz y la otra mitad ocupada con los asuntos públicos tienen la certeza de las pillerías que todos ellos cometieron sangrando el erario, insaciables como fueron, y son, porque las mañas, costumbres y hábitos perduran toda la vida.
El perredista Omar Ortega, integrante de la Sección Instructora en la Cámara Baja, ha sido concreto y específico:
“Algunos integrantes del órgano legislativo parecen buscar lagunas jurídicas que les permitan proteger a presuntos delincuentes y por eso mismo, presentaremos otro proyecto de dictamen” para el desafuero de Tarek (La Jornada, Roberto Garduño, domingo 8 de octubre, 2017).
Tarek está acusado de abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, tráfico de influencias y peculado.
Y si él mismo, blindado por su guardia pretoriana en el Congreso de la Unión, ha evadido, al momento, el desafuero, significa que si “El grandote” se resiste y defiende como gato bocabajo, se debe a que el río está demasiado revuelto y el pasado lo condena.
CASCAJO: Muchos pendientes tiene por delante la Fiscalía que los doce meses y veinte días restantes del bienio azul son insuficientes para aplicar la ley y hacer justicia y encarcelar a los duartistas pillos y ladrones.
Por ejemplo, en la Fiscalía hay cien denuncias penales en contra de igual número de funcionarios del sexenio anterior.
Además, claro, de la película estelar que será filmado, o es filmada, con Karime Macías y sus cositas, y sus padres, y ocho familiares, beneficiados con todo tipo de prebendas y canonjías.
En este caso, el asunto es federal y Miguel Ángel Yunes Linares está cabildeando lo necesario en el altiplano, para igual como lo efectuara con Javier Duarte, la Procuraduría General de Justicia de la República, PGR, proceda con toda la firmeza del mundo.
Y en el caso de las cien denuncias en la Fiscalía, el titular ha de meter el acelerador a mil hora, porque aun cuando fue elegido para nueve años, el tiempo se agota.
Y más, el tiempo del patriarca de la llamada dinastía Kennedy del Golfo de México.
Los duartistas “se le pusieron de pechito” a la yunicidad, pues si Héctor Yunes Landa hubiera ganado en las urnas, entonces, todos ellos seguirían en su día de campo y veraneo.
Tarek Abdalá es una ficha clave. Fue director de finanzas en el DIF con Karime, y desde el DIF, Karime lo premió con la tesorería en SEFIPLAN.
Y si Tarek debía sus cargos públicos a Karime, más, mucho más que a Javier Duarte, entonces, Tarek conocerá “el fondo de la olla” corruptora, en donde el reparto de los bienes habría sido con un gran sentido democrático bajo el principio universal:
“Eto para ti y eto para mi”, pues como reza el proverbio clásico, todos merecían abundancia.