Luis Velázquez /Escenarios
17 de septiembre de 2019
UNO. Mujeres con VIH
La noticia pegó duro y tupido en el corazón femenino. Según el Grupo Multisectorial V.I.H. S.I.D.A., Veracruz ocupa el primer lugar de enfermos… pero mujeres.
Las mujeres de Veracruz, dice el reporte, significan el 26 por ciento de enfermos en el país, cuando la media nacional es de 19.4 por ciento.
Ahora sí, el verso de sor Juana Inés de la Cruz se cumple como profecía: “Hombres necios que acusáis a las mujeres sin razón…”.
Y es que la nota informativa quedó incompleta, pues la investigación omite que en todos los casos fueron los hombres quienes transmitieron el virus a las mujeres, en unos casos, esposas, en otros, amadas amantes, y en otros, novias, quizá parejas fortuitas, digamos.
Por ejemplo:
Meses anteriores trascendió que las mujeres indígenas de Veracruz estaban enfermas de Sida. Pero el estudio demostró que los hombres, sus parejas, habían migrado a Estados Unidos durante un tiempo y cuando regresaron al pueblo ya traían el virus. Y desde luego, infectaron a las mujeres.
DOS. El virus fue caminando…
Antes, mucho antes, los primeros enfermos fueron los homosexuales. Luego, sus parejas hombres. Después, los hombres, por lo general, jóvenes. Y luego, las esposas, las amadas, las novias.
Y después de que muchos gays comenzaron a morir, entre ellos se cuidaron y multiplicaron la cruzada cívica, social y médica para tomar todas las precauciones del mundo.
Pero al mismo tiempo, el virus siguió caminando y ha alcanzado a las mujeres.
En todos los casos, la figura simbólica y emblemática del macho. El hombre que llega borracho a casa “oliendo a leña de un hogar prohibido”, relaciones, incluso, con trabajadoras sexuales y/o hasta gays, y obliga a la pareja a la relación sexual y la infecta.
Más grave aún si de acuerdo con la estadística hay chicas de quince años en Veracruz enfermas de S.I.D.A.
Mal fario para las mujeres. Primer lugar nacional en feminicidios. Primer lugar nacional en embarazos de adolescentes. Primer lugar nacional en abortos. Primer lugar nacional en cáncer de mama. Primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales.
Ahora, Veracruz, en el ranking mundial de enfermos de V.I.H. Y las mujeres, caray.
Nadie dudaría de que estamos en una crisis humanitaria de salud.
TRES. Campaña contra el SIDA
Hubo un tiempo, finales del siglo pasado, cuando por todos lados, la secretaría de Salud se ocupaba de una azarosa campaña contra el SIDA para que todos tomaran conciencia.
De pronto, aflojaron el paso, creyendo quizá el objetivo cumplido. Pero el SIDA es como la presión arterial y el cáncer, ahí andan, sin avisar, germinando en el cuerpo humano con vientos huracanados.
Y del primer lugar nacional ocupado alguna vez por Veracruz con hombres enfermos, ahora, caray, insólito, las mujeres.
Habrá medicinas para combatir el mal, aun cuando son demasiadas caras y el sector Salud está incapacitado para cubrir la demanda.
Habrá tratamientos para prolongar la muerte. Incluso, para ganar la batalla.
Pero de igual manera, nada mejor que la prevención, tarea sistemática y ardua de todos, desde el sector Salud hasta en cada familia, y desde el gobierno federal y estatal hasta el municipal. Y de las ONG. Y de la iglesia católica y evangélica.
Y es que con la calentura sexual, pocos pueden. Bastaría una vueltecita una noche de fin semana en las calles y avenidas para contabilizar el número de hombres ebrios que suelen levantar a los gays y quienes bien pueden constituir un riesgo.
El S.I.D.A. fue y es factor elevadísimo de mortandad.