“No soy tan p…, para andar matando gente”: Acosta Lagunes
El piñerito / Columna Invitada.
Loma Bonita, Oaxaca.- Desde 1985 (y antes) la sociedad veracruzana ha tenido necesidad de saber, de entender, el cómo y porque la violencia ha crecido en el estado Jarocho.
En una nota periodística de la revista Proceso con fecha del 15 de junio de 1985, el ahora ex gobernador Acosta Lagunes se deslindaba de que la violencia estuviera en sus manos, “que digan que la violencia la inventó, ¿quién sería bueno?, Gargallo, por ejemplo La verdad es que se ha exagerado en eso Tengo la conciencia y las manos limpias El problema es otro, tiene su origen y su explicación Lo que pasa es que nadie lee la historia”
Y es que desde esa década lejana la violencia tenia asolado el estado “ideal para soñar” Toribio Gargallo era una leyenda casi mística en la zona centro de Veracruz y se señoreaba bajo la mirada complaciente de Agustín Acosta Lagunes, mientras que la “fayuca” subía y bajaba de aviones en pistas clandestinas y otras no tan clandestinas.
Achacando el cacicazgo a la rebelión agrarista armada del General Manuel Parra “La Mano Negra” quien con el amparo del gobierno veracruzano armó a los campesinos.
De este movimiento explica Acosta Lagunes, surgieron los caciques y el contrabando, puesto que esos agraristas armados empezaron a fungir como “guardias armados rurales” y excediéndose de su autoridad impusieron sus leyes creando “feudos” donde ellos eran la “ley”.
Así, de poco en poco, esos “protectores” dejan de ser caciques y pasan a ser simples ladrones, hampones y permean la justicia gubernamental, a veces, explica Acosta Lagunes, siendo cómplice el gobernó en turno.
Lejos de esto pero tan cerca del tema, la aparición de un “mano de hierro” como Fernando Gutiérrez Barrios como gobernador electo de Veracruz, apaciguo a los hampones caciques que muchos achacan al exgobernador saliente Agustín Acosta Lagunes, sin embargo no habría mucho tiempo de paz, impuesta por la fuerza.
El paso del gobernador que lograría que la población entera lo quisiera en su inicio y lo odiara al final fue sin dudas Fidel Herrera Beltrán, su carisma está fuera de toda duda, es un ser innatamente empático con quienes le rodean y sabe ganarse la confianza de quienes le sirven.
Los rumores públicos y políticos le han señalado como el que “permitió” la entrada de grupos organizados criminales, e incluso, lo señalaron como líder de ellos.
El despilfarro de dinero no era evidente, pero las promesas de avance, las obras fastuosas inconclusas, el dinero perdido en fondos sin asignación, esos, son testigos fieles de los “desvíos” del ex gobernador.
El hampa creció, no solo había algunas muertes reportadas cada dos semanas, ahora eran diarias, el antiguo puerto de Veracruz tan tranquilo, ahora eran calles llenas de temerosos de no atravesarse en una balacera.
Y Javier Duarte de Ochoa hizo su aparición, gordito, dicharachero, en una juventud tranquila y divertida, trágica por la muerte de sus padres, pero siempre involucrado en la política local o regional, tuvo un acercamiento hacia Fidel Herrera y formando parte de la estructura económica y estratégica del “Tío Fide” aprendió las mañas y las tretas.
Creó una compleja red de empresas fantasmas, logró triangular recursos, pero, le falló un elemento, usó credenciales del IFE (ahora INE) de personas existentes pero de bajos recursos, sobre todo, fuera de la “burbuja” de influencia del ahora ex gobernador.
En lo que su periodo gubernamental campeó, también lo hizo el crimen organizado, supero con números continuos los records criminales del periodo de Fidel Herrera.
Secuestros, ejecuciones, cobros de piso, robos y demás que aún permanecen en la entidad, sin limitar su accionar a pesar de que ahora el PAN ha llegado a gobernar, las promesas bien señaladas de vacías de Miguel Ángel Yunes, solo lograron llenar los micrófonos, porque no logró lo que en realidad quería el pueblo veracruzano; Paz.
Y esos daños de los que habla Agustín Acosta Lagunes en esa lejana entrevista de 1985 siguen tan vigentes como esas décadas de los 50’s, cuando los que eran caciques se convirtieron en hampones (según las palabras del exgobernador) y el pueblo de Veracruz como en ese entonces se sigue preguntando ¿hasta cuándo Veracruz? ¿Hasta cuándo?