Luis Velázquez Escenarios
20 de abril de 2019
UNO. Brutal cacería de una niña
La masacre de una familia en Córdoba el domingo 14 de abril es más terrible de lo imaginado. Digamos, al nivel de cuando en la yunicidad, 4 niños, con sus padres, fueron asesinados en Las Choapas. “¡Bestias!” llamó entonces Miguel Ángel Yunes Linares a los malandros. “¡Bestias!” también serían ahora.
A: Los malosos persiguieron a una niña… hasta matarla, como intituló el diario El Mundo de Córdoba al hecho delictivo.
B: Los malandros utilizaron una R-15 y una pistola calibre .45 milímetros para asesinar a un hombre, Francisco, de 29 años, y a una niña, su sobrina, de diez años. Dejaron heridos a una mujer y a dos niños más.
C: “El Mundo” describió así la tragedia:
“Persiguieron a la niña y le dispararon”.
D: El periódico también publicó el momento previo a la masacre:
“Amairani y su hermano Arturo corrieron por el pasillo para recibir a su tío (Francisco, el hombre asesinado). La niña iba adelante, sin saber que corría a su propia muerte”.
E: “Cuando la niña llegó a la puerta la lluvia de balas parecía interminable. Amairani corrió de regreso con Patricia y su hermano, pero era la última en regresar y fue alcanzada por uno de los agresores quien le siguió disparando.
“No pudo más y quedó tendida en el pasillo”.
DOS. Alevosía, ventaja y premeditación
Los muertos fueron Pedro Arguello Carreón. 29 años. Amairani Yamileth. Diez años.
Los sobrevivientes son Danahí, dos años. Arturo Yair, 9 años. Patricia López, 22 años.
Asesinados con “alevosía, ventaja y premeditación”, los cuatro pistoleros llegaron encapuchados para ocultar su identidad y lo que manifiesta el frío calculo con que planearon la masacre.
El dictamen de la Policía Ministerial es demoledor: ninguna pista para dar con el paradero de los criminales.
TRES. Dos niños se escondieron…
La familia fue cazada. Una señora y dos niños, de uno y nueve años, tuvieron tiempo de esconderse en un cuarto, y desde el cuarto, escuchar los balazos que como dijera una vecina, “parecía que nunca iban a parar”.
Por eso quizá la diputada Marijose Gamboa Torales ha pedido la comparecencia de los secretarios General de Gobierno y Seguridad Pública y del Fiscal para explicar la pesadilla en Veracruz:
A, la ola de violencia. B, los bloqueos carreteros con vehículos incendiados. C, la aparición de más cárteles.
D, el aumento en la inseguridad. E, el cierre de negocios. F, la caída del turismo. G, las alertas emitidas por gobiernos extranjeros y empresas internacionales advirtiendo, quizá prohibiendo, a sus connacionales viajar a Veracuz, el infierno.
Marijose Gamboa dijo al trío de funcionarios públicos: “Dejen de lado la disputa política”.
Pero en el palacio de gobierno ni en el palacio de justicia fue escuchada. Su voz murió en el silencio, en el limbo, en la indiferencia, en el desdén.