Luis Velázquez | Barandal
02 de junio de 2021
ESCALERAS: Se quejan los aspirantes y suspirantes a una presidencia municipal en Veracruz y hasta renuncian temerosos de que los maten.
Se quejan las nuevas autoridades de Mixtla de Altamirano, par de mujeres, y dicen que temen por su vida.
Se quejan los miembros de la comunidad sexual por tanta impunidad con los crímenes de odio.
Se quejan los vecinos de pueblos y ciudades por días, semanas, sin el servicio del agua.
PASAMANOS: Se quejan los ciudadanos de a pie porque tienen candidatos a las alcaldías y que nunca, jamás, han vivido en sus municipios.
Se quejan los economistas, contadores y licenciados en administración de empresas, y de paso, partidos políticos opositores, de tantos créditos solicitados por el gobernador de la 4T, siempre justificándose que le heredaron un estercolero financiero.
Se quejan los animalistas por el mal trato a los animales.
Se quejan los burócratas porque igual, igualito que en el tiempo priista, el más extenso, los utilizan como “acarreados” para vitorear a los candidatos de MORENA a una presidencia municipal y diputados locales
CORREDORES: Se quejan los familiares de Monserrat, la chica golpeada y asesinada por su novio según el trascendido, y quien sigue, digamos, “a salto de mata”, librando a los Policías Ministeriales de la Fiscalía.
Se queja el diputado de MORENA, Rubén Ríos, porque lo dejaron fuera de la candidatura a la alcaldía de Córdoba.
Se quejan los Colectivos, integrados por los padres con hijos desaparecidos, porque cada vez aparecen más fosas clandestinas.
Se quejan los usuarios del agua en Veracruz y Boca del Río porque cada vez el agua sale más hedionda y sucia y cochina de la llave, en tanto las concesionarias aumentan la tarifa mensual.
BALCONES: Se quejan los partidos opositores a MORENA de una elección de Estado en la tierra jarocha.
Se queja la oposición de que cada vez hay más candidatos a un cargo de elección popular amenazados y asesinados y Veracruz ocupa el primer lugar nacional en desaguisados políticos en el tiempo electoral que camina.
Se quejan los aspirantes a la rectoría de la Universidad Veracruzana de “dados cargados”, pues tanto la rectora como el gobernador tienen sus candidatos.
PASILLOS: Se quejan los ciudadanos de a pie del tiradero de cadáveres. Pero también, del tiradero de impunidad.
Se quejan de un Veracruz en el primer lugar nacional en feminicidios, secuestros y extorsiones.
Se quejan todos que desde el sexenio de Patricio Chirinos Calero, los carteles y cartelitos sean dueños de las pelotas.
Se quejan los hijos de la desintegración familiar, entre otras cositas, por la migración de Veracruz a Estados Unidos con un millón de paisanos.
Pero también, Veracruz escalando en el liderazgo nacional de divorcios.
Y ni se diga, invictos, inderrotables, en el primer lugar nacional con adolescentes embarazadas y abortos.
Se quejan las familias de la miseria, la pobreza, la jodidez y el desempleo, y ni se diga, de la peor calidad educativa y de salud.
VENTANAS: Con tantas quejas, Veracruz bien puede ser ungido el Muro Más Grande de los Lamentos.
En realidad, un pueblo adolorido, humillado, desencantado, frustrado, irritado, molesto, encabritado, harto.
Harto del gran fracaso de las políticas públicas.
Harto de tantos sexenios de promesas vanas y venta burda de esperanzas.
Harto de “tantas tomaduras de pelo”.
Harto de la soberbia, la altivez, el orgullo, la prepotencia y el desdén de los políticos que en campaña son una miel y en el poder se vuelven insaciables.
Por eso tanta frustración social…