Luis Velázquez | Barandal
30 de junio de 2021
ESCALERAS: Nunca a los secretarios de Educación de Veracruz ha ocupado el altísimo grado de analfabetismo en la población.
650 mil personas de 14 años de edad en adelante… sin saber leer ni escribir.
Un millón de paisanos con la escuela primaria inconclusa.
Otro millón con la escuela secundaria incompleta.
600 mil con el bachillerato a medias.
De cada cien niños egresados de la primaria, diez llegan a la universidad y uno solo se titula… si se titular.
Veracruz, en el sótano de la calidad educativa nacional.
PASAMANOS: Zenyazen Escobar, denominado “El maestro de todos los tiempos”, es un caso nulo en los programas en contra del analfabetismo.
También lo fueron, entre otros, Enrique Pérez Rodríguez en la yunicidad, Adolfo Mota y Flavino Ríos Alvarado en el duartazgo, Víctor Arredondo en el fidelismo y Juan Maldonado Pereda en el alemanismo.
Y si vamos para atrás, todavía peor, pues con ellos el analfabetismo se fue extendiendo hasta llegar a la estadística fatídica de hoy.
CORREDORES: Dos años y medio después de la 4T en el palacio de gobierno de Xalapa, “veinte y las malas” que Comunicación Social apenas habría expedido un solo boletín de los alcances en la materia.
Fue, habría sido cuando en el WTC de Boca del Río que entregaron diplomas a la primera generación de alfabetizados, aun cuando nunca precisaron los nombres completos de cada beneficiado ni la escuela ni mucho menos, el pueblo de origen de cada uno.
Y aun cuando existe un Instituto de Educación para Adultos, quizá son como los monjes franciscanos y jesuitas actuando con discreción, pero con eficiencia y eficacia insólita dando resultados.
Bienaventurados, pues, los políticos y los alfabetizadores discretos, de bajo perfil, “haciendo el bien sin mirar a quién” y lejos de las candilejas.
BALCONES: Más importante para Zenyazen fue la comparecencia en el Palacio Legislativo sobre el segundo informe de su góber y acarrear a unos mil profesores glorificándolo.
Más, mucho más prioritario fue anunciar la integración de una Orquesta Sinfónica de Sala con burócratas para congraciarse con el góber, quizá soñando que así ganaba indulgencias para ser ungido candidato de MORENA a gobernador en el año 2024.
PASILLOS: Allá los exgobernadores y los secretarios de Educación que se fueron e incumplieron la tarea. En todo caso, les valió.
Pero como la 4T, anexos y conexos, despertó y alentó muchas, excesivas, demasiadas esperanzas una parte de la población creyó en ellos “con lealtad y fe ciega”.
Y ahora, treinta meses después, el desencanto social y educativo. Los Morenos son iguales, o peores, que los panistas y los priistas.
Más, como en el caso, cuando las tribus de la 4T han puesto a la política-política como el asunto más importante de sus vidas públicas.
Mucha política y mucha lengua y saliva para seguir ofertando esperanzas a la población. 6 millones de los 8 millones y cacho en la miseria, la pobreza y la jodidez.
VENTANAS: El alfabetismo le vale a la 4T. De hecho y derecho, camina, listo para terminar, el tercer año de gobierno, y en la cancha pública la sucesión del año 2024 está en marcha.
Las pasiones políticas se centran en ganar la nominación en cada partido político, con y sin alianzas.
Y en caso de la 4T, ganarse, primero, la voluntad del góber y luego enseguida, buscar caminos para llegar a las neuronas y el corazón de López Obrador.
Y la población analfabeta que siga, ni modo, en la oscuridad y las tinieblas.