•lecciones de Leticia Márquez
•Antecesoras en el DIF
Escenarios
Luis Velázquez
Veracruz.- UNO. Veracruz, estremecido
La presidenta del DIF está cimbrando a Veracruz.
Lo estremeció, por ejemplo, cuando luego de la toma de posesión del gobernador Yunes apareció como relámpago en las oficinas en Xalapa y luego se retiró a un bajo perfil.
Lo cimbró cuando en la fama pública de pronto, zas, en el DIF aterrizó un ejército de poblanos, importados por la directora, María Laura García Beltrán, esposa del secretario de Salud, el doctor originario de Perote, y médico de cabecera de Miguel Ángel Yunes Linares, Arturo Irán Suárez Villa.
Lo estremeció cuando anunciara a los medios que ella sería madre de dos gobernadores.
Miguel Ángel Yunes Márquez de los años 2018 a 2024, y Fernando, de los años 2024 a 2030.
Lo cimbró cuando un año después ha mantenido un bajísimo perfil, lejos de las candilejas de la pasarela pública, a diferencia cien años luz, por ejemplo, de su antecesora Karime Macías.
Estremeció a Veracruz cuando en otro evento dijo a su esposo, el gobernador, que ahí le encargaba a sus hijos, en un Veracruz, digamos, donde siete barones de la droga disputan la jugosa plaza jarocha, y en donde al momento cinco ex y presidentes municipales han sido asesinados.
Y la semana anterior lo estremeció cuando de nuevo repitió su filosofía de vida cuando dijera a su hijo Fernando, el presidente municipal de Veracruz que “no me vas a hacer quedar mal.
Y no me vas a hacer quedar mal porque la verdad me fregué mucho.
Me fregué mucho para que fueras un buen hombre.
Y un hombre humilde de corazón.
Y cuando sobre todo me esforcé mucho como madre para que ustedes fueron buenos hombres y humildes de corazón”, repitió.
“Y para que vieran que todos somos iguales.
Y que hay que ayudar al que menos tiene”.
La cartilla, pues, la biblia familiar, la biblia de una madre, la enseñanza de una mujer, está clara.
Y más, mucho más, en un Veracruz con un ex gobernador, Javier Duarte, calificado por la misma elite priista (Enrique Ochoa Reza) como el político más corrupto en la historia nacional.
DOS. “No me vas a hacer quedar mal”
La presidenta del DIF estatal leyó la cartilla en un evento público en Veracruz cuando acompañara a su hijo y a su nuera a un evento oficial del DIF.
Ella sí, con palabras sencillas, expresadas con humildad, congruente consigo misma, ha estremecido, digamos, y de entrada, a la clase gobernante en el poder.
Y es que si tal cual reclama a uno de sus hijos que en el ejercicio del poder ha de servirse “a todos por igual y ayudar al que menos tiene”, con más, muchísima razón más el mensaje rebota en el gabinete legal y ampliado de la yunicidad.
¡Y ay de quienes “ordeñen la vaca” y “metan la mano al cajón” como solía decir el ex panista Gerardo Buganza Salmerón, renunciado al Partido Acción Nacional emberrinchado porque Felipe Calderón Hinojosa prefirió a Yunes Linares como candidato a gobernador en el año 2010.
Y más cuando Miguel Ángel padre tiene, ha tenido, a trece duartistas presos, dos de los cuales, Flavino Ríos Alvarado está en arraigo domiciliario y César del Ángel en arraigo hospitalario.
Y más cuando hay 315 ex servidores públicos con denuncia penal de la Contraloría en la Fiscalía.
“No me vas a hacer quedar mal” dijo la presidenta del DIF a su hijo, el alcalde.
Tampoco, claro, el gabinete yunista a su esposo.
Tan es así que antes de tomar posesión, Yunes Linares se reunió con sus 45 sobrinos y a todos leyó la cartilla.
Cuidado y si meten a los negocios lícitos e ilícitos porque en la tarea de gobernar los familiares han de quedar fuera.
TRES. Ex presidentas del DIF
Cada presidenta del DIF ha tenido, digamos, su estilo personal de ser y actuar a tono con su identidad.
Karime Macías cogobernó con su esposo, consciente y segura de que la vida estaba en deuda con ella y por añadidura, “merecía abundancia”.
Rosa Margarita Borunda Quevedo se desempeñó con bajo perfil, pero en el carril político quedó la certeza de que Javier Duarte fue elegido candidato priista a la silla embrujada del palacio por influencia familiar sobre Fidel Herrera.
Cristhianne Magnani se fue por la ternura, la finura y la delicadeza para hacer sentir su presencia.
Sonia Sánchez de Chirinos se centró en la tarea oficial del DIF, dejando hacer y dejando pasar a su director, Nemesio Domínguez Domínguez, su compañero jipioso en la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana, dos veces presidente municipal de Santiago Tuxtla, dos veces diputado local, subsecretario de Educación en el duartazgo y una vez alcaldesa su esposa.
Y de postre, apenas, apenitas ahora, la señora Sonia Sánchez levantó la mano como aspirante y suspirante a la candidatura priista a Senadora de la República, pero todo indica que a Patricio Chirinos le faltó fuerza política.
Teresa Morales de Dante Delgado se desempeñó en un bajo, bajísimo perfil, imprimiendo su sello personal a través de la dulzura y la ternura.
Etcétera.
Es el tiempo de la señora Leticia Márquez de Yunes.
Lejos de la pasarela. Confiando por completo en la directora. Apareciendo en momentos claves para la vida pública.
Y más aún, pronunciándose desde la más alta investidura familiar como madre.
CUATRO. Contrapeso del poder
La presidenta del DIF sigue viviendo más tiempo singular al lado de un político impetuoso.
Un hijo, alcalde.
Otro hijo, inminente candidato del PAN, PRD y MC a la gubernatura.
El otro hijo, empresario, encargado, digamos, de los negocios familiares.
El esposo, jugando en las grandes ligas para además de ganar la batalla estelar de su vida heredando el poder a los hijos, dar el siguiente paso con todo en el altiplano, en caso de que el panista Ricardo Anaya ganara Los Pinos.
Ningún otro gobernador tan intenso como ahora.
Y su esposa, el contrapeso.