Barandal
- Desaparición forzada
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Hay un dato, un hecho, que enchina la piel. Insólito, atraganta la palabra. Electriza las neuronas. Es el siguiente:
“La Fiscalía General de Veracruz tiene abiertas 2 mil 340 denuncias por desaparición de personas durante el gobierno de Javier Duarte, quien enfrenta varios procesos en el Reclusorio Norte”.
Angustia, paraliza, sorprende, abruma, el extremo a que llegó el duartazgo. El hecho fue publicado en La Jornada de la Ciudad de México (Dennis A. García, 21 de mayo) Y es, por añadidura, un dato serio en prensa respetada y respetable.
Es decir, se trata de dos mil 340 personas desaparecidas y que, digamos, bien puede ser más, si se considera, por ejemplo, que el Solecito ha dicho que son diez mil los desaparecidos, en tanto la diputada local, Marijose Gamboa, asegura que son unos quince mil.
Pero por lo pronto, con 2 mil 340 denuncias por desaparición el alma se pone en un hilo.
Habría, una vez más, de preguntarse, igual que Zavalita en la novela de Mario Vargas Llosa, ¿en qué momento, primero, se jodieron Javier Duarte y Arturo Bermúdez y Luis Ángel Bravo Contreras para llegar a lo más profundo del infierno, y por qué?
Y luego enseguida, ¿en qué momento se jodió, y por qué, la población de Veracruz?
PASAMANOS: Hay en el penal de Pacho Viejo más de veinte duartistas acusados, por ahora, de la desaparición de quince personas.
Pero si, caray, las denuncias son de 2 mil 340 personas, entonces, si la justicia se aplica, y toda vez que se trata de “un delito de lesa humanidad” que nunca prescribe, entonces, la Fiscalía tiene chamba para varios sexenios por delante.
Cierto, resulta inverosímil el número de denuncias.
Pero más sórdido y sombrío se vuelve pensar, sopesar, elucubrar las razones por las cuales los duartistas llegaron a tales niveles de barbarie y crueldad.
Solo mentes torcidas y perversas, diabólicas incluso, pudieron llegar a tanto, luego del brutal saqueo al erario público.
Enfermos mentales. Adolf Hitler y los cien millones de personas ajusticiadas en los catorce años de su dictadura.
Porfirio Díaz y los 33 años de su dictadura desapareciendo a las personas incómodas, el castillo de San Juan de Ulúa su prisión particular. “¡Mátalos en caliente”!, la siniestra orden al gobernador Teodoro A. Dehesa que cumplió al pie de la letra y ordenó matar a nueve jarochos.
Rafael Leónidas Trujillo, el dictador de la República Dominicana, más de 30 años en el poder, asesinando a los disidentes.
José Stalin y sus campos de concentración donde enviara al mayor número de escritores rusos del siglo XIX, los más reconocidos de la historia.
CORREDORES: Las 2 mil 340 denuncias corresponden, en su mayor parte, a desapariciones en los municipios de Jalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Cosoleacaque, Córdoba, Poza Rica y Tuxpan, según ha referido la Fiscalía de Jorge Wínckler.
Pero los Solecitos y Colectivos, ongs integradas con madres de desaparecidas, concibe a Veracruz como la peor geografía del terror y el horror en el sexenio anterior y por desgracia reproducido en el bienio que corren.
Los desaparecidos de Duarte. Los desaparecidos del gobernador Yunes.
En el sexenio anterior, Veracruz en manos de cuatro cárteles. Ahora, 7, disputando la jugosa plaza Veracruz con su autopista de sur a norte y los tres puertos marítimos para embarcar y desembarcar droga, y las pistas aéreas clandestinas y desde luego, la policía y jefes policiacos filtrados por los malandros.
Y si hay 2 mil 340 denuncias, de acuerdo con Pitágoras se necesitarían casi 6 años para agotar el grave pendiente jurídico y social esclareciendo un caso por día.
Tarea titánica.
RODAPIÉ: Nadie pensaría, ¡vaya temeridad!, que el dato estremecedor de la Fiscalía es por el momento electoral para ver si así el odio y el rechazo a los duartistas, y a su ex partido, el PRI, se multiplica en favor, digamos, del candidato del PAN, PRD y MC a la gubernatura.
Y por eso mismo, la piel se enchina más. Perturba. Ocupa y preocupa.
Y más, porque de manera puntual detallan el tiempo de la barbarie, como por ejemplo, las fechas de las primeras fosas clandestinas.
Finales de 2011, primer año del duartismo, las primeras. En Manlio Fabio Altamirano, 28 cuerpos en dos tumbas clandestinas.
Seis fosas en el mes de abril de 2012.
14 fosas más con 65 cuerpos en julio de 2011 en San Julián.
Una fosa más con un cuerpo en febrero 2012 en Jáltipan.
Dos fosas más un mes después, en Yecuatla.
Otra fosa en Coatzacoalcos en agosto de 2012.
Otra más en Agua Dulce.
En total, dice la Fiscalía, fosas clandestinas en 55 municipios y que de entrada la mayoría falta aún de explorarse.
El Solecito, por ejemplo, vendiendo fritangas en fechas turísticas y vendiendo ropas en tianguis de colonias, nunca, jamás, se avendrá de recursos para buscar cadáveres en las fosas de los 55 municipios.
La Fiscalía ha de entrar con todo. Y más por tratarse de “un delito de lesa humanidad”, llevado a los foros mundiales.
Los cerebros de Javier Duarte, Arturo Bermúdez Zurita y Luis Ángel Bravo Contreras han de donarse a universidad norteamericana como objetos y sujetos de estudio para documentar la historia de las masas encefálicas de la barbarie.
Inteligencias al servicio del mal.