- Campeón en feminicidios
- Partera asesinada
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: Fue en Chocamán un feminicidio atroz. Si en el duartazgo Veracruz se encumbró como “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”, ahora la tierra jarocha es el infierno para las mujeres.
Un par de sujetos la detuvieron cuando caminaba en un chayotal del pueblo indígena. Luego, la golpearon. Entonces, le desgarraron la ropa. Y la ultrajaron. Y la abandonaron aún con vida, herida de gravedad.
¡Chacales! ¡Bestias!, diría el gobernador Yunes.
Ella era partera y curandera en el pueblo. Ellos, jóvenes.
Por fortuna fueron detenidos el 13 de setiembre. Encerrados en el penal de “La Toma”. Un juez determinará si los vincula a proceso por el doble delito. Uno, violación. El otro, feminicidio.
Uno más.
En Orizaba, pueblo cercano, un par de alumnas de la facultad de Leyes quieren rescatar a las muertas.
Entonces, con otras mujeres, unas ancianas, tejen bordados con los nombres de las mujeres asesinadas y el año.
Una especie, digamos, de memoria colectiva.
Pero aun cuando hasta la iglesia ha salido a la calle con el Santísimo por delante para clamar por la paz, los feminicidios siguen imparables, fuera de control.
PASAMANOS: Tantos estragos ha causado la muerte de mujeres de norte a sur y de este a oeste de Veracruz (se ignora si habrá algún municipio como paraíso terrenal para todas ellas) que nadie, ni la autoridad, tiene una estadística.
Las cuentas de las ONG, colectivos, Solecitos, académicas y la Fiscalía difieren, en tanto el Sistema Nacional de Seguridad Pública ha ubicado a Veracruz en dos, tres ocasiones, en el primer lugar nacional de feminicidios, lo que nunca antes.
El duartazgo, por ejemplo, entró a la historia local como el sexenio de la desaparición forzada, donde las personas eran levantadas hasta en los retenes policiacos en la carretera y en donde
hasta una barranca de la muerte, “La aurora” en Emiliano Zapata, llegaron a tener, para cerrar el círculo fatídico.
Ahora, sin embargo, el bienio azul entrará a la historia como el reino de los feminicidios, y también, el tiempo siniestro y sórdido en que los niños son asesinados.
4 menores en una colonia popular de Coatzacoalcos. Un menor en Tantoyuca, cuando caminaba de la mano de su maestra. Dos niños en Córdoba, una de ellas, una niña, en brazos de su madre. Una bebé.
La población que todos los días vive con sencillez, la víctima número uno.
CORREDORES: En primera instancia y para justificar el feminicidio, el secretario de Seguridad Pública dice que se debe a la violencia intrafamiliar, pero al mismo tiempo, son tantas las muertes que, entonces, luego del Pirata Lorencillo, Veracruz quedaría como un pueblo de machos muy machos, muy bragados, muy valientes, muy hijos de…
Después, la autoridad filtró la versión de que “casi todos los carteles del país” disputan la jugosa plaza Veracruz, desde el trasiego de drogas hasta el huachicoleo y que, ante la embestida de los soldados, los marinos y los policías locales, los malandros siembran el terror y el miedo y asesinan a mujeres y niños.
Sea como sea, la vida sigue como un infierno desde hace casi ocho años, y los únicos que están creciendo son los panteones en los pueblos, en tanto las páginas rojas de la prensa escrita se han llenado por vez primera en la historia de la palabra feminicidio.
RODAPIÉ: Todas las instancias sociales han levantado la mano en contra del asesinato de mujeres.
Incluso, los ministros de Dios, acompañados de la feligresía, con el Santísimo por delante y que antes, excepcionales ocasiones paseaban en las calles y avenidas, han organizado procesiones del silencio.
Y la única respuesta oficial ha sido igual, el silencio. Digamos, el principio de Peter, pues ni modo que sean indolentes, negligentes, indiferentes, y les valga.
Simplemente, fueron rebasados por una realidad avasallante y no pueden.
Y aun cuando el boletín dice que con las juntas semanales sobre seguridad el índice de violencia va en caída libre, cada vez la prensa está llena de más y más sangre.
Y cada vez se llora a una mujer más en un hogar.
Y cada vez hay más hijos huérfanos.
Y cada vez más hombres viudos.
Y cada vez, más y más y más impunidad.
Más ahora cuando el Fiscal General está en la mira de los 29 diputados locales de MORENA y el gobernador electo para ser llevado a juicio político apenas, apenitas tomen posesión y todos los días vive bajo las cuerdas defendiéndose con su risita burlona y su egolatría petulante.
BALAUSTRES: Es el Veracruz que el primer gobierno panista de Veracruz dejará como legado histórico.
Hay políticos presos en el penal de Pacho Viejo, acusados de pillos y ladrones, sujetos a proceso penal.
Javier Duarte vive encarcelado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero.
Karime Macías vive el infierno en Londres, la ciudad más cara del mundo.
Cada vez anuncian más bandas delincuenciales pulverizadas y más detenidos, pero la violencia sigue, y de paso, los feminicidios.
La mayor parte, el 95 por ciento, del gabinete azul pasó los casi dos años que van en el limbo político y en la secretaría de Desarrollo Económico, para evitar el hastío y el aburrimiento hasta formaron un club de cafetómanos.
Pero el crimen de mujeres ha pegado y duro a la yunicidad.
Los malandros, igual que en el duartazgo, continúan ganando la guerra.