Redacción El Piñero | Corresponsalía
Patricia, una joven de 18 años, vivió una traumática experiencia en el Hospital Regional de Veracruz cuando mantuvo a su bebé prematuro fallecido en su vientre durante tres días.
La madre había solicitado la intervención médica para la extracción de los restos del neonato, pero los médicos se negaron, insistiendo en que debía expulsarlo de manera natural.
Finalmente, tras tres días de angustia, Patricia logró expulsar los restos del bebé, momento en el que los médicos procedieron a realizarle un legrado y no una cesárea.