Luis Velázquez | El Piñero
En Estados Unidos, el presidente Joe Biden anunció la tercera vacuna a la población para contrarrestar el covid.
Una semana antes, en la India y Japón, los gobiernos también anunciaron la tercera vacuna, pues con las dos primeras la vida sigue peligrando.
Pero… en Veracruz, el epidemiólogo de todos los tiempos, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, contradijo a los jefes máximos de EU, India y Japón, abrió el Mar Rojo y dijo que con una sola dosis es suficiente.
Una sola vacuna, aseguró, basta y sobra para garantizar la vida en un Veracruz donde todos los días el número de muertos rebasa las expectativas y en donde cada vez más, las funerarias están ocupadas con la cremación y en los pueblos indígenas y campesinos los cementerios son insuficientes.
El también delegado del Bienestar Social lo dijo en las horas cuando en el palenque público se dirime, mejor dicho, insisten en el regreso al salón de clases para la última semana de agosto.
Y cuando la autoridad ha dado bandazos modificando el discurso incendiario y que por ahora está en que las clases presenciales será parciales y voluntarias y cuando, incluso, trasciende que la secretaría de Educación Pública pretende que los padres de familia firmen una cartita exonerando a la SEV de cualquier contagio y mortandad infantil… con todo y revire del presidente.
Caray, con su verdad epidemiológica, el señor Huerta debiera conectarse con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, para ahorrar millones de dólares y euros en EU, India y Japón, con el gasto (innecesario) de la tercera vacuna.
Incluso, enlazarse con el secretario de Salud federal para demostrar con su argumento que la política sanitaria del país ha sido errática, gastando dinero en vano, pues con la primera vacuna era suficiente.
Sociólogo egresado de la Universidad Veracruzana, diputado federal que fuera, encargado en la Ciudad de México del programa viviendístico en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno, el señor Huerta tiene su covid.
Pero más todavía, dado su estado físico, quizá padeciendo presión arterial alta, la pandemia le ha hecho “lo que el viento” al indito de Guelatao, y ahí está, firme, inalterable, en el frente de batalla.
Los sindicatos de profesores litigando su covid en la cancha pública han de ponerse un doble bozal y amarrarse la lengua despotricando contra la autoridad por la segunda y la tercera vacuna.
El rock-star del covid, el subsecretario de Salud federal, ha sido rebasado por el delegado federal y bien merece ocuparse en “La mañanera” de su gran descubrimiento.
CADA QUIEN SU COVID
Hay epidemiólogos Internet. También los hay graduados y con doctorado en universidades patito.
Y, bueno, luego de 18 meses en el infierno sanitario, a cual más se ha vuelto un experto, como en el caso.
Más, cuando el covid está ultra contra súper politizado y hasta en los poblados rurales, las curanderas y los presidentes municipales, síndicos y regidores alardean de las hierbas medicinales… tan milagrosas.
Más, porque hace 400, 500, 600 años, etcétera (y solo como una referencia), en el mundo también azotaban las plagas y las que eran enfrentadas sin los doctores en Medicina como ahora y sin las vacunas que han surgido, objeto y sujeto, por cierto, de tanta polémica y controversia.
Tanto que, por ejemplo, hay quienes hablan de vacunas “patito” y cuya venta significa ingresos millonarios para los laboratorios internacionales.
Entonces, como el covid trae “patas arriba” a la mitad de las tribus gobernantes y a la otra mitad, y como cada médico tiene su plaga y también cada ciudadano de a pie, el epidemiólogo Manuel Huerta ha entrado al relajo, quizá para divertirse como un duende que sigue los pasos de la frustración universal.
Y es que nadie, absolutamente ningún experto tiene la certeza del fin del coronavirus.
El viejito del barrio dice, por ejemplo, que de igual manera como otras plagas han llegado y se han ido en los 5 continentes sucederá con el covid.
En todo caso, ha de darse, como escribió Renato Leduc en su famosa canción, “tiempo al tiempo” y dejar de estar lanzando cacayacas científicas de que con una dosis es suficiente.
Ya de por sí, con el góber de la 4T agarrando la moruna para podar el monte en terrenos baldíos oficiales, acompañado de fotógrafos, camarógrafos y reporteros, es suficiente para el pitorreo, con todo y que, bueno, bien pudiera tratarse de elementos distractores.
PITORREO SA DE CV
El delegado del Bienestar Social ha entrado a las grandes ligas del pitorreo.
Pitorreo número uno: el alcalde de Soconusco con su bambalina colgada en el frente del palacio municipal advirtiendo a la población que está “Prohibido morir de covid”.
Pitorreo número dos: la alcaldesa de Xico promoviendo el pachangón religioso, con baile popular, con el argumento de que “de cualquier manera morirán”.
Pitorreo número tres: en nombre del “Veracruz se antoja”, el yate turístico, El crucero, navegando en el río Papaloapan.
Pitorreo número cuatro: el diputado local de Morena, Rubén Ríos Uribe, convocando a la población a “invadir España”.
Pitorreo número cinco: el descubrimiento científico de que una sola vacuna es suficiente para combatir y derrotar al bichito chino.
De ocurrencia en ocurrencia, la vida sigue caminando…