Luis Velázquez | El Piñero
10 de septiembre de 2021
ESCALERAS: Una nueva realidad espeluznante asoma en Veracruz. Y llega con vientos huracanados. Además de las fosas clandestinas, tan conocidas en el mundo, ahora, los pozos artesianos de agua dados de baja aflorados como el otro panteón de los carteles y cartelitos, pero también, de los caciques.
Tiempo aquel cuando Agustín Silvestre Acosta Lagunes gobernaba la entidad jarocha y de norte a sur y de este a oeste florecieron los temidos y temibles caciques, “señores de horca y cuchillo” con pistoleros y sicarios.
La nueva ruta de la muerte está integrada por el corredor fatídico de Orizaba, Omelca y Tezonapa.
Los malosos tiraban los cadáveres a los pozos.
El Colectivo “Madres Luna” ha sonado y resonado el anuncio truculento. Al momento han descubierto veinte cadáveres.
PASAMANOS: En aquel tiempo, el cacique máximo en la región de Omealca a Tezonapa era Toribio “El toro” Gargallo.
Y los pozos artesianos de agua dados de baja eran su panteón particular, de igual manera, digamos, como el castillo de San Juan de Ulúa fue la cárcel privada de Porfirio Díaz Mori.
El toro” Gargallo perdió la vida en un fuego cruzado con policías en el cuatrienio de Dante Alfonso Delgado Rannauro.
Ahora, apenas, apenitas, sus fechorías son escarbadas, aun cuando, claro, aquel fue el comienzo y ahora la delincuencia organizada y común hace las suyas.
CORREDORES: Veracruz está ingresando al concierto continental. Del tiempo de los dictadores en América Latina (Porfirio Díaz en México, Anastacio Somoza en Nicaragua, Jorge Videla en Argentina, Fulgencio Batista en Cuba, etcétera), todos, con sus fosas clandestinas y el Golfo de México para tirar los cadáveres sin dejar huella, incluso, amarrados a piedras, a “Colinas de Santa Fe” en el puerto jarocho y a “Campo Grande” en Ixtaczoquitlán y “El arbolillo” en Alvarado.
Veracruz, un fosario, siempre ha dicho el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra.
Ahora, los pozos de agua.
BALCONES: Grandes sorpresas da la vida en el territorio jarocho. En otras latitudes geográficas, por ejemplo, en la Cuenca del Papaloapan y el norte, los cadáveres eran desde pozoleados con químicos hasta destazados, cremados y arrojadas las cenizas a los ríos para flotar aguas abajo hasta su desembocadura en el mar, pues los cementerios tradicionales han pasado de moda.
Por ejemplo, el caso de los pozos. Arrepentido, lleno de remordimientos, Judas se tiró a un pozo artesiano de agua dado de baja con todo y las treinta monedas que los fariseos le pagaron para denunciar a Jesús en “La última cena”.
PASILLOS: Con Javier Duarte, las fosas clandestinas alcanzaron “la plenitud del pinche poder”. Los políticos, jefes policiacos, policías y malandros llegaron a sentirse dioses, dueños de la vida, dueños del día y de la noche. Y Veracruz fue convertido en un extenso y gigantesco panteón. Incluso, hasta políticos, líderes sociales, activistas y reporteros sepultaban en sus fosas.
VENTANAS: Muchos, demasiados, excesivos son los agravios y atropellos, abusos y excesos a los elementales derechos humanos consagradas en las Constituciones del mundo.
Pero al mismo tiempo, qué caray, son letra muerta. Más que una vacilada, una ofensa, una humillación, a la población electoral y a los ciudadanos de a pie. Simple y llanamente, el reino de la impunidad. Sabrá el chamán, por ejemplo, el número de cadáveres que los Colectivos seguirán encontrando en los pozos de agua.