Luis Velázquez Barandal
05 de agosto de 2019
ESCALERAS: Llámese como sea hay una economía contraída en el país, y por añadidura, en Veracruz.
Allá los teóricos de la economía peleando por el concepto de la recesión. 8 meses después, la política económica sin aterrizar en el bolsillo de la población.
Algunos hechos fatídicos:
Cada vez, más casas en venta o alquiladas. Cada vez, más comercios y negocios cerrados, quebrados, con ajuste de personal.
Cada vez, más desempleados y subempleados en la calle. Y de manera constante, con salarios de hambre… por más y más cacayacas proclamando un aumento del salario mínimo a 101 pesos.
PASAMANOS: Cada vez, más jefes de familia migrando a Estados Unidos sin papeles y a los campos agrícolas del Valle de San Quintín en la frontera norte.
Cada vez, más trabajadoras sexuales vendiendo su cuerpo para llevar el itacate a casa.
Cada vez, más changarros en la vía pública soñando salir de la crisis.
Cada vez, más hijos casados de vuelta al hogar de los padres.
Cada vez, más niños inscritos en la escuela pública.
CORREDORES: Cada vez, más compañías constructoras cerrando puertas, en el mejor de los casos, reajustando personal. 8 meses sin una obra pública en el gobierno de Veracruz. Tampoco, por ejemplo, en la Administración Portuaria Integral, pese a la euforia de la ampliación.
Cada vez, más medios escritos, hablados y digitales en la antesala de la quiebra. Trabajando con el mínimo de personal.
Cada vez, los trabajadores de la información apretándose el estómago.
Por ejemplo, en la versión extraoficial, el Fiscal redujo de 8 mil pesos mensuales a su Cartel de Reporteros a 3 mil 500.
BALCONES: El góber, según las versiones, ofreciendo treinta mil pesos de convenio mensual a directores de periódicos, entre ellos, quienes se la jugaron en la campaña electoral del año 2018 con todo y a pesar de todo.
El góber, se afirma, ofreciendo un embute de diez mil pesos mensuales al director de un noticiero radiofónico de la Ciudad de México soslayando la firma de un convenio.
La diputada local, priista Érika Ayala, reclamando al gobierno de MORENA suscribir ya, ya, ya, los convenios de información con los medios.
Tan jodida está la situación, hay reporteros, por ejemplo, de norte a sur y de este a oeste de Veracruz aceptando mil pesos quincenales de salario.
VENTANAS: Se ignora si a tales circunstancias de la política oficial se les denomine recesión, contracción o desaceleración.
Pero tales son los síntomas y en los restaurantes hay muchos días cuando los meseros se miran unos a otros en el desayuno, la comida y la cena, pues los negocios están vacíos, semivacíos, una dos o tres mesitas ocupadas, y otras, con el puro cafecito de horas para la tertulia.
Insólito: hasta las trabajadoras sexuales han reducido sus honorarios y de 5 mil pesos cobrados por 3 horas, ahora, lo dejan en 2 mil pesos, y si el galán se pone buzo y las convence hasta en mil pesos unas dos horas.
Más baratos, claro, se han puesto los gays prestando sus servicios en las horas nocturnas de las ciudades.
PASILLOS: Es la hora, y más allá de la política obradorista, de la austeridad familiar. Los gastos han de achicarse a lo máximo. Gastar lo indispensable para comer. Hacer milagros con la quincena. Multiplicar los peces y los panes. Incluso, y como el medio millón de habitantes en la precariedad, hacer sólo dos comidas al día.
La llamada “cuesta de enero” cimbrando el mes de agosto.