Luis Velázquez / Escenarios
28 de junio de 2019
UNO. Un secuestro por día
La vida se ha vuelto una pesadilla. La Fiscalía apretó el botón nuclear. Y reveló datos escalofriantes. Por ejemplo, en lo que va del mes de junio, un secuestro por día. Uno, pues, cada 24 horas. Veracruz, en el ranking nacional de los plagios en el primer lugar.
Nada más escalofriante que vivir azorrillados y temerosos.
Salir a la calle y exponerse a un secuestro. Incluso, mujeres secuestradas luego de dejar a sus hijos en la escuela y después asesinadas y luego decapitadas y tirados sus cadáveres en la vía pública.
Personas que fueron a un mandado familiar y nunca regresaron.
Mujeres y hombres plagiados y tirados su cadáver a un río, una laguna, un arroyo, a un pozo artesiano de agua dado de baja, entre cañaverales, a orilla de la carretera, en las calles y avenidas de los pueblos.
Mujeres secuestradas y asesinadas cuando la familia se ha declarado sin liquidez para pagar el rescate.
Incluso, asesinadas con todo y que las familias cubrieron el pago millonario.
Un secuestro por día en las horas de junio son palabras mayores.
Vivir en Veracruz se ha convertido en una pesadilla. Nadie está seguro. Nadie puede cantar victoria así tenga escoltas día y noche, cargando su pistola en un morralito, en una mochila escolar, pistola al cinto.
DOS. Del paraíso al infierno
MORENA en el gobierno del estado ha trascendido por los feminicidios, los infanticidios y los linchamientos, medida desesperada de los vecinos para hacerse justicia por mano propia.
Pero también, por los secuestros, sin contar los llamados secuestros express, aquellos que duran unas horas, unos días, y que por lo regular, dicen los conocedores, son cometidos por gente privada de su libertad, encerrada en un reclusorio y desde donde tienen teléfonos celulares para operar.
A cada rato, a veces todos los días, otras cada tercer día, en el primer semestre y 3 semanas de la era Cuitláhuac la prensa escrita se ha llenado de noticias de secuestros.
Y en la lista negra desfilan niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, hombres, ancianos.
Un mundo de terror jamás imaginado en el paraíso terrenal que significa Veracruz en el siglo pasado, tiempo aquel cuando, y por ejemplo, Agustín Lara y María Félix se hospedaban en la suite nupcial del viejo hotel Mocambo y al piano le tocaba “María bonita”.
TRES. Fracaso de Cuitlalandia
Ta’cañón un secuestro por día en Veracruz.
A: La secretaría de Seguridad Pública, responsable de garantizar la seguridad en la vida y en los bienes de acuerdo con el llamado Estado de Derecho.
Y B: La Fiscalía, encargada de procurar justicia pronta, expedita y confiable.
Hipótesis primaria: si los malandros secuestran y secuestran y nada pasa “se crecen al castigo”.
Hipótesis secundaria: si ningún secuestrador es detenido, todos ven que “aquí no pasa nada” y continúan plagiando.
Además, de la feroz y reñida competencia entre los carteles y cartelitos para aterrorizar a la población y ganar espacio y quedarse con el botín, pues si antes el negocio era el tráfico y consumo de droga y luego derivó en el huachicoleo y en el cobro de piso y en la extorsión, y la prostitución y la trata de blancas, también el secuestro constituye una fuente inacabable de ingresos.
Y, bueno, si además del desempleo, el subempleo y los mendigos salarios de hambre, ha de vivirse y convivirse y habituarse, digamos, a la incertidumbre y la zozobra en cada nuevo amanecer, estamos viviendo el peor de los tiempos en Veracruz.
Nadie votó por Cuitláhuac García ni por AMLO para vivir con la pesadilla de un secuestro por día.