Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.- UNO. Rebatinga panista
El jueves 14, a las 11 horas, día y hora de trabajo en el Ayuntamiento, el presidente municipal de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, llegó a las oficinas del Tribunal Electoral de Veracruz en Xalapa.
Según versiones, platicó con el magistrado Roberto Eduardo Cigala Aguilar, quien lleva la impugnación del panista Joaquín Guzmán Avilés contra Pepe Mancha en la disputa por la presidencia del CDE del PAN.
Y aun cuando al tuxpeño ya le tomaron posesión y nombró a su gabinete partidista, la mayoría con el fierro de Miguel Ángel Yunes Márquez, está impugnado y el caso irresuelto, en el tribunal.
Nadie sabe lo que habló el alcalde con el magistrado, pero según las versiones, su inquietud gira alrededor de que el Tribunal expida un acuerdo favorable a Pepe Mancha, a quien el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, exhibiera en la cancha política con los jugosos contratos de más de 69 millones de pesos otorgados en obra pública en los dos años de la yunicidad.
En el otro lado de la cancha, Guzmán Avilés sigue confiando en la ley, pero más aún, en su triunfo legítimo en las urnas partidistas para asumir el CDE del PAN.
DOS. Decapitar a Guzmán Avilés
Por arriba de la mesa corre la versión de que Miguel Ángel Yunes Linares también hace lo suyo para evitar un descarrilamiento de las tribus y las hordas azules.
Por ejemplo:
Que en las horas que vuelan, el Yunes azul dialogó con Guzmán Avilés para ofrecerle la presidencia del CDE, pero sin su equipo estelar integrado, entre otros, por los jefes panistas regionales, Enrique Cambranis, Tito Delfín, Germán Yescas y Francisco Gutiérrez de Velasco.
Incluso, el Yunes azul habría trascendido a Guzmán Avilés que algunos de sus operadores están ligados al narcotráfico.
De ser así, entonces, la yunicidad estaría sopesando decapitar a Pepe Mancha y dejarlo fuera de la jugada y, al mismo tiempo, permitir la presidencia a Guzmán Avilés, pero él solito, con el resto del gabinete impuesto desde afuera y lo que significaría una camisa de fuerza irrompible.
TRES. Quiere “de todas todas”
Las pasiones andan descarriladas, pues y por ejemplo, si el Yunes azul sigue teniendo, digamos, el control del partido y del PRD, también desea apropiarse y/o descalabrar más al PRI y MORENA.
Una versión es que el diputado priista, Juan Carlos Molina Palacios, está en la cancha azul y por eso ha defendido al Fiscal, pues le habrían ofrecido la garantía de que será candidato panista a senador de la república.
Y como el cenecista está ansioso de concentrar más y más poder, cayó víctima de su propia codicia.
Es, o sería el mismo caso del diputado local del PES, Gonzalo Guízar Valladares, quien de pronto, aliado su partido con MORENA, se salió del huacal y ahora es uno de los más fans más aguerridos del Fiscal.
A cambio, se afirma, tiene la garantía de que en el año 2021 será candidato panista a la presidencia municipal de Coatzacoalcos, su histórico sueño.
Es decir, que el Yunes azul está vendiendo esperanzas como decía Napoleón Bonaparte significa el oficio de un político, y por añadidura, vendiendo lo que por ahora todavía no tiene, pues aun cuando piensa vivir 110 años, una cosita es la ilusión propia, otra la vida y otra las circunstancias.
Con todo, Pepe Mancha sigue impugnado, Joaquín Guzmán continúa esperando la resolución del Tribunal Electoral Veracruzano, Fernando Yunes Márquez opera con el magistrado encargado de y el CDE del PAN está en la rebatinga.