Luis Velázquez /Escenarios
Veracruz.-14 de julio de 2017
Uno. Videgaray o Meade
La semana anterior, Luis Videgaray Caso, secretario de Relaciones Exteriores, publicó en su facebook una fotografía donde aparece caminando con José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público.
El pie de foto decía lo siguiente:
“Aquí, caminando, juntos… desde hace más de treinta años”.
La foto es icónica. El mensaje, con un gran sentido político, de cara, digamos, a la elección del candidato presidencial el año entrante.
Una de dos, Videgaray será el candidato de Enrique Peña Nieto, o el candidato de Peña Nieto y Videgaray será Meade.
No hay vuelta de hoja.
Y más, por las siguientes circunstancias:
- A) El político más influyente en el corazón y las neuronas de Peña Nieto es Luis Videgaray.
- B) Videgaray, cierto, renunció a Hacienda, pero Peña Nieto lo pasó a Relaciones Exteriores, y ahora anda por el mundo cabildeando la política internacional y negociando con sus cuates de la Casa Blanca el Tratado de Libre Comercio, y si lo obtiene, con la bendición además de Donald Trump, como es su objetivo, será el candidato preferido de Los Pinos.
- C) Desde hace un ratito, Videgaray publica una columna semanal en el periódico “El País”, de España, edición América Latina, y que ha empezado a reproducir en La Jornada México, lo que expresa un activismo inusitado, significativo e indicativo.
- D) Incluso, en nombre de México, pero más aún de Trump, se fue a la yugular de la política exterior de Venezuela y su presidente, Maduro, le reviró duro y tupido. En el fondo, sirvió a Trump a las mil maravillas.
- E) En caso de que su estrategia le falle, entonces, y toda vez que es el político más cercano a Los Pinos, inclinará la balanza por José Antonio Meade, y que en caso de ganar, abriría la puerta a Videgaray al próximo gabinete federal, digamos, como secretario de Gobernación.
- F) Su fuerza política también se calibra por lo siguiente: Eugenio Ochoa Reza (dueño, por cierto, de doscientas concesiones de taxis) llegó a la presidencia del CEN del PRI por Videgaray. Fue su maestro y Ochoa Reza le dedicó su tesis.
- G) En el carril priista para el 2018 también está Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la SEGOB y quien la juega en otra pista. Pero en el corazón de Peña Nieto late más Videgaray.
- H) Más aún: si por equis o mangas, Videgaray y Meade perdieran la candidatura, Videgaray trae otra baraja en la manga de la camisa. Es Eruviel Ávila, el góber precioso del estado de México, quien entregó buenas cuentas con el triunfo en las urnas de Alfredo del Mazo junior.
Dos. Titubeos de Osorio Chong
Con todo, el pie de grabado en la foto de Videgaray y Meade caminando y dialogando significó un mensaje expreso y lacónico: la química y el buen karma de los dos con Los Pinos.
Y más porque a estas alturas, Peña Nieto, el gran elector presidencial como corresponde al tlatoani, ha de tener la decisión tomada y sólo sigue calibrando circunstancias.
Es más, entre los trascendidos se habla del titubeo de Osorio Chong, en el sentido de que se lanzará en tiempo y forma siempre y cuando calibre que tiene la bendición total de Peña Nieto, y segundo, que ganaría en las urnas.
Y más con el talón de Aquiles que arrastra con los casos de Ayotzinapa, Nochixtlán, Tanhuato y Tetelcingo, donde un montón de mexicanos perdieran la vida, unas veces por culpa de los narcos, y otras, por la alianza de los narcos con las fuerzas del orden, y otras, por excesos y abusos del poder.
Y con tal hoja de servicios, Osorio Chong sería enviado al matadero y se antoja difícil, tarea titánica, que pudiera remontar, por ejemplo, ante un Andrés Manuel López Obrador, el fundador y gurú de MORENA, quien se mantiene como puntero en la encuesta presidencial.
Y es que el candidato presidencial ha de tener un buen karma con la población, pero al mismo tiempo, hacia dentro del gabinete y de las elites priistas.
Y si vamos a Pitágoras, la alianza Videgaray, Meade y Eruviel Ávila… alrededor de Peña Nieto es más fuerte y poderosa que Osorio Chong aliado con algunos gobernadores priistas, incluido el góber azul de Veracruz.
Desde luego, resulta insólito que “Las últimas palabras” de que hablaba en el siglo pasado Mauricio González de la Garza (1923/1995) en su novela, y con las cuales el presidente de la república en turno elige al candidato sucesor todavía hoy sigan reproduciéndose cuando la población electoral está harta de la cultura priista autoritaria.
Pero ni hablar, las reglas son las reglas y en tanto las elites en los partidos políticos lo sigan permitiendo, así será en el caso del PRI para el año entrante y también de MORENA, donde AMLO está súper contra amarrado.
Y en el corazón, el hígado y las neuronas de Peña Nieto, Videgaray Caso es el número uno.