Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.- César y Maribel llegaron este jueves –25 de noviembre- a Loma Bonita, Oaxaca, junto con decenas de migrantes que han caminado el territorio nacional desde hace aproximadamente cinco semanas, sin embargo, la peregrinación del matrimonio comenzó hace un año, cuando salieron de su natal Venezuela.
Ambos se sienten bajo la sombra que da el palacio municipal de Loma Bonita, y lo primero que hace al vernos con un celular en la mano es pedirme disculpas por ‘invadir acá’ y tras mi pregunta de dónde vienen su respuesta me deja atónita: desde Venezuela, un país que aproximadamente está a 3 mil kilómetros de distancia.
César –con voz firme dice– que su camino ha sido terrible y rápidamente compone, lo bueno que el pueblo mexicano se ha portado muy bien excelente, no opinan lo mismo de nuestras autoridades.
En una síntesis de lo que ha sido su último año, dijo que salió de Venezuela hasta Colombia, continuó por Panamá, Costa Rica, haciendo escala, han estado un ‘ratico’, trabajando y buscando como seguir en el viaje.
Cundo comienza hablar de su estancia en México, dicen con una sonrisa de asombro, que las autoridades mexicanas es la peor instancia que los ha tratado.
Su primera experiencia es que estuvieron presos en Tapachula, Chiapas. Allí le dijeron primero que solo serían 72 horas, las cuales se convirtieron en 17 días, los separaron, los aislaron, no podían llamar a nadie, y recalca, en migración, a quienes le pidieron un apoyo para tener un documento y trabajar en CDMX, sin embargo, él dice que les dieron ‘una patada por el trasero’ y con una advertencia en papel que decía, 20 días para retirarse del país por la frontera más cercana, no obstante, siguieron caminando.
Maribel precisa que en México han caminado 650 kilómetros, sus pies son testigos de ello, afirma don César.
Por un momento vuelven su memoria a Venezuela, donde dejaron hijos y nietos, ellos son los únicos que salieron porque fueron amenazados, afirmando que Maduro los terminó de hundir, que no hay educación, no hay empleo, ni medicina.
Afirma que el presidente Biden les dio autorización de entrar a Estados Unidos, es por ello que seguirán caminando.
Al final, con una gran sonrisa, nos dicen que han comido mucha piña, porque les han regalado en el camino.
Ellos son solo dos de un grupo que cada vez en menos pero que sigue caminando las carreteras de este país, y que entraron a Loma Bonita escoltados por autoridades de ambos estados