➡️ Más de 25 prostitutas venden sus caricias al mejor postor; piden autoridades que detengan este foco de infección sexual.
Carlos Abad | El Piñero
Vecinos de la colonia La Piragüa denuncian el problema de prostitución ambulante a la vista de todo el pueblo de Tuxtepec y sus visitantes, en el parque “Miguel Hidalgo”, que se ubica en el barrio de la Piragua.
En ese lugar, acusan, más de 25 mujeres ejercen “el oficio más antiguo del mundo” sin control médico, por lo que ofrecen sus caricias al mejor postor, con el riesgo de propagar enfermedades venereas.
Es así como decenas de caballeros se exponen a la sífilis, gonorrea, chancro, condilomatosis y demás enfermedades infecto contagiosas, ya que de manera anónima y a través de un audio que hicieron llegar al Piñero periodismo y debate, refieren que las mujeres de la vida galante que ejercen la prostitución en el parque La piragua, no obligan a sus clientes a usar condón.
Por si fuera poco, la fuente consultada explicó que las prostitutas del parque La Piragüa no acostumbran a bañarse diario, por lo que de entrada y además de las enfermeras sexuales, pueden propagar hongos y bacterias.
Ahora bien, lo que más llama la atención es que las 25 mujeres ofrecen sus caricias a la vista de todos, incluso de la policía Municipal, quienes seguido realizan rondines, pero no detienen a nadie; por lo anterior el denunciante pidió a las autoridades “meter en cintura” a esas damas, con el objetivo de solucionar el problema.
Aunado a lo anterior, otra de las quejas provienen del sector femenino que acude al parque a realizar ejercicio, y es que los hombres confunden a las Tuxtepecanas y visitantes con prostitutas, por lo que les ofrecen dinero por acostarse con ellas, lo que provoca malestar en la población.
En caso contrario y para bien de quien desee frenar sus deseos sexuales con las medidas sanitarias, a la vuelta del parque se ubica en la avenida reforma “la puerta azul”, un lugar del que hace 4 años hablamos en El Piñero Periodismo y Debate para mostrar que las damas que ahí ejercen la prostitución, si llevan control médico (casi 2 mil pesos en pagos de análisis), y además no son esclavas sexuales, ya que “no son manejadas por un padrote”, por lo que sus ganancias son metas y ellas mismas escogen o rechazan a sus clientes, sin que nadie las obligue a acostarse con nadie por dinero.