Redacción El Piñero | Corresponsalía
Loma Bonita, Oaxaca. – La lista de carne de res: tasajo, bistec, molida, chamberete, costilla e hígado, sigue siendo atractiva al paladar de la población, pero el dinero es insuficiente para llevar este alimento de gran riqueza proteica a la mesa de los cuenqueños.
La venta ha bajado, el comercio de la carne está estancado, dice Rito Morales Elvira, uno de los 30 tablajeros en la ciudad, quien menciona que la crisis económica actual ha mermado sus ingresos.
Si tenemos venta, aclara a El Piñero de la Cuenca, pero la mayoría de nosotros sacrificamos nuestras ganancias porque nuestros clientes están batallando con los pesos. No podemos dar un precio mayor, porque entonces no tendríamos ventas. Si eso fuera, ya hubiéramos cerrado….
Rito Morales, propietario de una de las carnicerías del mercado “Vicente Guerrero” de esta ciudad, menciona que en este momento el precio de la res bajó de 180 el kilo a 160 pesos, mientras que la molida se encuentra desde 140 hasta 100 pesos el kilo y esto lo hacen los tablajeros porque la venta no se debe detener.
El que recién fuera representante de la treintena de tablajeros en Loma Bonita expresa:
Nosotros valoramos nuestro trabajo, y con el paso del tiempo hemos aprendido a querer a nuestros clientes. Sabemos que muchos vienen del centro y las colonias, pero muchos otros llegan de comunidades cercanas como Azueta, Linda Vista, Santuario, y ellos también son valorados por nosotros.
Tras decir que desde hace seis meses el precio de la carne no ha subido en Loma, Rito Morales menciona que ellos, en este caso él, se enfrenta a las altas tarifas de la energía eléctrica, por lo que recientemente tuvo que desconectar dos vitrinas por el alto cobro en este servicio.
Finalmente mando un saludo a sus clientes, a la población varonil aconsejó no consumir más alcohol de la cuenta en estos días de fiesta, pues en casa los espera su familia, y a los cuenqueños que ahora trabajan en Estados Unidos les pidió, con una sonrisa de oreja abierta, que se cuiden y que no se olviden del terruño.