➡ Destacó la relevancia y los alcances del foro “Desplazamiento Forzado por Intolerancia Religiosa” realizado y organizado por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO)
Por: Eugenio GONZÁLEZ | El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.- En entrevista con El Piñero Periodismo y Debate, Pablo Vargas, director en México de la organización Christian Solidarity Worldwide (CSW), destacó la relevancia y los alcances del foro “Desplazamiento Forzado por Intolerancia Religiosa” realizado y organizado por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO). Este evento, según Vargas, representa un importante primer paso hacia el reconocimiento y la atención de un problema históricamente invisibilizado en el estado.
LA FALTA DE CONOCIMIENTO Y DOCUMENTACIÓN
Vargas explicó que las problemáticas relacionadas con el desplazamiento forzado por intolerancia religiosa están profundamente arraigadas en las costumbres familiares, las tradiciones de uso de tierras y las prácticas comunitarias. Sin embargo, lamentó que durante mucho tiempo no se comprendiera ni documentara adecuadamente la razón principal de estos conflictos.
“Ahora, gracias a Dios, se está hablando sobre este tema, y estamos buscando cambiar esta realidad. Aunque el gobierno ha trabajado en ello, lo ha hecho de manera aislada, sin una política pública generalizada. Este foro marca la primera vez que un organismo de derechos humanos estatal busca generar políticas que transformen esta situación”, señaló Vargas.
OAXACA: FOCO DE INTOLERANCIA RELIGIOSA
El director de CSW subrayó que Oaxaca lidera los índices de intolerancia religiosa en México debido a que los conflictos suelen manifestarse en comunidades indígenas y de usos y costumbres. “Hay focos rojos en la mayoría de estas comunidades. El gobierno no había actuado porque tampoco había documentado estos casos. Aunque existen problemas, no había registros sistemáticos sobre cuestiones de libertad religiosa”, detalló.
Según Vargas, esto está comenzando a cambiar con la participación de la oficina de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno, que está trabajando para generar un mayor entendimiento y acción sobre el tema.
UN INICIO PROMETEDOR
El foro, celebrado por primera vez en el estado, desde Tuxteoec, contó con la participación de diversos actores, incluidos representantes sociales, abogados, líderes religiosos, organismos de derechos humanos estatales y el gobierno de Oaxaca. Vargas consideró que este evento es un “muy buen inicio” y expresó su esperanza de que, con el paso del tiempo, esta iniciativa se fortalezca y logre resultados tangibles.
“El gobierno ya está reconociendo que hay un problema. Ahora es momento de trabajar juntos. Este tipo de espacios de capacitación y diálogo no existían antes, y el apoyo de organismos estatales marca una diferencia significativa”, concluyó Vargas.