Redacción El Piñero | Corresponsalía
Doña Rita está convencida que el “huele de noche” -como es popularmente conocida dicha planta de hojas verde y flores blancas- es un alimento con propiedades nutricionales, cómo remedio de algunas enfermedades, y sobretodo es una opción más en la cocina de comunidades chinantecas.
El huele de noche todavía se consume en las cocinas rurales de Tuxtepec y en comunidades de la región del Papaloapan, ya que es una planta que brota en la tierra fácilmente, sin embargo, la gente también lo está dejando de consumir cuando es una tradición, lamentó la señora Rita Santiago Bautista.
De sabor amargo, las hojas se comen al ser cocinadas con agua, sal y ajo, también con huevo, a la mexicana, o solamente asadas al comal.
“La gente dice es que muy amarga, pero sabe así porque para cocinarla hay que saber y tener buena mano, como decía mi abuela”, explica doña Rita desde su cocina de humo en su casa de Tierra Negra, Chiltepec, Oaxaca.
Es popularmente conocido que la planta es usada como remedio para algunas enfermedades, por ejemplo, las personas diabéticas la consumen para bajar los niveles de glucosa.
“En la familia todos la comemos, nos gusta, porque desde chicos mi abuela y mi madre no los daban y sabemos que no hay nada más sano que consumir lo que nos da nuestra madre tierra”, expresa la cocinera desde su patio donde tiene sembrada la planta cuyo nombre se debe al olor agradable que desprenden sus diminutas y bellas flores blancas, durante las noches.