Redacción El Piñero | Corresponsalía
Huatulco, Oaxaca. – A Roberto Emilio Agustiniano, reportero mejor conocido como El Chino en este puerto del Pacífico, hoy le toco ser noticia e informar del triste suceso ocurrido al interior de su humilde vivienda, misma que fue consumida por las llamas.
En medio de silencios y llanto que no pudo ser consumido, el lunes 28 de noviembre le tocó narrar el incendio que vivió al interior de vivienda.
Hoy, este día mi abuelo Gulfrano hizo ocho años de haber muerto, y por eso nosotros le prendimos una veladora en un plato. Pensamos que así estaba bien todo, pero no sabemos qué pasó, porque esa veladora provocó la quemazón en la casa.
“El Chino” camina con el celular en la mano con la que muestra el pasillo que da acceso a su casa, y va narrando lo que va observando. Está entrando y no sabe con qué se topará…va narrando mientras avanza al interior. Llega a un espacio parecido a la sala donde lo recibe el color gris del incendio, de la pérdida y la desolación.
Es ahí cuando el sollozo sustituye a la palabra. Se repone y dice. Aquí estaban los sillones, mesas, documentos, ropa.
Se ve agua encharcada, mientras las patas carbonizadas de las sillas apenas si se dibujan en la pared que las sostiene. No hay nada que se haya salvado, solo la estructura de la cocina donde van los trastes. La estufa, la alacena, es fierro y madera torcida y quemada.
No se alcanza a a ver el refrigerador, pero seguro está igual que todo lo anterior.
En un cuarto cercano, solo los alambres del tambor de la cama se dejan ver. La hamaca fue consumida también. En el techo hay una pequeña de luz de fuego. Sin dejar de narrar, toma agua de la tubería de la cocina y la avienta a las láminas levantadas.
El daño material es total, pero estamos bien mi familia y yo, ¡jodidos, pero aquí estamos! Se ríe para sacar fuerzas de la desolación.
Dicen que lo material se recupera, la vida no. Aquí estamos Yovana y yo.¡Gracias a mis vecinos por ayudarnos a apagar el fuego!.