Por: Roberto POLO | El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.- Los comerciantes de la zona centro de Tuxtepec ya no aguantaron más y ante los estragos económicos y sociales que ha dejado la Comisión Estatal del Agua (CEA) que dirige Héctor Pablo R. Puga, se vieron obligados a organizarse ante el abandono de sus autoridades.
Este viernes -15 de septiembre- el músculo comercial que se ubica entre las calles de Morelos, Aldama, Matamoros y la avenida Libertad decidieron quitarles las herramientas y correr a los trabajadores que realizan la rehabilitación del sistema de agua potable que le está costando al pueblo casi 50 millones de pesos.
De acuerdo a sus inconformidades, no existe planificación en los trabajos que la CEA realiza, pues cierra calles y destroza otras sin que exista un acuerdo o previo aviso, situación que -precisan- es inaguantable en virtud de que los estragos han causado cierre total de negocios.
Esto, indicaron en entrevista con El Piñero Periodismo y Debate, ha provocado un escenario de incertidumbre para todos los sectores que dependen de la economía que se derrama en la zona centro y comercial de este municipio, identificado como el segundo más importante de la entidad.
Establecieron que el encargado de la obra ha retrasado los trabajos cuyos empleados lo acusan de no meter maquinaria para agilizarlos. “Los trabajadores nos dijeron que el encargado no quiere meter la máquina porque quiere ahorrar y mira todo los que nos afecta”, señalaron en la cobertura en vivo que se realizó en el lugar
Otro comerciante señaló: “Desde Juárez, Carranza, Morelos, Matamoros y hasta acá, estamos sitiados, no hay trabajo, ¿qué vamos a hacer?. Y nuestras rentas están corriendo”, precisó.
Por ello, de manera organizada y pacífica, todos los comerciantes decidieron quitarles las herramientas y prácticamente correr a los trabajadores de “Consultores de la Cuenca”, empresa que fue contratada por Héctor Pablo R. Puga para realizar la millonaria obra.
En las imágenes que fueron captadas por El Piñero, se da cuenta de cómo hombres y mujeres, uniendo esfuerzos, cargaron piedras y con palas rellenaron las aberturas de tomas de agua que la CEA había dejado expuestas y reabrieron la avenida Libertad a fin de recuperar el cauce vial y por ende la economía de quienes llegan a la zona centro.
“Estamos hartos”, decían al momento de ejecutar los trabajos que la CEA y Héctor Pablo deberían llevar a cabo con la millonaria inversión que el Gobierno del Estado le autorizó para mejorar el sistema de agua potable.
Esta cuestionable obra ha generado duros señalamientos de todos los sectores sociales que se han visto afectados. Y es que no solo los retrasos de la obra han mermado su economía, sino también han causado afectaciones en viviendas y numerosos accidentes en los que automovilistas y peatones han sido víctimas al caer a hoyancos expuestos y sin advertencias.
Lo que hoy exige el pueblo de Tuxtepec es que sus autoridades, sus representantes, quienes decir abanderar las causas justas, salgan al frente y exijan que Héctor Pablo R. P, quien nunca ha supervisado la obra, de la cara y responda por todos y cada uno de los estragos que ha golpeado con autos dañados, personas lesionadas, negocios quebrados, personas desempleadas, bajas ventas y calles que sus trabajadores han dejado destrozadas después de ejecutar la fallida obra.