Ciudad de México.- Los desplazados de la etnia triqui de Oaxaca se cuentan por cientos y hasta por miles, aseguran.
La pobreza, marginación, así como la violencia arraigada, los grupos paramilitares y también la incursión del Ejército Mexicano, por la presunta siembra de enervantes, han provocado que dos de las 33 comunidades que componen la región hayan sido abandonadas por sus habitantes.
Los techos avejentados por el sol, son parte del panorama de desolación de las comunidades de Río Tejón y Cruz Chiquita, del municipio de Santiago Juxtlahuaca, en la región de la Mixteca, donde sólo se observan calles y viviendas vacías.
Datos del Inegi señalan que la población de este municipio era de 36 mil 275, en 2015.
Hasta hace siete décadas Río Tejón (Ra Chitaj a, en lengua triqui) fue una tierra fértil y productora de maíz. Sin embargo, en los años 50, la comunidad fue asediada por policías, militares y paramilitares, por lo que sus habitantes fueron masacrados, perseguidos, desaparecidos y encarcelados, de acuerdo con el Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT).
Aunque no hay registros oficiales de la cifra de desplazados, se calculan al menos unas dos mil personas en Río Tejón. “Sus habitantes originales, por temor, no han querido regresar a ella, considerada como una comunidad fantasma”, reitera la organización.
Para Emelia Bautista Ruíz, familiar de las locutoras comunitarias Teresa Bautista Merino y Felicitas Martínez Sánchez, asesinadas por un grupo armado en 2008, la llegada del Ejército a la zona, por la presunta siembra de enervantes, ha generado que también la población de Cruz de Chiquita (Ru secunii a), se haya convertido en un pueblo fantasma ante el desplazamiento de más de tres mil habitantes.
Emelia lamenta que la violencia arraigada en esta zona por el control del poder político, territorial y económico haya arrojado a más de cinco mil pobladores. Según cifras del gobierno estatal, 750 personas han dejado sus hogares y cuentan con medidas cautelares por la violación de sus derechos humanos.
Los desplazamientos se han registrado desde 2006 en otras localidades como Paraje Pérez, Agua Fría, Yosoyusi, debido a grupos con intereses políticos. “Queremos que no se siga militarizando, que se firme un acuerdo de paz”, indicó Rufino Merino, líder del MULT.
Información de “El Heraldo de México”