Luis Velázquez
Veracruz.- Un resbalón más de la Cuitlamanía. Y en tan poco tiempo. Ahora, en Chinameca, y en donde la mirada social ha de voltearse. Enfurecido el pueblo por el relleno sanitario que pretendían instalar para beneficiar a un compadre de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, el infierno fue así:
Uno. El secretario General de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, fue sacado del pueblo con el apoyo policiaco pues la turba lo trató de manera recelosa”, y por las dudas.
Dos. La diputada Magali Armenta Olivares fue abucheada.
Tres. El diputado Eulalio Ríos Fararoni, atrincherado en un restaurante oteando desde lejos.
Cuatro. El gobernador debió llegar al quite.
Y cinco. El recule al proyecto sanitario.
El primer resbalón fue cuando la emboscada y el asesinato de una mujer migrante, originaria de Guatemala, en los límites de Isla y Rodríguez Clara, y en donde, además, el presidente municipal de Isla reviró al titular de la SEGOB jarocha aclarando que nunca sus policías fueron los homicidas.
El segundo, con el caso Actopan, cuando la Fuerza Civil se fue encima de 7 vecinos de Actopan, nacionalizados norteamericanos.
El tercero, la marcha atrás al Premio bianual “Regina Martínez” para estimular la creatividad periodística y literaria de reporteros, fotógrafos, camarógrafos y editores y lo más indicativo, la protesta de unos 5 diaristas fue suficiente.
El cuarto, con los 170 muertos y 24 feminicidios y 38 secuestros hacia el día 40 de la Cuitlamanía.
El quinto, a pesar de tener el aparato gubernamental de su lado, incluso, a la LXV Legislatura, el primer sexenio de izquierda en Veracruz ha fracasado para destituir al Fiscal Jorge Wínckler Ortiz.
Ahora, el caso Chinameca.
Muchos errores en tan poco tiempo.
CUITLÁHUAC CONVOCA SU PROSAPIA AZTECA, AJÁ
El cronista Ignacio Carvajal García contó las horas adversas y peliagudas:
“La maestra María Luisa Sánchez resultó contundente con Cuitláhuac García Jiménez:
“Señor gobernador, ahora sí que estamos en la tierra de la carne enchileanchada, y señor, estamos enchileanchados, pues no fue tomada nuestra opinión para un relleno sanitario el cual ya es obsoleto”.
Y le recordó su credo:
“La filosofía de AMLO dice no mentir, no robar, no traicionar al pueblo, y ustedes, ya nos mintieron, ya nos están traicionando y están a punto de robarnos la salud de nuestros niños y ancianos.
“No al basurero en Chinameca, gobernador”.
El gobernador arribó en un convoy de unidades de lujo hasta el primer piquete de huelga. Por delante iba Éric Patrocinio Cisneros Burgos, titular de la SEGOB. Le dijeron:
“A ti no te queremos, tú armaste este desmadre, fuera”, le decían los pobladores al veracruzano criado en Baja California, a quien no le quedó de otra más que pasar entre el primer piquete con el rostro compungido y escoltado por guardaespaldas.
Desde un foro en la plaza central, el Ejecutivo habló con el pueblo.
“El pueblo es bueno, lo sé”, les decía y luego ofreció obras, electrificaciones, pavimento y una clínica. Todo lo tendrá listo en menos de un mes”, prometió.
Y enseguida, Cuitláhuac García recordó la historia sobre sus orígenes, empezando con el nombre de cada uno de sus hermanos. Tonatiuh, Canek, Netzahualcóyotl, Cuauhtémoc, etc, tratando de mostrar empatía con los pobladores de la región indígena en el sureste mexicano.
Pero los pobladores no querían escuchar sus historias de la infancia ni más promesas.
“Sólo nos tienes que decir un sí o un no”, gritó la maestra Maritza Trujillo Amador, ex candidata del PRI y del PVEM, quien se llevó gran parte de las ovaciones.
El mandatario le dio muchas vueltas al tema. Insistía en que la decisión se sustentara con una consulta ciudadana de por medio.
“Ustedes deciden, se hace lo que se diga, pongan la fecha para la consulta”.
El sonoro y retador “NO” de nuevo desde el fondo y en cada rincón:
“La decisión ya fue tomada, tienes un documento con las firmas de los agentes municipales. Nadie quiere el relleno, no hace falta la consulta”, le reclamaban.
Una, dos, tres, hasta cuatro veces el gobernador trató de convencer a la población de acotar la consulta como mecanismo para decidir.
“Señor gobernador, quiero saber su postura al respecto del relleno sanitario, está de acuerdo si o no” le lanzó la maestra Maritza Trujillo Amador.
“Estoy de acuerdo con lo que acaban de decidir, ustedes deciden”, dijo el mandatario tratando de echar el vulgo.
“No me evada, sólo diga sí o no” le insistió la excandidata y maestra con alta popularidad en Chinameca.
Luego de varias escaramuzas, la maestra le sacó el “no habrá relleno sanitario en Chinameca”.
POLVORIENTOS CAMINOS DEL SUR
Faltó operación política. Faltó habilidad. Faltó cabildeo previo. Faltó sensibilidad.
Y más porque los caminos del sur de Veracruz son polvorientos como sucediera, por ejemplo, en el sexenio de Agustín Acosta Lagunes cuando el proyecto de la presa Yuribia en que la población se rebeló defendiendo sus recursos naturales y su legítimo derecho a ser retribuido y que ha sido la constante en toda la historia social y política de la presa tan polémica.
Y como, incluso, ha sido el mismo caso con la sublevación de los vecinos de Coatzacoalcos ante la ola de inseguridad y que ha llevado a marchas y plantones frente al palacio, al presidente municipal, Víctor Carranza, de MORENA, a esconderse en su oficina, a la solicitud a la Organización de las Naciones Unidas para intervenir y a la plataforma Charge.com pidiendo firmas solidarias para ver si pueden achicar, disminuir, acabar con tantos secuestros, desaparecidos, asesinatos, extorsiones, cobros del derecho del piso y robos a casas habitación, negocios, bancos y coches, con todo y los mil policías que la Cuitlamanía ha alardeado andan por allá.
Un pueblo más sublevado, de igual manera como en otras latitudes geográficas locales, se han organizado en guardias comunitarias como lo reconoció el mismo jefe del Poder Ejecutivo.
El tsunami de violencia, fuera de control, desbordado, se agrava más ahora con la rebelión de Chinameca.
Pronto, quizá, otro pueblo se levantará en armas sociales. Ixhuatlán de Madero, la tierra del ingeniero Heberto Castillo Martínez, pues la solicitud de unas comunidades para convertirse en municipio libre ha llegado a la LXV Legislatura, con el visto bueno del secretario General de Gobierno, quien la dejó pasar.
Una cosita, ya se sabe, es ganar en las urnas. Y otra, mil años luz de distancia, ejercer el poder ganándose cada día la confianza ciudadana y multiplicando la autoridad moral y el respeto institucional.
Pero a veces, en el camino, ni hablar, se pierde la proporción humana y social y los políticos quedan atrapados en el síndrome de Vespasiano, el César que “en la plenitud del pinche poder” exclamara la siguiente frase bíblica:
“Siento que me estoy convirtiendo en un dios”.
Y entonces, se gobierna a espaldas del pueblo…