¡Ya arrancaron!

EL PIÑATAZO
Cuenca del Papaloapan.- ¡Ya arrancaron! Candidatos a la presidencia de la república, senadores y diputados federales, todos sin excepción, iniciaron campañas para liarse en el terreno electoral y sacar raja de la jodidez de un pueblo que está ávido de políticos justos, demócratas y ajenos a los vicios que han arrastrado y manchado de sangre al país.
En la extensa geografía de la Cuenca del Papaloapan se comienzan a soltar, otra vez, promesas añejas que nunca se han cumplido, pero que han servido para endulzar el oído de un electorado encorajinado e indignado.
De pronto, los candidatos a diputados federales han comenzado a prometer auxilio al campo, mayor seguridad, fuentes de empleo y leyes justas para abonar al desarrollo de la región. Lo mismo de siempre pero con otros rostros cuya misión personal, como casi todos, es servirse de la vasta necesidad del ciudadano que, con sus impuestos, pagará sus caprichosos salarios y apetitos legislativos.
En esta amplia región del distrito 01, el primero en iniciar campaña fue Jorge “Chéster” Illescas Delgado, candidato del PRI-PANAL-PVEM, quien viene de liderar el aparato del Registro Civil donde, por cierto, redescubrió el saqueo de unos seis mil folios de actas de nacimiento, por lo que asestó el manotazo ante la justicia para atrapar a los infractores, la gran mayoría, funcionarios del gobierno de Gabino Cué.
Chéster -como es popularmente conocido- llega a esta elección en la plenitud de la madurez política; papá de dos niñas y casado con la doctora Amairani Morales, quien siempre le acompaña en su labor social, ha sabido tejer una alianza matrimonial a prueba de bomba que le permitirá desplazarse y ejercer un rol comprometido para dar batalla en el ring electoral.
Por su parte Irineo Molina Espinoza –que fue elegido candidato de MORENA-PT-PES al cuarto para las doce– llega al combate acusado de haber incumplido en el pago de un baile popular en Palo Gacho –que posteriormente desmintió— y de haber traicionado a su partido al acudir, sin avisar a su bancada y dar fe en silencio, a la toma de protesta del gobernador Alejandro Murat.
No obstante Irineo logró redimirse al sumarse a la iniciativa que desapareció el fuero constitucional, un hecho sin precedentes en el estado y que quedará para la historia.
Desde que se convirtió en diputado local por el distrito de Loma Bonita, Irineo fijó su blanco en la diputación federal. Es por ello que tuvo que alejarse de la cabecera distrital de Loma Bonita en donde cerró su casa de gestión para abrir otra en la ciudad de Tuxtepec en donde centró sus esfuerzos con miras en el presente electoral.
Acusado de incumplir promesas en Loma Bonita, como el abastecimiento de medicinas en el hospital comunitario, Irineo saldó otras más en el distrito tuxtepecano, en terrenos donde nunca había llegado la asistencia social.
Cabe mencionar que Molina Espinoza pisa las elecciones de manera milagrosa, ya que en los últimos años ha sufrido tres accidentes viales que le han valido tres camionetas completamente destrozadas. Viene con la suerte holgada y con la intención de mantenerse en el poder, ya que de ganar, podrá presumir de haber ganado dos veces la presidencia de Chiltepec, la diputación de Loma Bonita y la diputación federal de Tuxtepec.
En tanto de Laura Castellanos, candidata del PAN-PRD-MC, no existe bibliografía pública. Solo se sabe que es empresaria cañera y que llegó con pactos bajo la mesa. Sin trabajo social y público que se conozca, Laura viene sin estigma negativo, es decir, sin palmarés que le pueda complicar la campaña, por lo tanto es, digamos, virgen en terrenos donde la política puede ser despiadada.
A sabiendas de que el choque de trenes será entre Irineo y Chéster, Laura reza porque la suerte camine de su lado y que, de no existir un síntoma nocivo, pueda ser el caballo negro de la elección. Por ahora, inicia la carrera en tercer lugar, sin favoritismos, y con el empeño de comenzar de cero.

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