- Rebasados por la violencia, gabinete de la Yunicidad lanza la noticia de los 47 cadáveres de Arbolillo, Alvarado, para matizar el homicidio del reportero Ricardo Monlui
- Preferible hablar y atizar el fuego sobre los duartistas que heredaron las fosas de Colinas de Santa Fe, y ahora la de Alvarado, que lanzar luz al primer periodista asesinado en el bienio azul
- Estrategia maquiavélica elaborada por los genios de la comunicación de Yunes desde las entrañas del nuevo gobierno del estado que cada día se parece más al de Duarte
- Fiscal “reyezuelo” Wínckler de nuevo se sube al ring con las madres de los colectivos para criminalizarlas y verlas como “pobrecitas” que sufren y buscan a sus hijos y por ello no lo quieren; un show más para alejar reflectores del tema Ricardo Monluí
Laura Rojas
blog.expediente.mx
Ni 24 horas duró la satisfacción de los yunistas por haber evitado que Flavino Ríos Alvarado, ex gobernador interino de Veracruz, librara la cárcel, con todo y que sufrió descompensación en su organismo, lo que lo llevó al hospital, el ex también notario de Minatitlán tuvo que salir con su traje color naranja para la pasarela de la humillación, lo que causó júbilo entre la nueva clase gobernante; alegría que se apagó antes del mediodía del día siguiente por el asesinato de Ricardo Monlui, el primer periodista asesinado en la era de la Yunicidad.
Y ante este panorama, al interior del Yunismo, a la luz de los hechos que se han ido conociendo, se evidencia toda una estrategia tipo “caja china” para eliminar resonancia sobre el homicidio del reportero y columnista que publicaba en el Diario de Xalapa y otros medios de la región, siempre metido en temas políticos y los entretelones de las organizaciones cañeras.
A Monlui lo asesinaron por la mañana del domingo, al salir de una fonda en Yanga; los pistoleros le atacaron sin importar que Monlui estaba cerca su esposa e hijo, para antes de las dos de la tarde del mismo día, Yunes Linares a convocó a rueda de prensa en ronde reconoció que se abordarían todas las líneas de investigación sobre el nuevo caso; para la noche del domingo, el mismo gobernador se presentó al funeral del reportero Monlui, le dio el pésame a la esposa y les prometió todo el apoyo; algo que nunca hizo por ejemplo el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Yunes Linares prefirió enfrentar el escarnio público al reconocer el riesgo para los comunidadores en su estado, antes de salir por la tangente; incluso, permitió que le tomaran fotos cerca de la familia del columnista Monlui, que no paraban de exigirle justicia entre sollozos.
Pero faltaba la piedra de toque para consolidar la “caja china”, para las seis de la tarde del domingo, se convocaba a reporteros de Veracruz y Boca del Río a un salón del WTC para la rueda de prensa del Fiscal Jorge Wínckler, en la que no admitió preguntas, pero confirmó 47 cráneos desenterrados hasta ese corte de la fosa de Arbolillo, en Alvarado.
CAJA CHINA
El golpe estaba dado, una noticia de alcance internacional, casi medio centenar de personas que fueron asesinadas por la delincuencia organizada. La segunda fosa más grande del estado, luego de Colinas de Santa Fe, con 250 víctimas hasta el momento y por debajo de la de Tres Valles, en el rancho El Limón, en 2015, con 35 hombres, mujeres y niños asesinados y lanzados en fosas clandestinas.
A la luz de estos hechos, queda en relieve que el gobierno de Yunes Linares utilizó a esas 47 víctimas, en su mayoría privados de su libertad durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, para disolver el efecto mediático por “el trancazo” de la muerte del primer periodista con Yunes Linares.
El gobierno prefirió entregar la mano antes de que la gangrena alcanzara todo el cuerpo, es decir, el sistema de gobierno y la imagen del Yunismo que busca heredar los cargos tanto al hijo mayor como al menor, Miguel Ángel Yunes Márquez, para gobernador en 2018; y Fernando Yunes Márquez, candidato a la alcaldía de Veracruz en 2017. En pocas palabras, se tomó una gran bola de fuego, como es el hallazgo de la fosa de Arbolillo, con 49 cráneos para menguar el homicidio del reportero Monlui, poniendo así en marcha las mejores enseñanzas de los estrategas más perversos de la comunicación, los Goebbels del siglo XXI
Y es que el reportero Rubén Monlui es el primer comunicador asesinado con Yunes Linares, lo que representa más desesperanza para los comunicadores y más meses de atraso para quienes están presos en distintos penales a la espera de justicia, pues se presume que varios de ellos son meros chivos expiatorios.
MÁS PROTESTAS
Este hecho lanzó a la calle de nuevo a los reporteros de distintas ciudades, quienes exigieron justica por este caso y por los otros 19 que están pendientes por resolver.
La noticia de la nueva masacre, ahora en Alvarado, escaló a nivel mundial, donde fue distribuida por las principales agencias internacionales ante el amplio interés que ya hay sobre Veracruz ante eventos violentos relacionados con la prensa, pero de la mano de esta noticia, iba la del periodista Ricardo Monlui, más con reproches al nuevo gobernador panista quien el primero de diciembre pasado, en su toma de protesta al cargo, juró que la situación para la prensa en Veracruz cambiaría drásticamente para bien.
“Los periodistas y medios de comunicación gozarán de las garantías que les otorga la Constitución sin interferencia alguna del Gobierno del Estado para marcar su línea editorial”. Añadió: “los periodistas tendrán todo nuestro apoyo para el libre ejercicio de su profesión. Veracruz dejará de ser el lugar más peligroso para el ejercicio de esta noble actividad”, y encima, prometió reabrir los casos de los comunicadores asesinados durante el duartismo para llegar a la verdad.
Pues el homicidio de Monlui confirma que el Yunismo ha sido rebasado, que Jaime Téllez Marie, secretario de Seguridad Pública, y la Comisión Estatal para la Atención y Protección a Periodistas, de igual forma, están en la lona, en una habitación oscura, tratando de encontrar el sendero para salir a la luz.
Sobre la apertura de los casos de los anteriores comunicadores, el Fiscal Jorge Wínckler no ha hecho nada, vive los días de Fiscal ejecutor gozando del incienso que le lanzan sus colaboradores más cercanos, quienes incluso le lanzan piropos en redes sociales sin ocultar lo mínimo en las formas, mostrándose serviles y siempre dispuestos a dar halagos al Fiscal “reyezuelo”, como lo bautizaron ya las madres de los colectivos que buscan a sus hijos.
ATIZANDO LA HOGUERA
Para atizar más el fuego, sobre el tema de las fosas y los desaparecidos heredados por el duartismo, y alejar los reflectores y golpes del Ejecutivo con el caso del periodista autor de la columna “Crisol”, en esa rueda de prensa del domingo, el Fiscal también declaró que entre las víctimas, se encontraba la familia de Querétaro desaparecida en septiembre de 2016, entre Veracruz y Alvarado, cuando se encontraban de vacaciones.
La reacción de los colectivos de madres y padres que buscan a sus hijos ausentes no se hizo esperar, y estallaron contra el Fiscal, al que no bajaron de “insensible”, “irresponsable” y “cruel” según el colectivo Desaparecidos Justicia AC Querétaro, quienes se dolieron de que el personal de la Fiscalía en Veracruz se comunicó con la familia, y sin mediar palabras o buscar el apoyo de psicólogos para evitar el trauma en la familia.
“Exigimos de una disculpa y explicación pública, y reiteramos que hasta el momento no tenemos la seguridad de que en esa fosa clandestina estén nuestros familiares, derivado que el propio Fiscal Luis Eduardo Coronel del Área de Desaparecidos tuvo llamada telefónica con nuestra representante y dijo no saber si dentro de las muestras de ADN que tiene estén l..