Luis Velázquez / Barandal
20 de agosto de 2019
ESCALERAS: Entre Miguel Ángel Yunes Linares y Cuitláhuac García Jiménez hay vidas paralelas. Puntos, cierto, de desencuentros, pero también, encuentros.
Yunes, por ejemplo, ganó la elección de gobernador teniendo el 95 por ciento de la prensa escrita, hablada y digital en contra. Igual Cuitláhuac.
Yunes apostó a una relación directa con la gente y a sus operadores políticos, incluso, capitalizando el descontento social en contra de Javier Duarte. Igual Cuitláhuac de Yunes.
Yunes tuvo uno muy pocos, poquísimos medios, a su lado, para aquella campaña electoral, mientras Cuitláhuac apostó, primero, a la distribución gratuita del periódico “Regeneración” (en nombre de Ricardo Flores Magón y AMLO) para difundir su mensaje.
Además, apostó a regalar “Regeneración” de casa en casa, en tanto los medios, igual como en el tiempo de Yunes, lamentaban el desdén soñando con un convenio.
PASAMANOS: Según Yunes, “los medios han de vivir de los medios” y en su periodo gubernamental cerró la llave al 95 por ciento de la prensa. Igual, ahora, Cuitláhuac.
Yunes suscribió algún acuerdo con unos medios, muy pocos, hacia finales del primer año de su bienio. Igual, ahora, Cuitláhuac.
Yunes pactó con algunos medios, muy pocos, poquísimos se insiste, y con cantidades menores, cien por ciento menores, al tiempo de Javier Duarte, quien se gastara trece mil millones de pesos en medios en el transcurso del sexenio según enunció el vocero azul, Elías Assad Danini, en una comparecencia en el Poder Legislativo.
CORREDORES: Al momento, y en el trascendido social, ningún acuerdo ha suscrito Cuitláhuac con los medios.
“Los convenios, dijo Cuitláhuac el martes 13 de agosto en Xalapa, son muy chiquititos. La mayoría nos los rechaza”.
Yunes, entonces, inició la era de la austeridad republicana en el gobierno de Veracruz con los medios y Cuitláhuac la reproduce.
BALCONES: Yunes apostó a las redes sociales en su política de comunicación. Igual Cuitláhuac.
Yunes fue su propio jefe de prensa. Igual Cuitláhuac.
Si Yunes falló en su herencia imperial y faraónica para entregar la silla embrujada del palacio a su hijo fue por otros factores políticos y sociales totalmente ajenos al manejo de la prensa, como la inseguridad.
Cuitláhuac apenitas va caminando “en el proceloso mar de la política” como la definía Juan Maldonado Pereda.
PASILLOS: Yunes tuvo, cierto, preferencias por algunos medios, muy pocos, con aquellos, por ejemplo, que se la jugaron a su lado.
Cuitláhuac, por el contrario, ni siquiera ha tenido voluntad social, menos, mucho menos política, con los escasos medios leales.
Incluso, en el trascendido se habla de haber ofrecido una cantidad mensual humillante y grosera a un periódico y le fue rechazada, porque, insistió “los convenios son muy chiquititos, chiquititos, chiquititos”.
VENTANAS: Nada más saludable para la vida democrática (cuando en verdad constituye devoción religiosa) como transparentar el gasto público, entre otras cositas, en la relación del gobierno y la prensa.
Más aún, cuando se establece la norma de que “los medios han de vivir de sus medios”.
Y por el contrario, aplicar en el bienestar social las cantidades millonarias destinadas por tradición para subsidiar a la prensa.
Pero cuando la llave del gobierno de Veracruz fue abierta para el nepotismo y la compra por asignación, simple dedazo, orden superior, de las patrullas policiacas, las ambulancias y las medicinas (más lo que se ignora), mucho se duda de las buenas intenciones oficiales.
“La esposa del César no tan sólo ha de ser, sino parecer”.
Nadie perdona ni perdonará a Cuitláhuac los más de mil trescientos muertos como parte del brutal oleaje de inseguridad.