Ciudad de México.- El carácter duro y seguro que caracteriza al jugador fue algo que aprendió desde pequeño. Nunca se dio por vencido aunque muchos no confiaran en su talento, la historia de Zlatan Ibrahimovic y todo lo que hizo por el mundo del futbol, no hubiera sido lo misma sin su irreverente forma de ser.
Creció en un conflictivo barrio en las afueras de Malmo.
Cuando era un niño, sus padres se divorciaron, algo que él cataloga como un momento difícil, pero del cual se salvó tras refugiarse en el deporte. De pequeño practicó taekwondo, algo que durante su carrera aprovechó para hacer remates que otros jugadores no pueden.
Cuando era un niño, sus padres se divorciaron, algo que él cataloga como un momento difícil, pero del cual se salvó tras refugiarse en el deporte. De pequeño practicó taekwondo, algo que durante su carrera aprovechó para hacer remates que otros jugadores no pueden.
Fueron tiempos complicado, pero algo que nunca perdió fue su sentido del humor y su tenacidad. Eso lo llevó a empezar en el futbol e irse a un equipo a 3 kilómetros de su casa, ahí fue donde se dio cuenta que podía convertirse en jugador profesional.
Con información de Nación Deportes